Irrumpe con fuerza en Netflix México este desasosegante drama sobre terrorismo basado en hechos reales
Si te has quedado con ganas de más Dev Patel tras su ‘Monkey Man’, acaba de llegar a Netflix México una dimensión muy distinta de su filmografía. En ‘Hotel Mumbai: El atentado’ Patel cambia las luces de neón por una ambientación muy real, mientras interpreta a un camarero de hotel que trata de mantener a salvo a los huéspedes durante un ataque terrorista.
La película se vio por primera vez en 2018 en el festival de TIFF donde fue recibida con buenas críticas. En The Hollywood Reporter dijeron de ella: “Maras hace un excelente trabajo en su ambiciosa opera prima, cubriendo cada esquina del hotel y haciendo que cada disparo y explosión de sienta real”. En Espinof, Víctor López comentaba que muchos podrían criticar “una explotación inmoral de un trágico evento”.
Retrato sin concesiones
Lo más controvertido de la película está ahí: ‘Hotel Mumbai: El atentado’ está basado en una historia real. Los eventos tuvieron lugar en 2008 en la ciudad de Mumbai. El grupo terrorista pakistaní Lashkar-e-Toiba atacó la ciudad durante cuatro días en bombardeos coordinados, que afectaron a varios de lo de los lugares más turísticos de la ciudad y acabaron con más de 170 personas.
El argumento se centra en los ataques que ocurrieron específicamente en el Taj Mahal Palace Hotel, uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. Y el ataque, además de bombas, incluyó armas de fuego y situación de rehenes. Todo esto se refleja con dureza en la cinta que protagonizan el propio Dev Patel y Armie Hammer, este último interpretando al marido americano de una heredera británica-iraní.
A pesar de las buenas críticas y de la fidelidad con la que refleja los eventos, o quizás por eso, la película pasó por un proceso de distribución complicado. En 2018 the Weinstein Company compró los derechos pero se acabó deshaciendo de ellos.
Luego pasó a Bleecker Street y acabó finalmente en Netflix, quienes supuestamente iban a distribuirla en India, pero también decidieron no hacerlo. En Nueva Zelanda, la película tuvo que retirarse de los cines tras un atentado a una mezquita. El paso del tiempo y la distancia han permitido tener esta película más accesible, pero sus hechos siguen impactando con fuerza.
