Zombis y sueños por cumplir en Netflix
Con intención de motivar al espectador, de una manera muy peculiar, a seguir sus sueños se estrenó en Netflix “Zom 100“. La película (inspirada en una animé) no es un canto a la confianza en sí misma. Tampoco la habitual aventura de alguien que busca concretar metas con una visión inspiracional. Es, más bien, una historia fuera de lo común con un mensaje universal: deja lo que te detiene, frena o apresa y lucha por lo que deseas sin miedo.
Lo interesante es, quizás, que está desarrollada en medio un apocalipsis zombi. Una mañana su protagonista, Akira Tendo, cansado de ser explotado y maltratado en su empleo se ve forzado a faltar al trabajo. La decisión no es producto de un arrebato de ira, no. En su lugar es impedido a salir de su edificio mientras se desata un caos de zombis en su localidad.
Rebosando en positivismo, el joven celebrará que pese a lo malo ya no tendrá que volver a su horrible trabajo. No importa si está rodeado por muertos vivientes pues lo mejor es que ya no tendrá que lidiar con su insoportable jefe.
En medio de la crisis, se da cuenta también de que ha vivido la vida por y para otros. Convertido sin querer en un zombi laboral, ha dejado de lado sus sueños y anhelos para cumplir obligaciones y ser parte del statu quo. Hasta hoy.
Un viaje por la felicidad
Libre al fin, este joven decide enumerar en una libreta las cosas que le gustaría hacer antes de volverse zombi. Y por allí empieza a construir una nueva vida, en la que además reflexiona en torno a algunos de sus errores.
Si bien la película de Netflix tiene aspectos interesantes, también abre muchas interrogantes que le restan fuerza. Es decir, en ningún momento se habla como tal de la epidemia, ni por qué, cuándo o dónde comenzó. Tampoco se explica si hay personas trabajando en alguna cura, más allá de sobrevivir. Mucho menos se profundiza en cómo es que este joven vive solo, sin padres, hermanos, nada. Esto hace que las motivaciones se vuelvan triviales pues nada lo amarra a la vida, más que un deseo loco de ser superhéroe.
En el camino resolverá un problema con su mejor amigo y descubrirá que perder la virginidad no es tan importante cuando su vida peligra. También se volverá bastante empático y se dará cuenta que la vida no es solo trabajar.
A ratos, la historia deja de lado la lucha por la supervivencia para intentar acercarse al interior de sus tres protagonistas centrales. Almas rotas, con pasados tristes, que acabarán empatizando y entendiendo que la vida, la paz y los sueños son diferentes para cada quien. Pero nada demasiado profundo para contar más de sus historias de vida.
El hecho de que sea entretenida, mantendrá pegado a Netflix al espectador, quien cruzará los dedos deseando que acabe lo mejor posible.
