3 mayo, 2024
24 de julio - Últimas Noticias

El 24 de Julio es fecha importante en la historia de Venezuela. En nuestro calendario oficial es el Día de la Armada, se recuerda la Batalla Naval del Lago de Maracaibo de 1823, dos años y un mes después de Carabobo. Ya desde mayo de 1821, el Congreso reunido en la Villa del Rosario de Cúcuta había creado la gran República de Colombia anticipada en el de Angostura de 1819. Así que el episodio bélico lacustre fue entre las escuadras de Colombia, comandada por el almirante José Prudencio Padilla, nativo de Riohacha y de España, al frente de la cual estaba el gaditano capitán de navío Ángel Laborde y Navarro, quien llegará a almirante, ministro de Marina y comandante de La Habana.

Fue batalla trascendente. Derrotados en el lago, los realistas hubieron de capitular y entregar la ciudad de Maracaibo que ocupaban. La independencia de la Nueva Granada y Venezuela quedó consolidada. Sólo Puerto Cabello quedaría en manos monárquicas, cuya liberación en noviembre es un prodigio de paciencia y tacto por parte de Páez, quien evitó el uso de la fuerza hasta el final y al recurrir a ella, sólo lo hizo con lo indispensable.
En 2023 se cumple el Bicentenario de la Batalla Naval del Lago. Conmemoración que merece hacerse por todo lo alto pues nos recuerda aquello que nos une como pueblo y también el destino compartido de venezolanos y colombianos. Recuerdo bien el Sesquicentenario de 1973.

Terminaba mi carrera de abogado y tenía planes de boda. Los presidentes Rafael Caldera y Misael Pastrana Borrero encabezaban los actos. Se inauguraron plazas, monumentos y avenidas para la ciudad. Una memoria de la Comisión del Sesquicentenario, publicada por el Ministerio de Defensa y la Comandancia de la Armada refleja las ceremonias militares. Venezuela, con todos sus problemas e imperfecciones, era referencia continental de estabilidad y libertad.

Otro 24 de julio, pero de 1783, nació Simón Bolívar, el Libertador, en la comprensión integral de su heroísmo hay siempre que incluir sus ideas sobre el poder y el Estado, con independencia de la valoración historiográfica que eventuales contrastes entre teoría y práctica política puedan suscitar.

Suya, entre otras, es la aseveración de permanente pertinencia:

“Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él a mandarlo, de donde se originan la usurpación y la tiranía”. En línea con Montesquieu, base del principio de alternancia republicana.



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