24 abril, 2024

La noche de premiación de los Golden Globes sin duda quedará para el recuerdo, bien sea por las ocurrencias de su animador Jimmy Fallon, por las palabras de Sofía Vergara, o por el beso que hubo entre los actores Ryan Reynolds y Andrew Garfield, la verdad es que a esa emisión no le faltó nada y mucho menos le sobró.

Una de las grandes ganadoras fue la actriz Meryl Streep, quien pese a perder en la categoría en la que estaba nominada, igual recibió un premio honorífico. “Todos los que estamos en esta sala pertenecemos a los sectores más vilipendiados, somos extranjeros y formamos parte de la prensa”, comentó la actriz.

Para la protagonista de Florence Foster Jenkins, filme que estaba nominado en esta edición, la industria del cine en los Estados Unidos, Hollywood, está llena de extranjeros y forasteros. “El único trabajo que tenemos nosotros como actores es darle vida a un personaje; si expulsan a los extranjeros solo veremos futbol y artes marciales en la TV (…) la falta de respeto provocará más falta de respeto y la violencia invita a la violencia”, evidenciando que su mensaje estaba estrictamente dirigido para el presidente Donald Trump.

Aunque en ningún momento de la noche pronunció el nombre del candidato que se midió en los pasados comicios presidenciales, en los que sorprendió al ganarle a la demócrata Hillary Clinton, recordó cuando en una de sus tantas alocuciones el magnate se burló de un reportero con discapacidad.

La galardona con el premio más importante aseguró que ver aquello le rompía el corazón porque no se trataba de una película, sino de la vida real. “Este instinto por humillar a alguien en público, por un poderoso, se filtra en la vida de todos, porque de alguna manera da permiso a otra gente a hacer lo mismo (…) Cuando los poderosos usan su posición para abusar de otros, todos perdemos”, reseñó en parte de sus palabras.