Relaciones China-Honduras, son un “pivote geopolítico muy valioso”
Cuenta la fábula zodiacal china que para ganar la carrera de los animales que entrarían al horóscopo, la rata, muy astuta, se subió al lomo del buey y aprovechándose de la altura de éste, pudo cruzar el río y finalmente ganar la carrera. Una de las interpretaciones de la historia, es que no hay nadie, por pequeño que sea, que merezca ser subestimado.
Así ve China sus relaciones diplomáticas, en las que suele tratar a sus aliados y socios, de igual a igual. El doctor Miguel Jaimes, Magíster en Ciencias Políticas y experto en Geopolítica, conversó en exclusiva con Últimas Noticias, y revisó para este medio el valor que la potencia asiática le da a las relaciones con los países de América Latina.
“Para china las relaciones internacionales se basan también en los detalles. No hay país pequeño que ellos abandonen y procuran establecer en esos países su presencia”, dice el experto y agrega que en Pekín “le vienen dando una cobertura diplomática, cuidadosa a la relación con países que considera importantes para extender su influencia comercial”.
En su acercamiento a nuestra región, China se había topado con que muchos países mantenían relaciones con Taiwán, movidos por la influencia política de Estados Unidos. Pero esa relación ha cambiado en los últimos años y, de los 13 países que aún reconocen a Taiwán, 6 de ellos se encuentran en Latinoamérica.
“China cree que la política exterior de Taiwán está basada en creerse policéntricos y que todo va a girar en torno a ellos. Aprovechando esos puntos que considera engañosos en las políticas de Taipéi, los chinos consideran el relanzamiento de sus relaciones con muchos países en el mundo”, asegura Jaimes.
Opina que el establecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con Honduras, significa “un pivote geopolítico muy valioso”. Aunque para muchos países desarrollados Honduras no reviste de gran valor estratégico, “para China sí es importante establecer las relaciones más profundas que se pueda con ese país, pues lo ve como un punto geopolítico incluso para el tema de seguridad y defensa”.
Ante la visita de la líder taiwanesa a Guatemala y Belice, dos de los países que aún no reconocen la existencia de una sola China, opina que a Pekín le interesa que estas naciones también se sumen a los pasos que han dado sus vecinos centroamericanos.
Sostiene que China necesita de más aliados en el concierto internacional, sobre todo en el contexto que se está dando “en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en América Latina con los BRICS, donde está Brasil, sus proyectos de la Franja y la Ruta en regiones como Asia”.
Estas relaciones que China está relanzando con muchos países en el mundo “no son descuidadas, no es por azar”, dice. Piensa que es una muestra más de la estrategia diplomática con la que logra blindarse y cubrirse con votos, voz y acuerdos en la escena internacional.
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La piedra en el zapato
El doctor Miguel Jaimes considera que la existencia de países que aún no reconozcan una sola China, es un elemento perturbador para el gobierno de Pekín. Aunque son solo 13 los gobiernos que mantienen relaciones diplomáticas con Taiwán, la idea de posicionar la idea de “un país, dos sistemas”, obsesiona al gobierno chino.
“China va a evitar que el reconocimiento a Taiwán se siga ampliando y va a colocar allí una pared. La pared estará llena de compromisos, de inversiones, de acuerdos, de acompañamientos y proyectos”, asegura. Para ello, la potencia oriental ha formado a sus ciudadanos y funcionarios en asesorías técnicas con sus socios.
El experto considera que el establecimiento de relaciones con Honduras, no fue fortuito, ya que es el “fruto del diálogo, de acercamientos, mesas de trabajo, inversiones y acuerdos, es la cancillería China actuando. A cientos de miles de kilómetros, pero tiene presencia acá en América Latina”.
Asegura que esos esfuerzos seguirán existiendo para hermanarse con los países que aún no reconocen la existencia de una sola China y que es cuestión de tiempo que estas naciones que no lo hacen, se sumen voluntariamente a esa idea.
“China tiene especialistas formados en la cultura de las regiones y los países con los que tiene relaciones, de manera que la diplomacia china es una de las mejores del mundo. Ellos saben cómo entrarles, cuáles son sus estrategias, dónde están parados hoy, cuáles son sus enemigos, quién está en el gobierno y a quién debe respaldar o no”, opina.
Agrega que el gobierno chino no sólo ha apoyado a países con acuerdos comerciales o diplomáticos, sino también desde su puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde ha utilizado su voto para favorecer intereses que a veces chocan con las potencias dominantes en ese escenario.
La política de no injerencia
La expansión de China en el mundo entero es el resultado de una planificación a largo plazo con la mirada puesta en la solución de sus necesidades internas. De esta manera, se ha propuesto establecer relaciones respetuosas y no de dominación con sus socios y aliados, para mantener la estabilidad de negocios para cubrir su planificación.
Jaimes opina que hay mucho interés por hacer negocios con China, pero confiesa que “no siempre es fácil conseguir buenos y grandes contratos” con ese país. “Ellos no van a comprar un solo container, no van a comprar un barco solamente, ni van a comprar un millón de barriles de petróleo. China tiene consumos muy altos y para esto va haciendo grandes negocios y va proyectando su crecimiento”, sostiene el experto en referencia a los países que no cubren las necesidades de consumo del gigante asiático.
Aclara que Pekín tiene políticas muy firmes en el plano del intercambio económico, pero ninguna de ellas apunta a la injerencia en los asuntos internos de los países con los que tiene relaciones y no amenaza con invadir naciones o bloquear económicamente a nadie.
“Ellos (los chinos) impulsan un modelo, impulsan su presencia, su permanencia y el funcionamiento de sus políticas, sus estrategias, su comercio, en sus inversiones para el futuro y sus proyectos de la Franja y la Ruta, que es lo que se está debatiendo en estos momentos en los centros financieros del mundo”, opinó Jaimes.
El experto coloca como ejemplo de estas estrategias de expansión de China el caso de Venezuela, que a su juicio “ha servido de bisagra para que se produzca una entrada más conforme de China a toda la región”. Explica que además del elemento comercial, el establecimiento de unas relaciones cercanas con Pekín y Caracas, también permitió el acercamiento político con Latinoamérica.
“China trajo una política no contradictoria, muy respetuosa, pero también ávida y clara para sus intereses. Esto ha permitido que traiga una idea de desarrollo hacia América Latina”, asegura Jaimes, quien destaca que el país asiático no asume su forma de relacionarse con otras naciones como un Estado imperialista. Por el contrario, lo que nunca ha ocultado China es la búsqueda de una sociedad medianamente acomodada para dar el salto a convertirse en un “gran país socialista moderno”.
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