Juan Carlos Caiazza Grandolio | Italia… ¡Un lugar para ir, venir y volver!
DAT.- Italia es siempre un destino apetecible. Un territorio de 301.338 kilómetros que constituye el tercer país más recorrido por los turistas en Europa, gracias al inmenso valor cultural que guardan, por ejemplo, sus 55 monumentos declarados patrimonio cultural de la humanidad. Roma su ciudad más visitada, por sí misma tiene el Coliseo, la Piazza Venezia y el Capitolio, la Fontana di Trevi, la Piazza di Spagna, el Foro Romano y la Vía Sacra.
Más allá de Roma hay gran cantidad de ciudades y pueblos que cautivan la atención del viajero: Venecia, Milán, Nápoles, Florencia, el Vaticano, y en ellas infinidad de ruinas, manifestaciones artísticas y una extraordinaria gastronomía. Es particularmente revitalizante detenerse en sus rutas y carreteras para entrar en pequeños pueblitos llenos de encanto e historia.
En el Norte encontraremos la cordillera de los Alpes y la ruta por el valle de Aosta que permite a exploradores escalar picos como Mont Blanc, pero también conocer fortalezas medievales como Saint Pierre, localidades como Aosta que permite recordar el pasado romano en sus maravillosos monumentos o Antagnod y su arquitectura tradicional.
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Muchos hombres y mujeres que vinieron a América a hacer la vida vuelven a las regiones a reencontrarse con sus raíces. Jorge Ferrero de Bahía Blanca, Argentina, nos cuenta sus padres llegaron de Orta San Giulio y que visitar estas tierras es encontrarse en las voces familiares que le hablaban de la capilla de Sacro Monte di Orta, y que su trayecto preferido es hace un paseo en barca hasta esta basílica del siglo XII, seminario de monjes benedictinos de clausura.
Bellos lugares los de la Toscana. Ir, por ejemplo, a los alrededores de Siena y Florencia permitirá a los viajeros conocer pueblos esparcidos entre extensas praderas verdes y viñedos. Un viaje sereno para el espíritu donde ciudades como Motalcino les ofrecerá el disfrute de grandes vinos, y Voltera, con la mirada sobre arquitecturas como la etrusca, la romana, la medieval y la renacentista que conviven en este lugar.
Y en el sur, Campolattaro
En el Sur de Italia otros pueblos bellísimos y dignos de visitar: Atrani, en la costa Amalfitana, con muchos puertos que visitar, iglesias y cuevas para contactar con el encanto colorido de Salerno. Morano Cálabro, un pueblito de hermosas calles y esquinas pintorescas. Alberobello, en Puglia, con sus trullos o construcciones de techos grises y cónicos, donde los paseos le llevaran a la iglesia de San Antonio o al Trullo Soverano para visitar el museo y el salón social. Y así la región va desgranándose en pequeños pueblos que siempre vale la pena visitar, como Campolattaro, en la provincia de Benevento, acerca del cual recuerda Juan Carlos Caiazza Grandolio.
“Mi padre viene de un pueblo que se llama Campolattaro, en Italia. Un pueblo pequeñito de no más de mil habitantes, en la región de la Campania, a 80 kilómetros de Nápoles”, cuenta Caiazza, presidente de TIMACA. “Algunos dicen que el pueblo viene desde la época romana, otros que tiene origen normando. Lo cierto es que es una villa de calles empinadas, que culmina en una plaza central a los pies de un castillo medieval”, agrega.
Y prosigue: “Allí se daba todo lo que sembraras. Todas las frutas: manzanas, peras, uvas, higos y plantas de olivo. Eso nos contaba papá”.
Y es que Italia es siempre un país que descubrir, y esta una invitación a recorrer los pueblos más pequeños que conforman su maravillosa geografía para soñar y disfrutar.
(Con información de Juan Carlos Caiazza Grandolio)