Es una de las películas más devastadoras de este año y ya se puede ver en streaming. La memoria, el amor y la fragilidad son mostrados en esta nominada al Óscar

La fragilidad del cuerpo resulta más sencillo de plantear en pantalla que la de la mente, con muchos de sus estragos presentes en la superficie. Entrar de lleno en una perspectiva fracturada, donde las conexiones neuronales están deteriorándose y se empieza a tener menos control o memoria sobre lo sucedido, tiene más complejidad, haciendo históricamente se haya visto reducida la cantidad de producciones que se centran en ello.

Vamos viendo cada vez más esfuerzos para intentar explorar cómo se experimentan enfermedades como la demencia o el Alzheimer, tan devastadoras y frustrantes para quien las experimentan como en su entorno cercano. Películas como ‘El padre’ resultan fascinantes, mientras que ha habido muchos documentales tratando de contar la experiencia de manera cercana. ‘La memoria infinita’ sabe ir un paso más allá.

Cuando el amor sobrevive a los recuerdos

Nominada al Premio Oscar este año en la categoría de mejor documental, la película de la chilena Maite Alberdi nos ofrece un vistazo muy honesto y complejo sobre la experiencia del Alzheimer. Una obra que logra ser bastante devastadora por lo que cuenta, aunque también algo reconfortante, y que ya se puede ver en streaming a través de Filmin y de Movistar+.

En ella se nos muestra a Augusto Góngora, periodista y documentalista que ha estado presente para contar los momentos más trascendentales del cambio político de Chile, y a Paulina Urrutia, actriz de largo recorrido. Ambos llevan juntos 25 años, pero el fin se empieza a ver de cerca con el diagnóstico de Alzheimer de Augusto, al que irán amoldándose durante los años que le queden.

Alberdi, que ya nos deleitó con ‘El agente topo’ otro gran vistazo a la fragilidad en la tercera edad, esperaba contar la historia de Augusto y Paulina rodándoles durante décadas. Pero la enfermedad tiene sus propios y terribles ritmos, y este falleció poco antes de que se mostrase el documental, y el estallido de la pandemia le obligó a confiar en ella para rodar todos los instantes posibles dentro de su casa.

‘La memoria infinita’: tan real que asusta

Esto proporciona una intimidad tan cercana que desarma, y en algún punto despierta alguna inquietud sobre si es ético estar capturando algunas secuencias. Pero sobresale por su manera de capturar el amor entre estas dos personas, aunque una de ellas por momentos no sepa quién es o quién le está amando. Hay reconfortantes instantes donde se puede apreciar la alegría del protagonista al tener un mínimo reconocimiento de quien era observando sus fotografías o videos como reportero.

Alberdi logra ampliar la escala de lo que se cuenta a través del material de archivo donde se reflejan los cambios históricos de Chile. Aunque nunca se deja caer por la tentación de elevar la historia humana que está contando para equipararla con un país y su memoria. En su lugar ‘La memoria infinita’ logra estremecer por puntos tan reales que asustan, y por la agridulce melancolía al intentar convivir con los últimos momentos de alguien que está disipándose antes de desaparecer físicamente. Es un trabajo asombroso.

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