El extraño caso del chavismo antimadurista
La vida es esencialmente
incoherente y la previsibilidad
de los acontecimientos
un ilusorio consuelo.
Alessandro Baricco
En estos últimos días del mes de julio es importantísimo destacar las cosas que están ocurriendo en materia política venezolana, cuando una serie de personas vinculadas a los partidos políticos de la derecha nacional comenzaron asomar opiniones a favor de que se eliminen las ilegales sanciones y los criminales bloqueos, ya que reconocen los terribles daños que están causando a la economía nacional y a la calidad de vida de las y los venezolanos.
Hasta sorprendió la actitud del organismo cúpula empresarial (Fedecámaras) quienes públicamente señalaron las dificultades, las inconveniencias y los obstáculos para desarrollar un libre comercio por parte de las empresas exportadoras e importadoras de cualquier producto.
Otros sectores vinculados a la industria nacional están alertando que las sanciones han impactado negativamente en todos los circuitos económicos y en una dramática disminución de la producción nacional y han significado un terrible retroceso en el desarrollo socioeconómico de Venezuela.
Hasta una encuesta realizada por una empresa vinculada con la oposición política venezolana mostró que 76% de las personas consultadas están en total desacuerdo con que se mantengan las sanciones y bloqueos en contra de Venezuela. Sin embargo, las grupos más radicales del antichavismo (la ultraderecha) mantienen el antipatriótico criterio de que deben mantenerse las sanciones y bloqueos hasta que abandone el poder (el chavismo) la peor de las dictaduras que hay en el planeta tierra.
Es curiosa (políticamente hablando) la existencia de un supuesto antimadurismo que se autoproclaman como “chavistas auténticos y originarios” y que se han caracterizado por el visceral odio que sienten en contra del gobierno nacional, liderizado por el presidente de la República, Nicolás Maduro.
Es bastante extraño que coincidan con el antichavismo radical, ya que apoyan de manera incoherente la aplicación de las sanciones, porque consideran que todas esas medidas pueden ayudar a destruir a su inexplicable enemigo político: el gobierno nacional.
Politólogo.
