Prigozhin rechazó que Wagner peleara por Rusia
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó que en el encuentro que sostuvo con el líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, y demás comandantes ofreció varias propuestas para reunirse “en un solo lugar” y “seguir sirviendo”.
Sin embargo, estas proposiciones no fueron aceptadas por Prigozhin, quien obvió que muchos de los presentes en la reunión asintieron con la cabeza a las propuestas de Putin.
“Todos ellos podían reunirse en un mismo lugar y continuar sirviendo. Nada cambiaría para ellos. Les dirigiría la misma persona que fue su comandante real todo ese tiempo”, dijo Putin acerca del contenido de su propuesta a Wagner en una reunión con 35 comandantes del grupo en el Kremlin el pasado 29 de junio, reseñó EFE.
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“Wagner no existe”
En una entrevista con el diario ruso Kommersant, el periodista le preguntó si conservará a Wagner como unidad de combate tras el fallido motín, pero Putin respondió que esa compañía militar privada “no existe”.
“No tenemos una ley sobre organizaciones militares privadas, por eso (Wagner) no existe”, afirmó.
Agregó que se trata de un asunto jurídico relacionado con la “legalización real” de este tipo de empresas militares.
“Ese asunto debe ser debatido en la Duma (cámara baja del Parlamento y el Gobierno. No es un asunto fácil”, apuntó, citó EFE.
Motín armado
El pasado 23 de junio, el canal Telegram del fundador de la compañía militar privada Wagner, Yevgeny Prigozhin, publicó registros de audio con acusaciones contra los líderes militares del país.
A raíz de esto, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia abrió un caso penal en un llamado a un motín armado, e instó a los combatientes de Wagner a no obedecer las órdenes de Prigozhin y tomar medidas para su detención.
Tras un acuerdo entre Moscú y la compañía militar privada con la mediación del presidente de Bielorrusia, Alexánder Luskahenko, el Kremlin decidió el fin de las acciones judiciales contra el jefe y los miembros del grupo.
En consecuencia, los combatientes de Wagner abandonaron la ciudad de Rostov-on-Don, y la provincia rusa de Vorónezhen, en el sur de Rusia, y se dirigieron de regreso a sus campamentos.
