4 mayo, 2024
Narciso López - Últimas Noticias

Creo posible afirmar que, al menos después del llamado “descubrimiento”, punto de partida del colonialismo impuesto por España a este enorme continente del que se apropia, nuestros futuros países inician una historia conflictiva de sumisión y rebeldía, en todo caso bastante diferente de la que posiblemente habían conocido antes, al menos en algunos casos. Y que Cuba, la más bella de las grandes islas de nuestro Mar Caribe, podría ser un claro ejemplo de ello.

El siglo XVI fue terrible. En efecto, los españoles fundan ciudades e iglesias e inician sin tardanza la conquista y la sujeción de los mal llamados “indios” a los que se fuerza a buscar oro, que escasea y da paso a cueros y a tasajo. La represión es brutal. Producto de ella y de las enfermedades traídas por los europeos, los “indios” disminuyen y pronto se los empieza a remplazar por esclavos negros jóvenes importados de África. En el siglo XVII las ascendentes potencias marítimas europeas como Francia, Holanda e Inglaterra intensifican los ataques corsarios y los saqueos piratas ya iniciados en el siglo anterior contra las colonias españolas del Caribe, siendo Cuba una de las principales víctimas. Filibusteros y Hermanos de la Costa ganan protagonismo con esos ataques y despojos, que pronto son encabezados en forma oficial por sus patrocinadores Francia, Holanda e Inglaterra que empiezan a apropiarse de territorios hasta entonces españoles. Y salvo por escasos logros y una cierta estabilidad organizativa como colonia española, Cuba resulta empobrecida por esos asaltos, robos y ataques. La población indígena termina de desaparecer reemplazada por esclavos negros.

La llegada de los Borbones franceses al poder español al inicio del siglo XVIII produce en Cuba cambios políticos y económicos importantes que se materializan en la segunda mitad del siglo luego de la Guerra de los Siete años. En Cuba aumenta la población, se crean nuevos organismos, se desarrolla la producción y exportación de tabaco y de azúcar y en cierta medida la isla se convierte en una colonia próspera. Pero el XIX es siglo revolucionario que comienza con la rebelión de las colonias españolas contra España. De ello resulta una violenta Guerra de Independencia que España frena sobre todo en Cuba, convertida en su principal colonia americana. España quiere conservarla, toda lucha independentista es reprimida, y el poder monárquico español se fortalece, aunque todo se le complica, porque para la tercera década del siglo las otras colonias españolas han logrado su independencia de España con interesada ayuda inglesa. Y, más aún, porque a partir de la cuarta década, Estados Unidos (EU) que, desde el logro de su independencia de Inglaterra en 1783 y de despojar luego a España de las Floridas, ha manifestado su temprano deseo de apoderarse también de Cuba, de lo que deriva que no estando todavía en capacidad de hacerlo ni de intentar comprarla, ya que España no la vende, prefiere y exige -y así se lo hace saber a europeos e hispanoamericanos- que Cuba siga siendo española hasta que en un próximo futuro EU esté en condiciones de adquirirla por la vía que más le convenga. Y a esto se añade pronto un nuevo e importante problema, que es el de la esclavitud, porque Cuba es colonia esclavista, como es esclavista España, y lo es también EU, sobre todo su Sur, que es el que ansía apoderarse ya de Cuba. Todo esto mientras el creciente movimiento antiesclavista europeo y americano gana nuevas fuerzas. De modo que, para la década de 1840, cuando esta crisis empieza a explotar, Cuba se mantiene aún como colonia española y esclavista cuya rica y poderosa clase dominante hispano-cubana nada quiere cambiar. A menos que el independentismo y el anti esclavismo se disfracen, cambiando también de forma, praxis y discurso. Y es en este explosivo contexto que reaparece y cobra protagonismo Narciso López, el confuso y hasta no hace mucho mal conocido personaje de que quiero tratar en este artículo.

Hasta hace más de medio siglo, se decía de Narciso López que era venezolano, que luchó en la Guerra de independencia, que huyó a España, que fue gobernador de Cuba, que rompió con España para promover mediante invasiones armadas la independencia de la isla y que fue acusado de traidor y ejecutado por España. Y se le atribuyó además ser el creador de la bandera cubana. De esto lo único que tiene cierta base es lo tocante a la bandera porque todo lo demás es confuso, falso o cuestionable. Narciso López nace en 1798 en Caracas, capital de una Venezuela que es entonces colonia española, y aunque nativo de Venezuela, como hijo de padres españoles, es español. Se forma como militar y combate en la Independencia, pero siempre contra ella, a favor de España. Combate al lado de Morillo en Vuelvan caras contra Páez, junto a De la Torre y a Morales en 1821 contra Bolívar y finalmente en 1823 contra el almirante Padilla en la Batalla naval del Lago de Maracaibo en la que este vence. López huye de Venezuela y se va a España, a apoyar a Fernando VII contra los carlistas. Es nombrado en 1841 jefe militar en el gobierno del general Jerónimo Valdez, nuevo gobernador de Cuba, donde defiende la esclavitud, reprime a la población negra y se conecta con los ricos plantadores esclavistas cubanos partidarios de anexar Cuba a EU, como en el caso de Texas.

Su primer intento de rebelión fracasa y huye al sur de EU, donde empieza a fraguar con esos grupos anexionistas, ricos empresarios y reconocidos jefes militares sudistas estadounidenses, planes más grandes de invasión de Cuba para separarla de España y anexionarla a EU. Su primera expedición, en 1849, fracasa. Huyen perseguidos por una flota española y logran escapar.  López prepara luego 2 sucesivas expediciones mayores y mejor armadas. La de 1850 lleva la bandera que trae para Cuba. Es copia de la de Texas con su estrella solitaria en espera de su anexión por EU. El autor, Miguel Teurbe Tolón, es un mercenario suyo. Tienen éxito al desembarcar en Cárdenas, donde vencen a su pequeña guarnición española, izan la bandera y pegan proclamas, pero, tras rechazar a esos anexionistas yankees que defienden la esclavitud y no hablan palabra de español, las gentes huyen. El final de la expedición es similar: huyen de una tropa española bien armada, una flota española los persigue, y se refugian en territorio yankee, donde se les hace otro juicio hipócrita del que salen absueltos y aclamados.

Pero López, hombre tenaz y valiente, lanza en 1851 su segunda expedición anexionista y esclavista disfrazada de partidaria de la independencia cubana. Consigue abundantes recursos con los esclavistas del Sur estadounidense. Incorpora como segundo jefe a Wiliam Crittenden, veterano jefe militar sudista, y cuenta con la neutralidad del nuevo presidente de EU, que es abierto partidario de la anexión de Cuba. Y esta vez los invasores son casi todos mercenarios cubanos portadores de bonos que son adelantos de tierras. Pero la expedición es un rotundo fracaso. España los está esperando solapada. López debe dividir su tropa y el grupo de Crittenden es captutado por los españoles, que los juzgan y los fusilan a todos in situ. El grupo de López también es derrotado y v capturado por otra tropa española. Uno de sus hombres traiciona a López y el grupo apresado es llevado a La Habana donde se los ejecuta. Y López muere sometido al garrote vil. Desaparece así el servil proyecto criollo colonialista y racista de disfrazar de lucha por la independencia cubana su anexión a EU. Y Solo e 1898 EU logra apoderarse de Cuba mediante una guerra contra España. No hizo ya falta otro Narciso López. Cuba debió esperar luchando por su independencia. Y solo logrará liberarse del dominio colonial de EU con Fidel Castro y la Revolución cubana que este encabeza y que triunfa en 1958.



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