2 mayo, 2024
Morazán, independencia y unidad centroamericanas, 2

En la Constituyente se imponen los liberales y el federalismo, y se establece la Unión Centroamericana. La asamblea se reúne en Guatemala entre junio de 1823 y enero de 1825. Tras declarar la independencia absoluta se entra a discutir y a elaborar la Constitución. Se aprueba una Constitución federal en diciembre de 1823 y se establece un sistema político federal. El resultado es paradójico porque la mayoría de la asamblea es conservadora y para lograr el federalismo los liberales deben aliarse con los intransigentes liberales guatemaltecos llamados los febriles, encabezados por Mariano Gálvez y José Francisco Barrundia, junto con delegados provinciales conservadores de El Salvador y Costa rica, dominados por el temor al centralismo y hegemonía de Guatemala. Por eso las provincias prefirieron el federalismo y fue posible crear las Provincias unidas o República Federal de Centroamérica, inestable unión de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

La elección de presidente se hizo en 2 fases. En la primera se elige a José Cecilio del Valle, intelectual hondureño más conservador que liberal. Pero los liberales protestan, rechazan la elección y fuerzan una segunda vuelta en la que se elige a Manuel José Arce, ambiguo liberal salvadoreño que había pedido la anexión de El Salvador a los Estados Unidos. Al principio, Arce intenta aplicar un programa liberal pero los conservadores, amos del poder en Guatemala, se oponen, y Arce, que es más conservador que liberal, deja a los liberales y se une a los conservadores apoyando al reaccionario clero guatemalteco, cuyo jefe, el arzobispo Cassaus, se opone a toda reducción del poder de la Iglesia y de los terratenientes. Hay Protestas rebeldes en El Salvador y en Honduras, y Arce decide someterlas por las armas.

En honduras gobierna el liberal Dionisio Herrera. Para someterlo, Arce envía en enero de 1827 una fuerza militar comandada por el coronel Justo Milla, que se instala en Comayagua y luego ataca Tegucigalpa.

Y aquí aparece Francisco Morazán.

Morazán es hondureño, criollo, nacido en Tegucigalpa en octubre de 1792. La educación que recibió fue básica, pero él continuó luego formándose por cuenta propia. Fue escribano, aprendió derecho, estudió francés, leyó a los enciclopedistas franceses, sobre todo a Montesquieu y a Rousseau. Se interesó en la historia, y estudió la historia de España y la Revolución francesa. Le interesaron mucho los temas militares y las guerras napoleónicas. Adquirió así una sólida formación intelectual y una útil experiencia administrativa. En 1821 era secretario del alcalde de Tegucigalpa y defensor de oficio en causas civiles y criminales. Tegucigalpa se pronuncia por la independencia plena mientras Comayagua, ciudad rival, prefiere la anexión a México. Se impone ésta y Morazán se convierte en capitán a la cabeza de una compañía de milicianos. Dionisio Herrera, que es su tío, se convierte en jefe del gobierno de Honduras y lo nombra secretario de gobierno.

Así, Morazán se estrena como militar en 1827. Enfrenta a Milla, siendo derrotado y capturado mientras Milla ocupa Tegucigalpa y captura a Herrera, al que depone y envía preso a Guatemala. Pero Morazán huye a Nicaragua, se pone al frente de una fuerza liberal nicaragüense, con ella regresa a Honduras, enfrenta a Milla y lo derrota en forma aplastante en noviembre de 1827 en la batalla de La Trinidad, ocupa Comayagua, entra a Tegucigalpa y asume el gobierno de Honduras. Y como Arce ha invadido El Salvador para defender a los terratenientes conservadores salvadoreños, los liberales salvadoreños llaman en su auxilio a Morazán y éste derrota al conservador Domínguez en la batalla de El Gualcho, en la que despliega toda su habilidad militar. Al liberar Honduras y El Salvador, Morazán se convierte en el líder de los liberales centroamericanos y en el defensor de la unidad de la República Federal de Centroamérica.

Pero como salvar la unión implica recuperar Guatemala para el liberalismo y la unidad, a comienzos de 1829 Morazán ataca a los conservadores guatemaltecos, que ejercen el poder, pues ha cesado el gobierno de Arce. En marzo les gana las batallas de San Miguelito y Las Charcas, y en abril ocupa Ciudad de Guatemala, derroca al gobierno conservador de Mariano Aycinena y aplica desde el poder un programa liberal radical que impone un estado laico y que golpea el poder de la intolerante Iglesia: expulsa al reaccionario arzobispo Cassau, expulsa a dominicos y franciscanos, expropia los bienes de esas corporaciones religiosas, cierra los conventos, elimina la primicias y los diezmos que ahogaban la agricultura, y promulga una ley que establece la libertad de cultos y legaliza el divorcio. Triunfa así el liberalismo, los conservadores son derrotados, se salva la unidad centroamericana y Morazán se convierte en el más respetado y victorioso defensor de esa unidad. El liberal José Francisco Barrundia pasa a ser presidente provisional de la República Federal mientras Morazán gobierna Guatemala. Meses después se convierte en presidente electo de la República Federal de Centroamérica mientras el liberal Mariano Gálvez es electo presidente de Guatemala.

Las reformas liberales de Morazán cuentan con apoyo en Honduras, Nicaragua y sobre todo El Salvador. Pero los conservadores y la Iglesia conspiran para enfrentarlas y estimulan los enfrentamientos regionales. Hay conflictos entre liberales y conservadores en Nicaragua, en Honduras y en la propia Guatemala. Además, Guatemala es la parte más grande y rica de la Unión y su Iglesia y sus terratenientes conservadores son los que tienen más peso dentro de ella. Pero las rivalidades de los otros Estados con Guatemala son otro fuerte factor de desintegración. Todo esto sin olvidar el papel que también desempeñan en ello los intereses extranjeros, en particular los de España y sobre todo los de Inglaterra, que ya usurpa y ocupa islas y territorios centroamericanos. Aunque al menos Estados unidos aún no empieza con sus agresiones.

en Nicaragua se enfrentan los liberales de León y los conservadores de Granada. Morazán designa jefe de estado a Dionisio Herrera, que calma las cosas hasta su salida del poder en 1833. Pero el conflicto se reanuda en El Salvador y el jefe de estado José María Cornejo declara la independencia del país. Morazán tiene que invadir El Salvador, derrota a Cornejo, restablece la Unión y nombra al liberal Mariano Prado nuevo jefe de estado. pero éste es derrocado. El Salvador se separa de nuevo. Morazán impone la Unión por la fuerza. Y aprovechando su prestigio entre los salvadoreños, traslada la capital de Centroamérica de Ciudad de Guatemala a San Salvador en febrero de 1834. Pero las tendencias separatistas crecen, los conservadores y la Iglesia no cesan de conspirar y cada vez es más difícil mantener la unidad, incluso para Morazán. 

Otro signo serio de esa creciente crisis se muestra también en 1834 al terminar el período de Morazán como presidente de Centroamérica. En las elecciones para escoger nuevo presidente, los conservadores y los moderados eligen a José Cecilio del Valle, de cuya ambigüedad entre liberalismo y conservatismo hablamos antes. Del Valle muere antes de acceder al cargo y en el nuevo proceso electoral que debe celebrarse, Morazán es reelecto presidente. Pero eso solo precipita las conspiraciones y rebeliones de conservadores e Iglesia, mostrando lo difícil que será mantener unida a una América Central que se está desintegrando a causa de enfrentamientos de clases, incesante lucha entre conservadores y liberales, maniobras de la Iglesia e intereses de grupos locales en cada Estado, pues solo en Costa Rica hay paz y dominan sin mucha dificultad los liberales.

Seguimos en próximo artículo.



Ver fuente