La sociedad de la nieve: conoce la historia real
3.5 out of 5.0 stars
La nueva película de J.A. Bayona, La sociedad de la nieve, se ha convertido en un fenómeno cinematográfico que ha conmovido a audiencias de todo el mundo. Esta película, que llega a Netflix tras su estreno en cines, narra una historia real de supervivencia que tuvo lugar en 1972, cuando los pasajeros del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya se vieron atrapados en las implacables montañas de los Andes durante 72 días. En SOYDECINE.COM queremos contarte la historia real tras La sociedad de la nieve.
Contenido
La Historia real de La sociedad de la nieve
La sociedad de la nieve es una adaptación del libro homónimo escrito por Pablo Vierci, quien fue compañero de colegio de algunos de los pasajeros del fatídico Vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya.
La película se basa en una historia real de supervivencia que conmovió al mundo entero. En este caso, Bayona se sumerge en la tragedia de un accidente aéreo en la inhóspita cordillera de los Andes, alejándose de las playas paradisíacas de Tailandia que exploró en su película anterior, Lo imposible (2012).
El Vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya
El 13 de octubre de 1972, el vuelo 571, que cubría la ruta entre Montevideo y Santiago de Chile, se encontraba a punto de llegar a su destino. Sin embargo, un error de lectura del teniente coronel Dante Laguara hizo que el avión descendiera antes de lo previsto y se estrellara en las montañas de los Andes, a una altura de más de 3.500 metros sobre el nivel del mar. A bordo de la aeronave viajaban 45 pasajeros, incluyendo a 5 tripulantes y 19 jóvenes miembros del club de rugby Old Christians Club.
El impacto contra las montañas fue devastador, causando la muerte instantánea de 13 personas, incluyendo tripulantes y pasajeros. Sin embargo, esta tragedia fue solo el comienzo de una pesadilla que se prolongaría durante 72 días.
La lucha por la supervivencia
Tras el accidente, las condiciones extremadamente adversas de las montañas complicaron los esfuerzos de rescate. Las bajas temperaturas, que llegaban a los -30ºC, y la falta de recursos hicieron que la situación fuera desesperada desde el principio.
Durante los primeros días, cinco personas más fallecieron debido a sus heridas y al frío. La cifra de supervivientes se redujo a 26, y la búsqueda por parte de las autoridades se suspendió debido a las difíciles condiciones climáticas y a la creencia de que no quedaba nadie con vida.
Canibalismo
En medio de la desesperación y la falta de alimentos, los supervivientes tomaron una decisión que cambiaría sus vidas para siempre. Acordaron que, en caso de que alguno de ellos falleciera, los demás podrían utilizar sus cuerpos como fuente de alimento. El canibalismo se convirtió en una realidad a más de tres mil metros de altura, con los sobrevivientes enfrentando la difícil tarea de alimentarse de la carne de sus compañeros, quienes además eran sus amigos. A pesar de las reticencias iniciales, la necesidad los llevó a tomar esta drástica medida.
La lucha por la supervivencia se complicó aún más cuando, una semana después del accidente, una avalancha sepultó el fuselaje del avión, matando a ocho personas y dejando a los sobrevivientes atrapados bajo una masa de nieve. Fue necesario esperar a que la nieve se derritiera para poder salir.
Después de salir del avión, algunos de los supervivientes decidieron emprender una peligrosa expedición en busca de ayuda. Sin embargo, las condiciones climáticas adversas y la falta de provisiones hicieron que su progreso fuera lento y difícil.
El Milagro en los Andes
Finalmente, después de semanas de esfuerzo y desesperación, tres de los supervivientes más jóvenes lograron llegar a la cima de una montaña y divisaron un cambio de color en el horizonte. Había una zona de color verde hacia el oeste, lo que indicaba la presencia de vida y la esperanza de encontrar ayuda.
Estos valientes jóvenes se dirigieron hacia ese punto verdoso, dejando atrás el blanco implacable que tantas vidas había cobrado. En el noveno día de su expedición, el día 69 desde el accidente, tuvieron un encuentro que jamás olvidarán: encontraron a seres humanos al otro lado del río Barroso.
La salvación: tres hombres a caballo
Estos seres humanos resultaron ser tres hombres a caballo, a quienes los supervivientes llamaron desesperadamente para que los vieran. Uno de los hombres los avistó y prometió regresar al día siguiente. Cumplió su promesa y llevó a cabo el rescate. Estos héroes tenían nombres y apellidos: Sergio Catalán, un arriero de la zona, fue quien lideró la operación de rescate.
Sergio Catalán, nativo del pequeño pueblo de Puente Negro, recorrió 80 kilómetros en busca de ayuda después de recibir un mensaje de los supervivientes. Su persistencia y determinación llevaron a que se reanudara el rescate 62 días después de su suspensión inicial. El 21 de diciembre, los supervivientes Fernando Parrado y Roberto Canessa fueron finalmente rescatados.
El 22 de diciembre, Parrado acompañó a dos helicópteros hacia el lugar del accidente y se logró rescatar a seis de los 14 supervivientes que aún permanecían en el fuselaje del avión. Los rescatados fueron llevados a diversos hospitales de Santiago de Chile, su destino original, un día antes de Nochebuena. Llegaron 72 días después del accidente, desnutridos, enfermos y con el cuerpo y el espíritu rotos. Los restos de los otros 29 que fallecieron en las montañas aún permanecen en ese lugar remoto y desafiante.
La sociedad de la nieve, dirigida por J.A. Bayona, es una película que narra esta increíble historia de supervivencia y resistencia humana en las condiciones más extremas. La película ha logrado conmover a audiencias de todo el mundo con su representación de la lucha por la vida en medio de la desesperación y el aislamiento en las montañas de los Andes. Un relato de valentía, sacrificio y, en última instancia, el triunfo del espíritu humano sobre la adversidad. ¿Conocías la historia real tras La sociedad de la nieve?
