Hjalmar Jesús Gibelli Gómez | ¡Conócelos! Errores más frecuentes al contratar un seguro
Una de las inversiones más importantes que una persona puede realizar a lo largo de su vida es contratar un seguro de vida. Sin embargo, muchas personas suelen cometer algunos errores durante este proceso
DAT.- Muchos son los errores que, por falta de conocimiento del mundo asegurador, se pueden cometer a la hora de contratar un seguro. Con el fin de disminuirlos al máximo, es mejor contar con el asesoramiento de un profesional antes que contratar a la ligera cualquier póliza recomendada por internet.
Explica Hjalmar Jesús Gibelli Gómez que un buen experto en seguros, una vez estudiado el riesgo, va a presentar de forma objetiva las mejores alternativas adaptadas a las necesidades de cada individuo.
Y los errores más frecuentes a la hora de contratar un seguro son…
Que el precio del seguro sea el factor más importante a la hora de elegir la póliza/compañía para asegurar el riesgo. El precio es, sin duda alguna, una de las variables fundamentales en la toma de decisión de compra, pero también hay que comprobar que los capitales, coberturas, exclusiones, carencias o franquicias entre las alternativas que nos presentan para asegurar un mismo riesgo sean las mismas, y de no serlo, debemos conocer y saber valorar la importancia de dichas diferencias.
Igualmente la solvencia de la compañía de seguros y su capacidad para gestionar los siniestros, son variables muy importantes que debemos apreciar.
Facilitar datos, información y características incompletas o incorrectas a la hora de estudiar el riesgo. Como consecuencia de este error, el estudio que nos presenten no va a ser adecuado al riesgo. Los capitales asegurados, las medidas de seguridad contra robo e incendio y las localizaciones de los riesgos, entre otras características, afectan directamente a la prima (precio del seguro).
El cliente debe expresar claramente cuáles son sus necesidades a la hora de asegurar un riesgo y tiene que establecer, dentro de las mismas, sus prioridades.
Por ejemplo, a la hora de asegurar una vivienda estas prioridades podrían venir definidas por una asistencia lo más completa posible, amplia cobertura de robo, daños por agua completos, atraco fuera de la vivienda.
Aprovechando este punto, es importante no olvidar que las pólizas que tenemos contratadas deben estar lo más actualizadas posibles y para ello, es imprescindible informar de cualquier característica o circunstancia que pueda agravar o aminorar el riesgo asegurado.
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Veamos una serie de errores que cometemos frente a la entidad bancaria poseedora de nuestra hipoteca:
Pensar que es obligatorio contratar el seguro de hogar con ellos. Lo único que obliga la ley en este sentido, es que debe existir un seguro para la vivienda, garantía del préstamo hipotecario, con una cláusula hipotecaria a favor de la entidad prestamista.
El capital asegurado en el concepto continente (paredes, techos, suelos… de la vivienda) no debe coincidir con el capital que figura en la hipoteca, el capital de continente en una póliza de hogar, viene determinado por los metros cuadrados y calidad de la vivienda. En la tasación que nos hacen de la vivienda, coincide con el valor de vuelo o reconstrucción.
Cuando se solicita una hipoteca, NO es obligatorio por ley, la contratación de un seguro de vida que cubra el capital de la misma, aunque siempre es recomendable. En este punto diremos que si una persona decide contratarlo, no tiene por qué hacerlo con la entidad bancaria. La designación de beneficiarios en el seguro de vida, garantía de fallecimiento, le corresponde al asegurado y no es obligatorio que dentro de esos beneficiarios figure la entidad prestamista. Estos beneficiarios podrían ser sus hijos, esposa o cualquier otra persona. Tampoco deberíamos sentirnos obligados a contratar el seguro de vida por un periodo de cobertura superior al año, teniendo que pagar en ese momento la suma de las primas de todos esos años futuros.
Las anulaciones de las pólizas se deben comunicar por escrito a las compañías de seguros con un mes de antelación, tal y como establece la ley de contrato de seguro. Si no lo comunicamos en plazo y forma y sólo devolvemos el recibo, la compañía tiene derecho a reclamar esa prima, y en muchos casos lo hacen.
Por último, indicar que es muy importante que la fecha en la que se solicita un presupuesto, si es posible, no debe estar muy próxima a la de vencimiento de la póliza que deseamos sustituir, con el fin de que se pueda estudiar adecuadamente.
(Con información de Hjalmar Jesús Gibelli Gómez)