Héctor Andrés Obregón Pérez | Activos refugio: ¿Qué son? ¡Características y más recurrentes!

DAT.- Los activos refugio, también conocidos como activos defensivos, son unos determinados activos financieros que, en tiempos de riesgo creciente como épocas de crisis, incertidumbre o debilidad económica, pueden llegar a conservar su estabilidad e, incluso, aumentar su cotización o valor.

Explica Héctor Andrés Obregón Pérez que esta situación se produce porque estos valores están menos expuestos a la volatilidad de los mercados. De hecho, son activos poco sensibles a los ciclos económicos, tanto expansivos como recesivos.

Cuando una economía sufre episodios de alta inflación, alto desempleo o escenarios de volatilidad en los mercados financieros, el valor de activos refugio permanece estable, dando confianza. A su vez, estos activos deben tener un alto grado de liquidez, lo que garantiza un amplio margen de maniobra para su compraventa.

Características

Los activos refugio o activos defensivos tienen tres características que los hacen relevantes en momentos de crisis, además de minimizar el riesgo:

• Liquidez: Un buen activo refugio debe poder convertirse en dinero líquido fácilmente y, por ello, se puede tener la creencia de que, cuando se necesite, estará disponible. Para garantizar esta característica es importante que el valor esté altamente demandado.
• Baja volatilidad: Los activos refugio también necesitan un comportamiento defensivo ante las situaciones financieras y de mercado, consecuencia de una baja volatilidad en su valor. Un activo refugio debe mantenerse sólido en su valor y estable como inversión.
• Baja probabilidad de impago: Estos valores son garantistas en su pago mediante el respaldo de instituciones con alta calidad crediticia que pueda servir de resguardo de la inversión.

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Y los principales activos refugio son…

Según el momento, la evolución del mercado o el ciclo económico, los valores refugio pueden cambiar, pero existen algunos activos defensivos más recurrentes:

• Oro: Este metal es un activo refugio para momentos de tensión en los mercados y cuando hay una alta inflación. A diferencia de otros valores, tiene un carácter físico y tangible. Por otra parte, no paga ni intereses ni dividendos, por lo que sus beneficios se generan por la revalorización de su cotización. Históricamente, el oro ha sido siempre un activo refugio en los mercados. Recordemos que antes de que el dinero fuese fiduciario, el valor de la divisa de los países era en base al patrón oro. Gracias a su descorrelación con el mercado de renta variable, invertir en oro se presenta como una buena forma de destinar tu patrimonio a un valor refugio. El único problema que tiene este activo frente a otros es su elevado precio para inversores pequeños.
• Deuda pública estadounidense: Los bonos de deuda pública estadounidense están calificados como activos refugio de alta calidad crediticia, según el rating de las agencias de calificación de riesgo. El público los asocia a una inversión segura, pero hay que recordar que el nivel de riesgo se incrementa si se alarga el plazo temporal de la inversión.
• Divisas: Las divisas consideradas como defensivas son aquellas de países con economías más fuertes y estables, como es el caso del dólar, el yen, el franco suizo o el euro. En periodos de incertidumbre o debilidad económica, los países con estas divisas son los que brindan mayor seguridad y confianza a sus inversores. Las divisas son activos de alta liquidez que se pueden convertir de manera fácil en dinero efectivo de la moneda local. El dólar, por ejemplo, ha sido siempre un activo refugio debido a que es la moneda de referencia mundial en los mercados financieros. En el caso del franco suizo, su fortaleza se hizo más patente durante la crisis de la eurozona, mientras que la estabilidad de la economía japonesa pone al yen como una divisa fuerte.
• Acciones: Hay ciertos valores bursátiles que tradicionalmente son defensivos, como aquellos relacionados con la alimentación o la industria farmacéutica ya que, aunque haya recesión, la demanda se mantiene. Cierto es que la selección de activos que podemos considerar como refugio no es cerrada, ya que evoluciona con los nuevos activos y las diversas coyunturas. El ejemplo más claro de los últimos años ha sido el del bono alemán a diez años. Este activo de renta fija siempre se había encontrado en las listas y era un activo refugio clásico; sin embargo, con los tipos de interés negativos, ha dado rendimientos negativos en los últimos años.

(Con información de Héctor Andrés Obregón Pérez)