8 mayo, 2024

Antonio París: Hay cuentas negras en la gestión de Cecilia García Arocha

Antonio París: Hay cuentas negras en la gestión de Cecilia García Arocha

La entrevista con Antonio París estaba pautada para las 8 am allí en su consultorio de hace 57 años; pero la secretaria nos pidió un tiempito “porque el doctor está haciendo una cirugía menor”.

Al cabo de unos minutos aparece en el pasillo como si nada. “Estaba extrayendo un lipoma”. Tras la explicación, el ex rector de la Universidad Central de Venezuela (2004-2008) nos hace pasar al cubículo chapado en madera con iluminación de vitrales donde suele ver a sus pacientes en una policlínica de Las Mercedes, municipio Baruta (Miranda).

La pregunta obligaba es “¿después de rector, ahora representante de los profesores?; ¿después de protagonista de la película ahora actúa como un extra?”. Con su habitual sonrisa y manos batientes responde que “sigo siendo actor”. La interrogante le recordó que debe entregarle un documento al periodista y mandó a un médico, ex alumno suyo, a que le alcanzara un sobre manila.

“Espero que tengas por allí la pregunta del por qué después de 11 años renunció un vice-rector académico”, comentó. “También le voy a preguntar por la anterior gestión rectoral que duró 15 años”, le respondemos. “Allí hay cuentas negras”, medio contesta.

De hecho, Antonio París le entregó la silla rectoral a Cecilia García Arocha en el año 2008. “Ella era la secretaria de mi equipo en el rectorado”, dijo París a quien le asomamos el detalle según el cual García alteró la galería donde están colgados las fotos trabajadas de los rectores, para colocar el de ella al lado de Francisco de Venanzi (1958-63) y Jesús María Bianco (1963-70).

De sangre italiana, París llegó de cinco años a Venezuela y cuando ya estaba por graduarse de médico cirujano en la UCV, dormía en la emergencia del Hospital Clínico Universitario, mientras sus padres se acomodaban poco a poco en aquella Caracas convulsa por el golpe cívico-militar que desalojó del poder a Isaías Medina Angarita e instaló a la denominada Junta Revolucionaria.

Ya de médico, tocó un día su consultorio un profesor con quien había reñido por esos días. “Tú y yo tenemos diferencia, pero si me necesitas como médico allí estoy contigo”.

París siempre le narraba ese episodio  a William Díaz (uno de sus alumnos predilectos, ya médico), como para significarle que hay que separar con bisturí “la paja del trigo”, según su testimonio.  

—Acaba de entregar una rectora que pasó alrededor de 15 años en la UCV. Fue su sucesora. ¿Hay algo que califique para ser investigado?

—Sí: las cuentas negras. Hay cuentas negras de esa gestión. Por ejemplo, he recibido comunicaciones de profesores donde están pidiendo que se vuelva a nombrar la directiva del Fondo de Jubilaciones de la UCV. Ese fondo se nutre de lo que cotizamos los profesores. Ese fondo decidieron eliminarlo en la gestión de Cecilia García y que pasara al Consejo Universitario. Allí hay empresas y múltiples cosas.

—¿Están cuantificados esos recursos?, ¿dónde están esos recursos?

—Queremos rescatar eso para averiguar qué pasó con los recursos, con los cuales empezó el Fondo de Jubilaciones.

—¿Ese Fondo de Jubilaciones existe o queda un fondito?

—El Fondo existe pero no existen los recursos con los cuales empezó. La cifra estaba sobre los 25 millones de dólares y aparentemente ahorita no están.

—¿Esas son las cuentas negras como usted las denomina?

—Sí. Hay otra cosa que está en discusión: se compró un centro de imagenología, para exámenes radiológicos, con resonador y tomografía y presuntamente el costo no era por el cual se compró.

—¿Era un costo menor?, ¿hubo un sobreprecio?

—Era menor; hubo un sobreprecio.

—Entonces los profesores quieren que vuelva el Fondo de Jubilaciones.

—Eso es lo ideal. Porque actualmente el profesor universitario tiene un grave problema: salud. Si usted analiza, la mayoría de los seguros trabajan con dos o tres clínicas porque tienen deudas; las clínicas están muy caras por los insumos, hay médicos que le quieren sacar a un paciente el mes completo.

—¿Cuánto es actualmente el seguro de los profesores?

—Tiene un seguro de 15 millones de bolívares. Esa es la cifra máxima que usted puede utilizar. Con 15 millones de bolívares, ¿qué hace usted?. Y ahorita hicieron elecciones en la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv) y la nueva junta con la rectora saliente decidieron que los exámenes médicos se evaluaran en clínicas privadas.

—¿Y en la UCV no pueden hacer esa evaluación de exámenes?

—Claro. Acaso la UCV no tiene una facultad de medicina; no tiene el Hospital Clínico. Vamos a trabajar para que el profesor universitario pueda ser atendido por los médicos de nosotros, los exámenes se puedan hacer en Bioanálisis y los de imagenología en el Clínico.

—Al Clínico le están recuperando su fachada principal.

—El nuevo director está trabajando muy bien para el Hospital Universitario porque eso estaba en ruinas. La última vez que yo estuve allí fue hace dos años y salí con lágrimas en los ojos. Yo empecé a entrar a ese hospital cuando estudiaba tercer año de Medicina. Toda mi vida allí: residente, docente…

—¿Cómo llegó a convertirse en el representante de los profesores ucevistas ante el Consejo Universitario?

—Empecé apoyando al doctor Mario Patiño, quien fue electo decano de la Facultad de Medicina con el grupo Avanza. Ellos me propusieron entrar en esa plancha para las elecciones rectorales. Varios me decían que si ya había sido rector, por qué me postulaba como representante de los profesores.

—Después de actor principal ahora llega como un extra. ¿algo así?

—Sigo siendo un actor principal y además vengo encendido porque hay muchas cosas que hay que averiguar en la universidad de la gestión anterior. —Aja, vamos con la renuncia del vice-rector Administrativo, Bernardo Méndez. Renunció después de 11 años en el equipo de Cecilia García. ¿Qué versión tiene usted?

—Un día él nos llamó, a Guseppe Gianeto y a mi. Tenemos que hablar. Nos dijo: ‘aquí hay un grave problema, yo no estoy manejando el Vicerectorado Administrativo; quien maneja eso es la rectora’. Entonces planteó la renuncia e hizo una serie de acusaciones.

—¿Y qué pasó con eso?

—Se nombró una comisión que absolvió las acusaciones. Muchos profesores se preguntan dónde está esa absolución. Eso no existe en ninguna parte. Méndez renunció porque ya no era el Vicerector Administrativo.

—¿De qué se encarga un vicerrector Administrativo?

—Se encarga de manejar los recursos de la universidad: ingresos propios, empresas, entre ellos.

—¿Y usted tiene ese punto para plantearlo en el Consejo Universitario?

—Apenas llevamos un primer Consejo Universitario. Pero hay algo que sí tengo en agenda y lo recalco: yo voy a pedir que averigüen cuáles son las cuentas negras. El que no la debe no la teme.

—¿Qué hace un representa de los profesores ante el Consejo Universitario de la UCV?

—El representante de los profesores tiene dos funciones claves: uno, recibir comunicaciones de miembros de la universidad planteando problemas existentes bien sea personal o general; dos, ayudar a un buen desenvolvimiento y una buena función de la UCV en este caso. La cabeza visible de cualquier universidad es el rector, pero el órgano que manda es el Consejo Universitario formado por los decanos, representantes profesorales, estudiantiles, del Ministerio de Educación, de los egresados y de la Asamblea Nacional.

—El miércoles pasado ocurrió la primera sesión del Consejo Universitario UCV teniendo a Víctor Rago como nuevo rector. ¿Usted estuvo?, ¿cómo transcurrió?

—Todos estuvimos. Transcurrió tranquilo, porque fue más que todo para conocerse, plantear dos cositas. Se tocó un tema que el rector lo supo llevar bien. Fue el tema que estuvo en redes sociales, de una fiesta que hubo en las afueras del rectorado. Yo comenté que cuando iba a operar a un paciente, éste me dijo ‘¿doctor esa es su UCV?’. Allí se acordó que se van a abrir las investigaciones, porque no son tan muchachos.

—¿Cómo percibe a la UCV actualmente frente a Venezuela?, ¿está activa?, ¿es una voz?

—No. Ahorita no está activa y le voy a explicar las razones. Sumatorias: uno, todo el tiempo que duró está gestión (Cecilia García); dos, la pandemia. Quiero hacer una aclaratoria: la UCV siempre ha estado pendiente del país, tanto en investigación, extensión, docencia.

—¿Con recursos propios?

—En mi primer año de gestión (2004) fue cuando el Gobierno decidió que las universidades podían trabajar con compañías privadas ofreciéndoles la experiencia, investigación y docencia. Facturamos en ese primer año 7 millardos de bolívares. Hicimos convenios con mucha gente y los profesores que entraban en esos proyectos, cobraban. Entonces, la UCV actualmente no está acorde con lo que debería hacer por Venezuela. Además la UCV no puede trabajar sola.

—Voceros del gobierno tildaron de dictadora a la rectora saliente Cecilia García. ¿Se quedaron cortos?, ¿es injusta esa calificación?

—El miércoles cuando estuve en el Consejo Universitario observé muchas caras sonrientes en el piso del rectorado. En la UCV hay esa impresión de que esa gestión de Cecilia García fue como una dictadura. Ella cuando salió del rectorado dio unas declaraciones diciendo que ella había llevado al rectorado decencia y tolerancia. ¿Yo qué dejé en el rectorado?, ¿un genocidio?.

—¿Qué responde a eso?

—¿Tolerancia?, usted me va a perdonar, las puertas mías estaban abiertas. ¿Tolerancia?, cambió la fotos de todos los rectores que están ubicados allí en esa galería de manera cronológica. Me dijeron que ella había volteado mi cuadro. Ella también dice que recibió el rectorado con quema de autobuses, robos, atracos y pare de contar. 

—¿Eso es así como lo dice ella?

—En mi gestión tuve un solo zaperoco: que me querían tomar la escuela de Trabajo Social, universitarios de otra universidad de Caracas; porque como una semana antes los ucevistas le habían caído a golpes a ellos, fueron por eso.

—La UCV fue a elecciones con normas parcialmente dibujadas en una sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. ¿Se puso a derecho la UCV?

—La cosa no es así. El primer lío viene con las elecciones decanales, que se eligen cada tres años y los rectores cada cuatro. Allí hubo un grupo de profesores que querían que no se hicieran las elecciones porque querían que se modificara la ley. Después aprueban la nueva Ley Orgánica de Educación Superior. Luego viene el TSJ y dice que debe votar toda la comunidad universitaria.

—¿Las elecciones en las universidades son un asunto académico o de toda la comunidad universitaria?

—Hay un artículo del cual Chávez se sentía orgulloso, el 109, donde dice que la universidad es autónoma y es profesores, egresados y estudiantes.

—¿Cómo asimiló la universidad en su conjunto esa serie de criterios dictados por el TSJ para ser tomados en cuenta a la hora de celebrar elecciones internas?

—Se empiezan las discusiones y se observa que la Ley Orgánica de Educación quiere cambiar las cosas, pero para mí, ley no mata Constitución. Vino la pandemia, hubo problemas en el Consejo Universitario, algunos querían que se hiciera un reglamento y creo que muchos no querían dejar el coroto.

—Pero el poder de un rector universitario es limitado. ¿O no?

—Le voy a decir una cosa, usted sabe quién tiene poder, el rector de la UCV. El rector de la UCV es reconocido a nivel de América Latina; es uno de los cinco de la región al cual se le dice magnífico, porque es la quinta universidad más vieja del continente.

—Y finalmente acordaron cambiar el reglamento para ir a elecciones con los criterios del TSJ. ¿Es así?

—Hubo problemitas, pero por fin se decidió en el 2022 cambiar el reglamento. Pero no el voto 1 a 1 como querían que se hiciera. El voto de un obrero, un voto empleado, un voto estudiantil y todos los egresados. Por eso planteaban que las elecciones fueran manejadas por el Consejo Nacional Electoral. Por fin se hace el reglamento: profesores activos, voto 100%, estudiantes: 25 votos hacían un voto profesoral y lo mismo se aplicó para obreros y personal administrativo.

—¿Cómo evalúa la aplicación de ese reglamento en las últimas elecciones ucevistas?

—Usted sabe cuál fue la representación de obreros y administrativos que votaron (lo hacían por primera vez): no llegó a 25%. La UCV tiene que promover una nueva ley de universidades.

—Voy con otro punto. El nuevo rector (Víctor Rago), plantea un diálogo con el gobierno del presidente Nicolás Maduro. ¿Qué opina?

—Es lógico. Mire, ¿usted sabe con quién hablaba cuando yo era rector y tenía problemas?, con José Vicente Rangel, que en ese momento era Canciller. En ese tiempo la rectora de la Universidad de Carabobo dijo ‘hay un rector que habla mucho con José Vicente’. La llamé y le dije ‘doctora le voy a decir una cosa, el rector que habla mucho con José Vicente se llama Antonio París’. Pero un día estábamos en el rectorado y me dijo: ‘tú crees que puedas llamar a José Vicente, para reunirnos’.

—¿Y cómo eran esas reuniones con José Vicente Rangel?

—La primera vez que yo fui a hablar con él, el salón parecía una nevera. Cuando entro me dijo: ‘doctor París, el que operó a mi hija en Las Mercedes’. Y yo le pregunté por qué tenía ese aire acondicionado tan frío. ‘Pa’ que se me congelen y bajen la calentera’, respondió.

—¿Y pudieron reunirse todos los rectores con José Vicente Rangel?

—Sí. Yo lo llamé después para decirle que los rectores de las universidades autónomas queríamos una reunión con él.  ‘¿Cuándo Antonio?’, preguntó. ‘El martes’, ‘a qué hora?. ‘A las 10 de la mañana’. ‘A las 10 los espero’.

—¿Y qué pasó en esa reunión?

—Llegamos, nos pasaron a un salón grande y me pidió que me sentara a su lado. Entonces dijo: ‘quiero hacer un comentario, yo quisiera que ustedes, en el futuro, sean como Antonio es conmigo, yo casi le monto una oficina aquí’. Pero aparte de esa anécdota, todo lo que le pedimos lo cumplió.       

Al detal

”Cuando fui rector, las puertas de mi oficina estaban abiertas para cualquier persona. Yo llegaba al rectorado a las 6, 6:10 am y había gente esperándome para hablar conmigo. Creo que uno debe oír, alomejor no solucionas el problema, pero te digo algo: la persona se siente contenta que la oíste. ¿Consiguieron algo?, no, pero el hombre nos oyó, solían decir”. 

“Estando de rector, durante tres años estuvimos discutiendo el Plan Estratégico de la UCV, porque a la universidad hay que cambiarla y hay que cambiarla ahorita. Se creaban múltiples consejos, porque ejemplo el de empleados y obreros, con voz y voto. Pero las nuevas autoridades, encabezadas por Cecilia García Arocha, decidieron no aplicar ese Plan Estratégico aun cuando había sido aprobado en Consejo”.

“Ese Plan Estratégico incluía entre otros, ingresos económicos propios. ¿Por qué la universidad tiene que estar pendiente del ingreso que le da el gobierno?. La universidad tiene cómo (empresas, investigación), generar recursos propios que pueden ayudar a mantenerse. Por ejemplo, si la Facultad de Agronomía y Veterinaria y me perdonan los decanos, trabajaran como debe ser, pudieran ayudar al mantenimiento presupuestario de la UCV”.  



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