Fundación Alma Amiga: ¡Entérate cómo puedes formar parte de su equipo!

Cualquiera que sienta la necesidad de aportarle a la comunidad y a la sociedad siendo útiles y solidarios  será recibido con los brazos abiertos por la Fundación Alma Amiga

DAT.- Alguna vez hemos sentido esa sensación de ser útiles para la comunidad y causar algún beneficio siendo solidarios, incluso más cuando hemos recibido la solidaridad de otros, despertándose en nosotros la necesidad de ser generosos, y hacer de esto un modelo de vida haciéndonos voluntarios de un proyecto social, que haga de este mundo un lugar mejor.

Tal es el ejemplo de la Fundación Alma Amiga (FAA), organización conformada por hombres y mujeres que ponen su esfuerzo, su tiempo de forma voluntaria para hacer bien al prójimo, tanto apoyándolos en sus necesidades básicas, como también brindando herramientas para que estas personas descubran sus talentos y sus dones, para lograr su autonomía y felicidad, dando el mejor ejemplo de ser venezolano.

Pasos para formar parte del equipo de FAA

Cuando nace en ti la voluntad de ser parte del proyecto como voluntario y te identificas con la misión de la organización, solo tienes que ponerte en contacto directo con la fundación a través de su página web, sus redes sociales, o dirigirte en persona a cualquiera que sea parte de la gran familia de la FAA.

Al concretar el primer contacto, haces la postulación al perfil que desees incluirte, tomando como referencia los siguientes indicadores:

• Voluntarios, son todas aquellas personas que hacen posible llegar las ayudas y realizar los eventos planificados por los directores de área y entrar en contacto directo con los beneficiarios de la fundación.
• Embajadores, son personas que han alcanzado un nivel de empatía, simpatía y afiliación con la misión de la Fundación Alma Amiga, y en algún momento construyen sólidos puentes entre Organismos Internacionales, ONG, entes públicos y privados, particulares y colaboradores en general con las actividades de la organización.
• Influenciadores, son aquellas personas que difunden, publican y anuncian los eventos, encuentros y programas de la Fundación Alma Amiga, manteniendo un nivel de filiación cercana y manifiesta públicamente.

Al tomar en cuenta estos indicadores, los interesados se someten a un periodo de inducción, definido por la Junta Directiva de la FAA, con el objetivo de conocer el carácter propio de la misma, y recibir unas horas de formación obligatoria en la filosofía humanística-filantrópica que se profesa en la asociación.

El entrenamiento proporciona soporte y las herramientas necesarias para brindar el mejor apoyo a los beneficiarios de la fundación. Igualmente, la FFA cuenta con un equipo multidisciplinario, que brinda su conocimiento de forma voluntaria, para asistir a los beneficiarios y definir cuál es la mejor ayuda que se le puede brindar al beneficiario.

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Ser un embajador de la FAA es…

Es la persona voluntaria que se identifica con la misión de la fundación, así como los valores que rigen a esta organización, de una forma empática y desean impulsar sus actividades para:

• Promover, organizar y divulgar eventos, que contribuyan con la formación científica académica de los beneficiarios, con asesorías, proyectos e intervenciones que procuren la mejora de toda índole.
• Organizar jornadas de dotación de materiales mínimos para la convivencia social, a la vez que acompañando a las entregas, con una intervención oral de la formación humana comunitaria, alcanzando la concienciación de sus beneficiarios y familiares.

Los Embajadores de la fundación asumen el compromiso de ejecutar el método empleado a través de los Proyectos Humanísticos, tomando como base una estrategia educativa de concienciación de los propios valores inherentes a la naturaleza humana para motivarlos a que por ellos mismo salgan de esta situación con su propio esfuerzo, explotando sus talentos y fortaleciendo su autonomía: Aportando herramientas (materiales, académicas, espirituales y emocionales); procurando que la persona salga de las situaciones precarias; y apoyándolos inicialmente de forma humana y eficaz.

El método está diseñado para que la persona beneficiaria se incline hacia el autoconocimiento dones y talentos, autodescubrimiento de sus propias fortalezas, debilidades, como también las oportunidades y amenazas que lo rodean y trabajar en ello.

Los embajadores acompañan a sus beneficiarios ante una situación de riesgo social, familiar o escolar, aplicando el método para introducirlos en la auto conservación y la asistencia inmediata en los psicológico, sanitario y civil en general brindando herramientas a corto y mediano plazo para que puedan insertarse efectivamente en la sociedad.

Aplicando una estrategia educativa

El método que impulsa la FAA se basa en una estrategia educativa de concienciación de los propios valores subyacentes en la naturaleza humana, aportando herramientas materiales, académicas, espirituales y emocionales, que procuren que la persona salga de las situaciones de miseria, al principio con el apoyo humano eficiente y eficaz, y luego con su propio esfuerzo usando sus talentos y autonomía.

Los voluntarios son los responsables de que estos métodos lleguen cada vez a más personas, comprometiéndose a la promoción, organización y divulgación de diferentes eventos y jornadas de dotación de materiales mínimos para la convivencia social, a la vez acompañando las entregas con una intervención oral de formación humana comunitaria.

Ser un voluntario de la FAA es un compromiso altruista, inspirados en brindar asistencia a la infancia que vive en comunidades de riesgo social, familiar y escolar, además de ayudar al adulto mayor a cubrir sus necesidades básicas, organizando eventos en los que participan activamente el voluntariado y sus embajadores.

La Fundación Alma Amiga a través de su voluntariado, embajadores y grandes colaboradores como Enrique Alberto Romero Domínguez, apoya incondicionalmente su labor en la reeducación que trabajan los agentes de cambio, para crear todas las condiciones óptimas en beneficio del prójimo, hacia una mejor calidad de vida.

(Con información de la Fundación Alma Amiga)