Chris Arsenault entregó su vida por los gatos en su refugio

Hay perdidas irreparables como la vida y acciones que marcan la diferencia. Christopher Arsenault, fundador del refugio Happy Cat Sanctuary en Medford, Long Island, perdió la vida al tratar de salvar a los gatos en medio de un devastador incendio que consumió el santuario. Se estima que aproximadamente 100 gatitos y su tutor, Arsenault de 65 años, perdieron la vida en el siniestro.
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Un refugio nacido del amor y la resiliencia
Chris fundó el santuario Happy Cat Sanctuary en 2006, después de perder a su hijo en un accidente automovilístico, en medio de su duelo. Y no es casualidad que encontrara en los gatos abandonados, un propósito claro, para seguir adelante.
Brindarles un hogar seguro y ofrecerles el trato que la calle no suele dar. Poco a poco el cobijo temporal, se convirtió en definitivo tras la falta de familias que quisieran adoptar a alguno de estos animales. Hasta que se convirtiera en un santuario con más de 300 gatos, libres de maltrato.
Las autoridades locales, consideraron que no era un espacio apropiado para albergar tantos animales y que no cumplía con los reglamentos municipales. Por esta razón, ya tenía planes claros de trasladar el santuario a un espacio óptimo para el mes de mayo. Sin embargo, todo cambió de un momento para otro.
El incendio que lo cambió todo
La tragedia ocurrió la mañana del lunes 31 de marzo, una explosión alertó a la comunidad y en cuestión de minutos, había fuego en todo el lugar. Christopher no dudó en enfrentarse al fuego, para salvar la ida de sus protegidos.
Se internó en el fuego para salvar a sus gatos, pero no logró salir con vida, pese al esfuerzo de los bomberos, que llegaron casi de inmediato. Los equipos de emergencia, consiguieron rescatar alrededor 200 felinos, aunque muchos de ellos se encuentran en estado crítico por inhalar humo y quemaduras.
Incertidumbre y acción


Esta noticia se propagó como el fuego mismo y alrededor del mundo la comunidad animalista lamenta esta gran pérdida. Con la duda latente de qué pasará con estos 200 gatos o más que han sobrevivido, pagar su recuperación, alimentación y reubicación.
Sin duda alguna, Chris ha dejado un gran vacío y dolor en medio del caos, pero ¿cómo se puede ayudar a estos animales? Una de sus compañeras más cercanas, abrió una campaña de recaudación, para salvaguardar la tanto la calidad de vida, como la vida misma de estos gatitos sobrevivientes.
Descansa en paz, Chris. Tu amor por los gatos seguirá vivo en cada ronroneo agradecido de aquellos a quienes dedicaste tu vida.