20 abril, 2025

Siguieron un camino de bolsas azules por el Darién que terminó en la pesadilla americana

Siguieron un camino de bolsas azules por el Darién que terminó en la pesadilla americana

Los migrantes venezolanos encarcelados por las autoridades migratorias de Estados Unidos (EEUU) sufren vejaciones a diario a manos de sus carceleros; mala alimentación, golpizas, humillaciones y terror psicológico son algunos de los maltratos que expresaron tres de los retornados en los últimos días en los vuelos del Plan Vuelta a la Patria de Conviasa.

En un programa especial de VTV, el periodista Julio Riobó entrevistó a Kendry Urdaneta, oriundo de Ciudad Ojeda, estado Zulia, quien debió pagar 800 dólares sólo por atravesar la selva del Darién entre Colombia y Panamá, en un viaje de cinco horas en lancha y cuatro días de camino, en el que seguían “bolsas azules” dispuestas en la ruta.

Además, en Guatemala canceló a los denominados coyotes para poder transitar; en total, mencionó, entregó entre 2 mil y 3 mil dólares para llegar a Estados Unidos (EEUU).

Dijo que en el Paso, Texas, sufrieron daños psicológicos por los oficiales de migración, en donde les dicen que pueden durar entre dos a tres años. La alimentación, agregó, era mala con líquidos dañinos “sabor a cloro”.

Detalló que los funcionarios de migración extorsionaban a los migrantes recluidos en barracas, repletas con más de 80 personas que dormían en colchas sin cobijas.

Por su parte, Diego Matos, venezolano que vivió en Colombia y decidió ir a EEUU para conseguir “una mejor vida” con el apoyo de su hermano, comentó que “todo el mundo tiene que pagar para poder caminar por la selva del Darién” en donde vio mucha gente deshidratada y muerta.

Detalló que los coyotes los abandonan en la frontera con Panamá, mientras que la travesía por la selva la realizan solos. “Nos dicen que siguiéramos las bolsas de basura azules”, comentó. Una vez salen del lugar, los atiende una comunidad indígena que los trasladan hasta la ONU del país centroamericano.

Dijo que vivió mucha discriminación en los centros de reclusión de El Paso, donde fue encarcelado por las autoridades migratorias sólo por tener un tatuaje. “Los gringos nos tratan mal, la comida es insuficiente”, recordó.

Matos agradeció al presidente Nicolás Maduro las gestiones para repatriar a los venezolanos, porque le permitió estar junto a su familia nuevamente.

Víctor Gamero, como la mayoría de los migrantes venezolanos, llegó a EEUU caminando y al arribar al país del norte los coyotes le pedían 10 mil dólares para pasarlo; en los casos más extremos, comentó, secuestraban a las personas y les exigían a sus familiares altas sumas de dinero.

Gamero coincidió con los otros entrevistados sobre el relato de las bolsas azules. “Cada 500 metros veías una bolsa amarrada en un árbol, así sabíamos que íbamos por el camino”, sin embargo, detalló que otros migrantes se extraviaban y terminaban cayendo por riscos o mordidos por serpientes venenosas.

Ya en Denver, EEUU, el primer día fue arrestado y encarcelado por las autoridades migratorias durante un año y dos meses, a pesar de que no tenía tatuajes. “Violan su propia política, porque se supone que a los 180 días si no tienes delitos debían liberarme (…) pero al cumplirse el tiempo, me cambiaban del centro”, denunció.

“Vi cómo moría gente, vi cómo secuestraban gente; nos trataban como una basura”, rememoró.

Finalmente, Gamero agradeció al presidente Maduro y a todas las autoridades venezolanas el poder regresar al país y les pidió ayudar a los demás venezolanos que se encuentran detenidos en EEUU.

Ver fuente