Juanfe Serrano Ponce | Gestión de riesgos en comercio exterior: ¡Un proceso imprescindible!

DAT.- La gestión de riesgos en el comercio exterior juega un papel impredecible para las empresas de importación y exportación, pues es una práctica fundamental para llevar a cabo intercambios comerciales transparentes y seguros. Ninguna operación está libre de vulnerabilidades; sin embargo, se pueden evitar con las estrategias correctas.

Explica Juanfe Serrano Ponce que la gestión de riesgos en comercio exterior trabaja por capas o jerarquías donde se clasifican según su origen en la cadena de trabajo, nivel de peligro y consecuencias. Una vez que los riesgos son identificados, se trazan los métodos de prevención y solución.

¿Cómo puedes saber cuáles son los riesgos que corre tu empresa y dónde se originan? Primero debes separar el proceso en partes: suministros y proveedores, trámites aduanales y documentación, logística y transporte y, por último, recepción de la mercancía. Analiza los procesos que se realizan en cada fase, compara datos y encuentra los errores más comunes que tu empresa y otras compañías cometen.

Algunos de los riesgos más comunes son:

• Riesgos de planeación: mala gestión de proyectos, mala comunicación entre proveedores, falta de claridad y transparencia y falta de metodologías correctas.
• Riesgos económicos: mala gestión de la financiación del proyecto y cambios de las condiciones del mercado.
• Riesgos aduaneros: falta de acceso a datos, información y documentos no actualizados, errores en la clasificación arancelaria.
• Riesgos operativos: cambios en la cadena de suministros, retrasos en el transporte, mala gestión logística y cambios en los procedimientos.
• Riesgos humanos: personal no capacitado y movimiento continuo de personal.

Estrategias de Mitigación

La gestión de riesgos en comercio exterior tiene como prioridad la prevención, por lo tanto, la primera estrategia es realizar un análisis para identificar las vulnerabilidades. Una vez que tengas identificados los puntos que amenazan tus operaciones, haz una lista de acuerdo al nivel de peligro que representan, así será más sencillo reconocer cuáles necesitan tratarse con urgencia.

Existen tres formas básicas para manejar la gestión de riesgos en el comercio exterior: evitación, control o reducción y transferencia.

La primera forma consiste en anticipar los riesgos desde la planificación inicial del proyecto, de tal forma que resulte menos probable cometer errores que expongan a la empresa. Por ejemplo, planifica desde el inicio cuál es la clasificación arancelaria de tus productos, qué documentos se necesitas, cuáles son los trámites aduaneros a realizar, etc. Tener todo claro a y a la mano reduce la probabilidad de multas y sanciones por descuidos.

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La segunda forma consiste en quitar del camino todos los elementos que entorpecen los procesos. El comercio exterior ya es complejo; agregar más dificultades como el exceso de datos y procedimientos innecesarios puede causar problemas a futuro. Las estrategias de reducción en el área de transporte y logística te ayudarán a agilizar los procesos y evitar retrasos o pérdidas de mercancía.

La tercera y última consiste en trasladar los riesgos hacia un tercero, si los peligros son inminentes, entonces es necesario buscar formas inteligentes de mitigar el impacto. Supongamos que importas aparatos electrónicos, un área donde los robos son comunes; no puedes hacer nada ya que el problema va más allá de tu empresa, en ese caso lo mejor es contratar un seguro cubra las pérdidas.

(Con información de Juanfe Serrano Ponce)