4 octubre, 2024

Juanfe Serrano Ponce | ¡Entérate! 10 consejos para ahorrar costos en el comercio internacional

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DAT.- Contrario a la creencia popular, el comercio internacional no tiene por qué ser especialmente costoso. Ahora bien, ¿te has preguntado por qué tantos pequeños y grandes negocios no se atreven a incursionar en el mundo del comercio internacional? Mucho de esto tiene que ver con esa creencia. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así.

Explica Juanfe Serrano Ponce que la clave para completar nuestras exportaciones e importaciones está en conocer las estrategias de optimización de costos necesarias. No siempre se trata de gastar lo que nos cuentan: hace falta investigar mejores opciones.

¿Quieres implementar las operaciones de comercio internacional en tu negocio, pero temes que tu presupuesto no se ajuste? A continuación, te compartimos algunos de los mejores consejos para ahorrar costos en este tipo de comercio.

Contenido

Analiza tus proveedores

El análisis de proveedores consiste en revisar las condiciones y relaciones comerciales que se establecen entre las empresas y los proveedores en cuestión. De no hacer este análisis con antelación corremos el riesgo de enfrentarnos a retardos, estafas o, incluso, robos. Así mismo, el análisis nos permitirá establecer vínculos más duraderos que, por consiguiente, se transformarán en alianzas sostenidas por la confianza, la lealtad, el compromiso y, desde luego, los resultados más óptimos en cada oportunidad.

Planifica tus envíos

La entrega eficaz y sin problemas son demandas base en la fidelización del cliente. Por ende, planificar para obtener una mayor eficiencia y rentabilidad es clave. Algunos aspectos a tomar en cuenta son, por ejemplo: la planificación de rutas con límites de carga, horarios y restricciones territoriales; monitoreo de flota y conductores en tiempo real; y un sistema de comunicación y actualización regular con el cliente en turno.

Utiliza el transporte más adecuado

En términos generales, contamos con cinco grandes opciones cuando se trata de transportar nuestras mercancías, las cuales son: camión de carga, tren, avión, barco y transporte multimodal. Escoger un medio dependerá de la naturaleza de nuestra empresa. Algunas preguntas que puedes plantearte para seleccionar el medio de transporte que más le conviene a tu mercancía son las siguientes: ¿Cuál es el destino final de tus productos? ¿Qué disponibilidad de medios de transporte existe en tu país/región? ¿Qué tipo de producto maneja tu empresa (perecederos, frágiles, peligrosos, etc.)? ¿Qué tan rápido necesitas que llegue tu producto? ¿Cuál es el presupuesto que puedes dedicar al transporte?

Negocia los precios de los fletes

Los fletes son esa clase de servicios cuya tarifa puede variar dependiendo de numerosas incidencias. Sea un cambio de ruta forzoso, un retraso por cuestión de tráfico o el precio de la gasolina; esta es la razón por la que se recomienda tener un plan de negociación. Para esto será necesario definir todas las posibles variables y presentarlas ante el servicio de transporte. De esta manera, contaremos con los argumentos necesarios para sostener nuestra solicitud de negociación de precios. En todo caso, recuerda que entre los elementos de servicio que puedes negociar se encuentran las tarifas, el depósito, los días libres del contenedor y los puntos de entrega.

Controla tus costos de almacenamiento

Los costes de almacenamiento se dividen en costes de infraestructura, de instalaciones y de gestión y manipulación; y pueden ser de tipo fijo o variable en función de los productos que se mantienen o no en stock. Para controlar los costos que empleamos en almacén es necesario llevar un control de nuestro inventario. Identificar las condiciones de almacenamiento de la mercancía, el tipo de demanda, la optimización de recursos y, desde luego, la ubicación del almacén.

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Utiliza herramientas digitales

Desde hace un par décadas contamos con herramientas digitales que nos han facilitado enormemente el intercambio de mercancía a nivel internacional. Prescindir de las mismas en la actualidad equivale a imposibilitar el crecimiento de nuestra empresa. Así dicho, hoy contamos con tecnologías que benefician la gestión interna y la monitorización de envíos tales como al sistema RFID, el Internet de las cosas (IoT), los softwares SGA, MES o Trac&Trace, la codificación QR, el blockchain o el ‘voice picking’.

Aprovecha los acuerdos comerciales

Los tratados comerciales han permitido a los países acceder a un mercado internacional con oportunidades en recursos y en productos. Generalmente, estos documentos facilitan el tránsito de mercancías de un país a otro, optimizando operaciones y gastos. Entre algunos de los beneficios de los tratados comerciales que tu negocio puede aprovechar están el acceso a mercados más amplios, y la eliminación de condiciones, aranceles y barreras comerciales, entre otras facilidades de logística y relaciones públicas.

Reduce los costos de embalaje

Si tu empresa aún no incorpora operaciones de comercio exterior, es probable que no entiendas el dolor de cabeza que conlleva el embalaje. En materia de costos, debemos considerar gastos de maquinaria, espacio, material, logística y sostenibilidad. Algunos consejos para reducir nuestros costos de embalaje son: realizar compras al por mayor, homogeneizar embalajes, etiquetar correctamente, elegir embalajes de calidad y escoger un proveedor único y responsable.

Controla tus gastos financieros

De la mano con lo que mencionamos sobre la negociación de gastos en servicios de flete, tu negocio debe poner límites a su presupuesto. Lo mejor para esto será hacer un plan presupuestal donde establezcas mínimos y máximos según la oferta y los riesgos. Igualmente, antes de contratar un servicio (de transporte, software, consultoría, etc), asegúrate de revisar diversas opciones. Antes de gastar, verifica la relación calidad-precio y cerciórate que realmente vale la pena invertir en tal o cual servicio.

Aprende de tus errores

Uno de los consejos más valiosos para cualquier emprendedor es mantener nuestra mente abierta. A todos nos pasa que pensamos en un proyecto o actualización como la mejor decisión posible sólo para arrepentirnos poco después. Lo más importante es que aprendamos de estas situaciones, que verifiquemos constantemente nuestro progreso y trabajemos para enmendarlo en cuanto nos sea posible.

(Con información de Juanfe Serrano Ponce)