3 mayo, 2024
Descubren proteína que activa gravedad del cólera

Un grupo de científicos de diferentes institutos descubrieron cómo activiar la toxicidad de la bateria del cólera, lo que serviría para encontrar nuevos tratamientos contra la enfermedad.

Los científicos son del Instituto de Biología Molecular de Barcelona (IBMB-CSIC), del Instituto de Investigación Biomédica (IRB), ambos en Barcelona (España) y de la University of Detroit Mercy (EEUU).

La investigación fue publicada en la revista PNAS y revela los componentes activos de una proteína unida al ADN que activa diferentes genes, entre ellos las bacterias causantes del cólera.

El trabajo, dirigido por Miquel Coll, ha revelado la estructura atómica de la proteína ToxR, que está unida al ADN de dos promotores de los genes que causan la virulencia de la bacteria; refiere la agencia de noticias EFE.

La proteína ToxR cuando se activa, genera la producción de la toxina colérica.

Esta, detalló el científico; genera diferentes síntomas como diarrea grave y deshidratación, lo que podría ser mortal si no llega a tratarse a tiempo.

Según los estudios realizados, ToxR se une a múltiples secuencias reguladoras del ADN bacteriano, bien en tándem o de forma invertida, captando a su vez la ARN polimerasa, la máquina molecular que transcribe los genes.

Por su parte, el investigador Albert Canls indicó que esta proteína se transmite hasta llegar al ADN “desencadenando la cascada de toxicidad”.

El activador clave del gen de virulencia de ‘Vibrio cholerae’, ToxR, ha sido estudiado durante años por varios laboratorios, pero la forma exacta en que interactúa con el ADN era un misterio hasta ahora.

Pese a que existe tratamiento, muchos países han notificado casos de cólera recientemente, tales como Haití, Malawi, Yemen y Siria, cuyas naciones se encuentran sumergidas en una espiral de violencia y una fuerte crisis social.

Según los investigadores, el incremento de casos a nivel mundial ha crecido en los últimos años, y cada vez son más numerosos, más extendidos y más graves debido, en gran parte, al cambio climático que provoca inundaciones, sequías y migraciones masivas.

También los conflictos bélicos y las catástrofes naturales limitan el agua potable y facilitan la propagación de la enfermedad.



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