3 mayo, 2024
De Bretton Woods a la ONU, 2

Bien, salimos de Bretton Woods y entramos ahora en la ONU, pero sin olvidar que es en este espacio planetario, el de la ONU, que se realiza, en lo político-ideológico, económico y cultural, el proyecto de dominio mundial de Estados Unidos (EU) ya definido y aceptado por los presentes en Bretton Woods, aun si se reconoce que su aceptación por la Rusia soviética fue silente y distante. EU funda la ONU en 1945 en San Francisco, donde se realiza su reunión inicial. Y como en Bretton Woods, nuestros países latinoamericanos, patio trasero de EU, fueron clara mayoría en esas primeras reuniones de la ONU, por ser esenciales para apoyar el dominio yankee, mientras la Unión Soviética, aliada vista ya por EU como inminente rival, queda reducida a su mínima expresión. Y en 1947 la ONU se instala en Nueva York, lo que la ata a EU haciendo de este la capital política del mundo.

Por supuesto la ONU tuvo también aspectos positivos y logros tempranos que aún alimentan su propaganda. Pero lo que quiero aquí es desmontar esa propaganda por su uso manipulador y su carácter engañoso. Y empiezo poniendo en evidencia las 3 grandes mentiras de que se nutre el mito de la ONU: de su nombre; de representar a la “comunidad internacional”; y de ser “el parlamento de la humanidad”. 

1.  La ONU nunca ha fue una Organización de naciones unidas como proclama su nombre. No podía serlo. En principio, luego de Bretton Woods, contaba con unos cuarenta países dóciles que aceptaban su dominio, pero estos eran solo una parte del mundo y más que una Organización de naciones unidas eran una fila de países seguidores suyos que pronto  marcaron límites, sobre todo en el caso de Europa. Y cuando en 1947 EU declara la Guerra fría y divide el planeta en 2 mitades, una buena y otra mala, a esta, la mala, encabezada por la Rusia soviética y luego por Rusia y China y que en respuesta se define y organiza como campo socialista, EU decide enfrentarla apoyada en su férreo control de la ONU y luego mediante guerras que llenan de violencia las décadas que siguen. 

2. Una organización imperialista y prepotente como esa no podía ser ni fue nunca expresión de “la comunidad internacional”, no solo por su carácter imperial y colonialista sometiendo países a su amo estadounidense, sino porque la sociedad humana es demasiado compleja para que se la reduzca a una sola comunidad y menos aún si va a ser representada y dirigida por EU, que dirige y atropella a todo el mundo. Lo que sí hay es suerte de amistosas comunidades compartidas por varios países que no pretenden ser comunidad universal y que, mediante esas relaciones, generan acuerdos estables compartidos, que no necesitan de la ONU y menos aún aceptar que EU les imponga a la fuerza la caricatura servil de su modelo de vida, que trata de imponerle al resto del mundo al que pretende someter y dominar.

3. ¿La ONU parlamento de la humanidad? Esa es la mentira más cínica y falsa de las 3. La ONU no es un parlamento y menos el de toda la humanidad. Los parlamentos están formados por representantes que tienen poderes iguales y de cuyas discusiones salen decisiones que son aplicadas. Nada de esto tiene que ver con la ONU. El organismo que en ella decide es el Consejo de seguridad formado por 5 miembros. Y EU tiene la mayoría. La asamblea, formada por países, es un gran espacio para hacer catarsis cuyas propuestas y decisiones carecen de valor, además de que EU controla también a la mayor parte de esos países con dinero, armas y amenazas. Pero cuando las decisiones de la asamblea no coinciden con sus intereses, no importando la magnitud de la mayoría con la que se hayan aprobado esas decisiones, EU impone su voluntad y es esa la que vale. Los ejemplos sobran. En los 70 la asamblea condenó el sionismo, pero EU siguió apoyando a Israel y sus crímenes contra los palestinos. Las aplastantes condenas de la asamblea al criminal bloqueo de EU contra Cuba han reunido a casi la totalidad de los votos de sus miembros, pero EU con su solo voto impone su voluntad. Es una burla servil llamar a eso parlamento, y más aún de la humanidad, como hace el tarifado escritor Paul Kennedy en su acomodaticia Historia de la ONU.

Estas cosas son históricas y las recuerdo porque su importancia las mantiene vivas. Lo que cuenta es que la ONU es el principal instrumento político de poder de EU y que no solo esa ONU es suya, sino que lo son también todos los organismos creados, derivados y dependientes de ella, lo mismo que los mercenarios suyos que actúan como secretarios generales. Basta ver lo que declaran y lo que callan. 

La crisis de la ONU es tal que desde hace décadas se viene hablando de reformarla y hasta ha habido propuestas concretas al respecto. Pero en realidad parece no saberse bien lo que se quiere. No se propone ampliar los escasos poderes de la asamblea porque con razón se confía poco en ella por ser demasiado grande y heterogénea y porque EU tiene muchos modos de controlarla y manipularla. Lo que se propone es ampliar el Consejo de seguridad, lo que nada resuelve, pues solo se trata de agregarle varios nuevos miembros, es decir, ampliar un poco el grupo de países que tienen poder real y que sí deciden porque están por encima de los otros, de la mayoría. 

EU está pendiente de eso buscando como siempre que solo se produzcan cambios que no afecten su dominio del mundo. El gobierno de Biden ha intentado varias cosas. En primer lugar, reunir fuera de la ONU en forma virtual, para recibir órdenes y sugerencias suyas, a un grupo grande de países a los que califica de verdaderas democracias, opuestos por supuesto a Rusia y a China, y que aceptan su hegemonía, incluyendo a muchos que le son francamente serviles. El total de esos países, que ha reunido virtualmente 2 veces en meses recientes, supera el centenar, pero no puede decirse que esas reuniones hayan sido exitosas ni que abran camino a una reforma de la ONU como la que quiere EU. Además, como EU trata de conservar su hegemonía y su poder militar, Biden ha combinado esas reuniones con el plan en marcha de convertir la OTAN en un poder militar mundial, poder suyo, que abarque no solo a Europa sino también a Asia y África, ampliando así la amenaza yankee de una guerra mundial nuclear.

Por su parte, también China y Rusia se han movido, pero en una verdadera línea de cambio importante de la ONU, o, mejor, de las relaciones mundiales. China ha extendido y diversificado la Ruta de la Seda y ha convertido en principal centro de comercio de la economía mundial actual al Mar del sur de China, en el que EU quiere moverse como si fuera mar suyo y no de China. Por su parte, Rusia ha aumentado su influencia en África y sus relaciones comerciales con países africanos. Y ambas, China y Rusia juntas, han logrado llevar la paz al Medio Oriente árabe y musulmán acabando así el medio siglo de guerras criminales provocadas por EU para mantener su venta de armas, su saqueo de esos países y su dominio sobre el petróleo. 

Pero las cosas relativas a la ONU siguen confusas. Porque para EU se trata de cambiarlo todo para que todo siga igual, como en Il gattopardo,la famosa novela de Lampedusa, mientras que si, como quieren China y Rusia, y también los reanimados BRICS, se logra construir un mundo multipolar en que los países sean libres, puedan comerciar con libertad y sacar ventajas de esa multipolaridad sin que nadie venga a invadirlos o a someterlos al modelo de un país dominante como EU, o como cualquier otro, entonces todo indica que sobraría por completo ese organismo colonizado y corrupto que es la ONU, la cual debería desaparecer junto con el dominio imperial de EU, que es el que, en medio de su crisis, lo sostiene. Son cosas para ir pensando en ellas y para actuar más pronto que tarde a objeto de empezar a salir de este pantano.



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