25 abril, 2024

APRENDE | 5 claves para evitar una crisis de pareja tras la llegada del bebé

La llegada de un bebé obliga a la pareja a ajustarse a una nueva vida, y muchos no están preparados para enfrentar crisis e imprevistos

Justo en el momento en que tu bebé nace sientes un amor infinito por tu pareja, esa persona maravillosa con quien acabas de dar vida a una nueva criatura perfecta que sostienes en tus brazos. Pero para muchas parejas ese amor dura poco.

Poco después del nacimiento comienza el ajuste a una nueva vida, y por mucha planificación que hayan tenido sobre el asunto, la verdad es que es imposible anticiparse a todo lo que puede ocurrir y existe la posibilidad de que todo se torne muy difícil en la relación.

La psicóloga Isabel Rangel explica que muchas parejas con problemas creen que tener un hijo les acercará y establecerá una meta en común que resolverá sus conflictos, pero están muy equivocados, nada más alejado de la realidad.

Del mismo modo existen parejas que se llevan muy bien y tienen todo perfectamente planeado para la vida en familia, pero poco después del nacimiento del bebé entran en crisis debido a situaciones que nunca se imaginaron que pudiesen ocurrir.

Para que tengas una posibilidad de prevenir esto, aquí te deja 5 puntos clave que deben analizar, entender y asumir para que su relación sepa cómo afrontar una crisis.

Falta de sueño. Despertar cada dos horas en la madrugada durante la primera semana te hará sumamente susceptible a que cualquier estímulo, por ligero que sea, podría desencadenar un ataque de ira épico. Lo que antes tomabas a la ligera podría ahora generar rencores y sentimientos incontenibles. Deben asumir que el insomnio será una constante durante un tiempo, por lo que sería bueno que identifiquen desde un principio los factores que los hacen explotar para que logren entender cómo controlarse y poner las cosas en perspectiva.

Colisión de ideales. Cuando una pareja decide levantar una familia las diferencias de criterios cuentan, ¡y mucho! Lo que a uno le puede parecer intolerable al otro le puede parecer algo normal y cotidiano. Cosas como bañar al bebé a diario, dormirlo meciéndolo o dejándolo llorar, llevarlo a una guardería o buscarle una niñera. Lo realmente malo en todo eso es que esas cosas simples pasan a convertirse en temas viscerales en los cuales podemos ser intransigentes. Como pareja deben identificar lo que es prioridad real de lo que es capricho, y asuman que en algún punto deben dar su brazo a torcer y adaptarse.

Celos. Es ilógico que una persona sienta celos de lo que uno de los padres siente hacia el recién nacido, pero pasa. A pesar de que no se convierten en niños inseguros, los hombres si llegan a sentirse desplazados sin saber exactamente cuál es su rol. Les puede tomar un poco de tiempo entender su papel de padres e involucrarse de lleno, pero eventualmente asumirán su parte y en algunos casos crearán un vínculo inquebrantable con el bebé.

Espacios propios. Un recién nacido acapara toda la concentración y energías de ambos, y en poco tiempo te darás cuenta de que no hablas de otra cosa que no se relacione con el bebé: pañales, leche y metas para su futuro. Pero la paternidad no implica que dejen de ser quienes son, con sus propios espacios y realidades. Busquen un espacio frecuente en el calendario para ustedes: salir a tomar un café, ver una película o simplemente hablar de otra cosa que no sea el bebé.

Comunicación. Guardarse cosas es sumamente tóxico para cualquier relación. Lo mejor es hablar a tiempo, decir las las cosas en un momento tranquilo antes de que se fusionen problemas y emociones y lo descarguen todo de una vez.

No es un tema de todas las parejas, pero Isabel Rangel asegura que muchas si enfrentan esta realidad que pondrá a prueba la tolerancia, el respeto y el amor que se tienen. Para aquellas parejas que sepan anticiparse y adaptarse saldrán fortalecidos para enfrentar nuevos retos en la vida.