29 marzo, 2024

La violencia que se ha generado en las calles de Venezuela parece estar desbordada y aumentar a medida que pasa el tiempo, este miércoles nuevamente varios trabajadores de la prensa resultó heridos cuando trataban de realizar su trabajo de informar sobre lo que sucede en el país. De acuerdo con una información que publicó el portal de noticias de El Universal, hasta el momento hay 115 profesionales de la comunicación que han resultado afectados por la violencia en las calles.

Bernardo Luzardo, reportero del canal de Globovisión, quien trató de llevar a cabo su trabajo reporteril en la urbanización Altamira, fue víctima de una agresión, que incluso lo llevó a chocar la camioneta en la que se trasladaba hacia un poste, porque grupos radicales, presuntamente identificados con la oposición venezolana, lo siguieron, incluyendo a su camarógrafo y asistente, cuando notaron que eran periodistas.

Por ello, Marco Ruiz, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), expresó que en la medida que ha aumentado la “represión” hacia las manifestaciones opositoras por parte de organismos de seguridad del Estado, también se ha incrementado hacia periodistas y trabajadores de medios las agresiones.

“Desde el inicio de las protestas antigubernamentales el 4 de abril de este año, más de 115 periodistas y trabajadores de la prensa han sido agredidos y existe una intención manifiesta de evitar que se registre la noticia”, expresó.

Durante una entrevista que ofreció en canal Televen al periodista Carlos Fernández, denunció que cuando los efectivos de seguridad abordan a los profesionales de la comunicación, les «destruyen y roban» su material informativo, asimismo, en oportunidades cuando “tocan con suerte”, les piden que borren lo que han grabado.

El viernes pasado denuncié ante la Fiscalía la actuación articulada de grupos paramilitares que han agredido a trabajadores de los medios; uno de esos casos fue al equipo del canal Vivo Play, el cual fue sometido y secuestrado por paramilitares, que luego de tenerlos arrodillados en una vía pública, los entregaron de manera coordinada a funcionarios de la Dirección de Contrainteligencia Militar (…) Hay al menos un nivel de articulación entre estos grupos paramilitares y el Estado a través de los organismos de seguridad que es gravísimo”, indicó.