el fascinante universo de Max Miller

La historia no era la asignatura favorita de muchos en el colegio. Puede llegar a ser un tema árido. Estudiarlo está lleno de nombres y fechas y en ultima instancia, siempre siguen quedando las dudas más interesantes de cómo funcionaban estas viejas civilizaciones. Muchos se ha escrito sobre las guerras o los gobiernos, pero un enfoque generalmente inexplorado es el mundo de la cocina.
Max Miller tiene una propuesta para solucionar esto, que es «comerse la historia». El suyo es un canal de Youtube híbrido bastante fascinante. Por un lado, hace recetas de principio a fin como esperarías de cualquier otro canal de cocina. Por otro, sus vídeos son temáticos de una época o evento concreto de la historia. Cada una de sus recetas está meticulosamente documentada siguiendo libros de la época y personajes históricos que las cocinaron.


Resulta que la comida es un punto de partida perfecto para aprender historia. Cosas como que la vida de los panaderos victorianos era bastante miserable. Aplacar los deseos de la ansiosa clientela era laborioso de más y a veces mortal por las pésimas condiciones en las que trabajaban. En otra ocasión nos cuenta como en la Edad Media ya tenían su versión de la comida rápida, una suerte de empanadillas fritas que llevaban pasas o nueces y se compraban en la calle.
El proceso de realizarlas es a menudo tan interesante como la historia detrás de ellas. En ocasiones modifica ligeramente la receta, bien para adaptarla al paladar moderno o para evitar usar ingredientes de la época dudosamente seguros, pero a menudo la mantiene prácticamente intacta. El formato es el mismo en casi todos sus vídeos, intercalando el proceso de cocina con su contextualización histórica, incluido casos reales en los que se usó esa receta.
La sorpresa en muchos de casos es poder establecer paralelismos entre la cocina actual y la que tiene décadas e incluso siglos de historias. En uno de sus vídeos habla de banquetes romanos, que tenían como postre lo que esencialmente es un churro de nuestros tiempos pero enrollado. Si es que está todo inventado.