28 marzo, 2024

¡ENTÉRATE! La terapia para el Parkinson puede ayudar para tratar la obesidad

Daniel Rangel Baron - Estimulación Cerebral Profunda contra la obesidad

Una neuroterapia que ha demostrado ser efectiva para tratar el Parkinson genera como efecto una perdida controlada de peso

 

El avance científico se ha enfocado en buscar las bases neurales de la obesidad. Han estudiado la morfología cerebral y hasta los fundamentos neuropsiquiátricos, generando una estimulación profunda para controlar su peso.

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Un neuroestimulador

Un estudio científico encabezado por Allen L. Ho, de Standford University School of Medicine, propuso la Estimulación Cerebral Profunda como un tratamiento idóneo para ayudar a las personas obesas a controlar mejor su peso y su comportamiento con respecto a la comida.

Daniel Rangel Barón, presidente de Rismed Oncology Systems, explica que, según el estudio, los pacientes son tratados a través de un neurotransmisor que aplicará impulsos eléctricos en el área del hipotálamo lateral, que controla el hambre.

Por otra parte, el psicólogo Thomas Munte, de la Universidad de Lubeck (Alemania), explica que la obesidad puede ser causada por un sistema de recompensa alterado en el cerebro, haciendo la comida el objeto de deseo de las personas.

Munte ha utilizado este tipo de terapias para tratar personas con:

  • Depresión
  • Agresión patológica
  • Síndrome de Tourette
  • Trastorno obsesivo compulsivo

A pesar de haber generado buenos resultados, la neuroterapia es considerada el último recurso.

En sí, no supone un tratamiento contra la obesidad. La pérdida de peso resulta ser un efecto secundario del procedimiento aplicado a otras neuropatías. Además, es una técnica costosa e invasiva, lo que la hace inadecuada para la mayoría de las personas con obesidad.

Daniel Rangel Baron - Estimulación Cerebral Profunda contra la obesidadLa controversia

Daniel Rangel Barón señala que este método controversial data desde 1930, donde la cautela no era un concepto en vocablo médico.

Fue creado en un principio para tratar la epilepsia a través de la estimulación de partes del cerebro con una sonda eléctrica, mientras los pacientes se mantenían despiertos.

Para el 2002 se aprobó la estimulación cerebral profunda como se maneja actualmente para tratar la enfermedad de Parkinson, cuyo tratamiento ha demostrado ser efectivo con más de 40 mil pacientes tratados.