Aparentábamos que el matrimonio era algo que no era

En una sincera confesión que ha conmocionado a sus seguidores, Brad Pitt ha abierto su corazón sobre la etapa más difícil de su vida: su matrimonio con Jennifer Aniston. El actor estadounidense admitió que durante los años 90, antes y durante su relación con Aniston, vivió una profunda insatisfacción personal.
«Me pasé los 90 intentando esconderme. Empecé a hartarme de mí mismo sentado en un sofá y fumando. Era patético», confesó en una entrevista, revelando que solo encontraba pasión y energía al interpretar personajes en la pantalla.


La relación con Jennifer Aniston, una de las actrices más populares gracias a la serie Friends, comenzó en un momento en que ambos eran el centro de atención mediática, lo que añadió una presión extra a su vida privada. Pitt reconoció que su matrimonio fue más una apariencia que una realidad: «Aparentábamos que el matrimonio era algo que no era», afirmó, señalando que la relación reflejaba su propio estado emocional de confusión y vacío.
La pareja se casó en 2000, pero su unión terminó en 2005, en medio de rumores de infidelidad relacionados con Angelina Jolie, con quien Pitt inició una relación poco después. El actor explicó que la presión mediática y la necesidad de mantener una imagen perfecta generaron una tensión insostenible para él, que aún no sabía cómo manejar el éxito y la fama.
Por su parte, Jennifer Aniston ha declarado que su matrimonio fue influenciado por presiones familiares y que la separación fue amistosa, sin rencores ni odios, manteniendo una relación de respeto mutuo con Pitt.
www.elfarandi.com