La corrupción, mal de vieja data
El día 19 de abril celebramos la rebelión política que inició el proceso hacia la liberación de la tiranía del imperio español, que durante trescientos años esclavizó y corrompió nuestra nacionalidad, cultura y economía.
Uno de los datos que fijó mi memoria de la rebelión tiene 239 años de existencia, lo debo al óleo de Juan Lovera, El tumulto del 19 de abril de 1810, que reafirma la voluntad que la Sociedad Patriótica de Caracas tenía en 1811 de afianzar nuestro arrojo por ser República autodeterminada.
Paradójico, en aquel momento, un grupo de “criollos principales” en vez de aprobar el acta de rebelión proponen lo contrario, defender sus intereses e ideología de clase asociada al imperio Borbón.
¿Clan social, que Francisco Herrera Luque identifica, en su novela Los amos del valle? La obra tiene un capítulo cuyo título descifra la genética de las conductas que alberga lo que significa psiquicamente “el ser del mantuano”. Curiosamente, estos amos del poder criollo se acusan al decir: “veinte somos los amos del valle”.
Niegan el proceso de liberación del país. Sostienen, con ceguera, una “Junta para defender los intereses de Fernando VII”.
La República nace, pero tiene instalada en su inconsciente una diferencia dialéctica entre la visión de aquellos “criollos amos del valle”, que nacían atados con los intereses imperiales, y repudiaban la idea de una república soberana y los opuestos que soñaban con la autodeterminación.
Obvio por cuanto ellos, como sus clones del siglo XXI, asumían que era necesario “tener calma con respecto al proceso revolucionario”. Temporalmente todo se frena. Pero, cambia al escucharse la voz del Libertador que clama: “es que 300 años de calma no son suficientes”, “vacilar es perdernos”.
Él sabía que vivir bajo un régimen colonial, arbitrario, es la mejor forma de prohijar la corrupción y los intereses de las viudas de Fernando VII.
Hoy, a 239 años de la fecha, nuestra historia muestra la misma contradicción con visiones enfrentadas en lo político. Con tesis llenas de las mismas paradojas. Copias de las traídas por Colón y sus patibularios, piratas y violadores.
La efemérides señala que la dramática herencia confundió los ingenios. Hoy solo inventan gambetas de corrupción con tecnologías Silicon Valley. Robos mil millonarios, con el alarde cripto-petrolero.
Los corrruptos de ayer, de peluca gris, hoy holgazanean y huyen de la ley en hoteles de lujo.
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