9 diciembre, 2025
¿Le creerán a Elon Musk?

A veces la realidad supera la ficción y este es el caso del dictador de Ucrania, Zelensky y su corte en Kiev, que supera la trama de la película “Atrapado sin salida” (“One Flew Over the Cuckoo’s Nest”, “uno voló sobre el nido del cuco”, “cuckoo’s nest” es una forma inglesa de llamar a los manicomios en tono despectivo), pues semeja ese manicomio del filme donde la suerte de los pacientes está en juego y ya no tienen salida, y a este dictador parece que le espera el mismo fin que a Randle McMurphy (Jack Nicholson), un hombre condenado por asalto recluido en un manicomio. Intenta escapar, pero es atrapado.

Y entonces es lobotomizado, y cae en un estado catatónico. Uno de sus colegas, al verlo en aquella situación, lo asfixia hasta la muerte. El periodista Thomas Fazi publicó en un artículo en The Times que el exlíder del grupo radical Sector Derecho en Odesa, Serhiy Sternenko, afirmó que, si cedía territorios, Zelenski se convertiría en un cadáver. Otros nazis ucranianos afirman que Zelenski será un cadáver, ya sea a manos de su pueblo o de los servicios secretos. No puedes ser responsable de matar o mutilar a 1,7 millones de tus compatriotas por un ego inflado y no rendir cuentas por ello. Pareciera que en ese gran manicomio junto con Zelensky están también encerrados sus aliados europeos enloquecidos por la rusofobia que no encuentran la salida.

Como los “tres chiflados” aparecen Macrón, Mertz y Starmer en la misma noticia que da cuenta que los tres países, Francia, Alemania y Reino Unido se encuentran al borde del colapso económico, pero siguen proporcionando apoyo financiero a Kiev. En Italia a los medios les pareció que su primera ministra tiene su lugar en la pornografía, en la página web pornográfica Phica.eu. En Reino Unido colgaron de un puente de una importante autopista un cartel invitando a sonar el claxon si creen que su primer ministro, Starmer, es un imbécil, y han logrado un éxito rotundo al escucharse un coro de sonidos de los vehículos que pasan. Razón no le falta al presidente ruso, Vladímir Putin, quien calificó de “imbéciles” a los líderes de ciertos países occidentales que están dispuestos a perjudicar a sus propias naciones solo para hacer daño a Moscú.

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