Yakarta – Últimas Noticias
Indonesia queda en el extremo sureste de Asia. Comprende un archipiélago de alrededor de 17.000 islas, entre las más grandes Java y Sumatra. Tiene alrededor de 280 millones de habitantes, lo que la convierte en el cuarto país más poblado del mundo. Su capital es Yakarta.
En 1973, antes del sangriento golpe contra la Unidad Popular y Salvador Allende, aparecieron en las calles de Santiago y otras ciudades chilenas paredes pintadas con el mensaje “Yakarta vuelve”.
Los letreros aludían a la inmensa masacre ocurrida en 1965 en toda Indonesia. Las dimensiones del genocidio no han podido dirimirse, aparecen cifras desde 500 mil hasta tres millones de personas asesinadas. Habían sido primero arrestadas y torturadas, luego aniquiladas por el ejército y por grupos civiles. El entierro en fosas comunes y las ejecuciones en las calles, a veces con machetes o a palazos, dificultan la cuantificación.
Sukarno fue el primer presidente de Indonesia después de la Independencia. Indonesia había sido colonizada por Holanda, se declaró independiente en 1945 y luchó contra las fuerzas holandesas hasta 1949 para iniciar su vida soberana. Sukarno fue uno de los fundadores del Movimiento de Países No Alineados, en confrontación con el imperialismo occidental.
En 1965, el Partido Comunista de Indonesia (PKI) era la fuerza política más importante de Indonesia y había ganado una considerable influencia en el gobierno. El 30 de septiembre, tomando como excusa el asesinato de tres generales, los militares indonesios culpabilizaron al PKI e iniciaron la inmensa masacre, donde las víctimas fueron los militantes comunistas, sus simpatizantes e incluso los “sospechosos” de serlo. Sukarno fue desplazado del gobierno por el general Suharto, quien impuso una dictadura que duró 32 años.
Como reseña la BBC, todavía hoy la historia oficial niega la masacre y celebra a los asesinos como héroes; la dictadura hizo su trabajo de borrar la memoria. Todavía muchos de los involucrados directa o indirectamente con la masacre permanecen en el poder. El aval, sino el apoyo, a la masacre por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña no puede ser negado. “Indonesia no fue una anomalía, sino un modelo de actuación para eliminar a la izquierda en varios países”, señala un investigador norteamericano. Una y otra vez el genocidio va de la mano del imperialismo.
