Weapons es una de las grandes películas de terror de 2025

Hace apenas una semana hablábamos maravillas de Devuélvemela, lo nuevo de los hermanos Philippou, y ya la estábamos señalando como una de las mejores cintas de terror en lo que llevamos de año. Bueno… pues Weapons, lo nuevo de Zach Cregger, llega con fuerza, con rabia y con una propuesta tan desconcertante como adictiva.
- Fecha de estreno: 8 de agosto de 2025
- Género: Terror, Thriller
- País: Estados Unidos
- Año: 2025
- Dirección: Zach Cregger
- Reparto: Josh Brolin, Julia Garner, Alden Ehrenreich, Austin Abrams, Cary Christopher, Benedict Wong, Amy Madigan, June Diane Raphael
- Música: Ryan Holladay, Hays Holladay, Zach Cregger
Cuando todos los alumnos de una misma clase, salvo uno, desaparecen misteriosamente la misma noche y exactamente a la misma hora, la pequeña ciudad donde viven se pregunta quién o qué está detrás de su desaparición.
Sobre la película
La película está protagonizada por Josh Brolin, Julia Garner, Alden Ehrenreich, Austin Abrams, Cary Christopher, junto con Benedict Wong y Amy Madigan.
Cregger dirige a partir de su propio guion, además de producir la película junto a Roy Lee, Miri Yoon, J.D. Lifshitz y Raphael Margules, con Michelle Morrissey y Josh Brolin como productores ejecutivos. El equipo creativo del realizador incluye al director de fotografía Larkin Seiple, al diseñador de producción Tom Hammock, al montador Joe Murphy y a la diseñadora de vestuario Trish Sommerville. La música es obra de Ryan Holladay, Hays Holladay y Zach Cregger.
Crítica de Weapons
La cinta arranca con una premisa potente: todos los alumnos de una misma clase, excepto uno, desaparecen misteriosamente la misma noche y a la misma hora. Lo que parece la típica historia de desapariciones se convierte pronto en un thriller macabro sobre la violencia, el miedo y la paranoia colectiva. Y aquí, lo importante no es tanto lo que ocurre… sino cómo ocurre.
Zach Cregger (sí, el de Barbarian) vuelve a demostrar que es uno de los cineastas más valientes del panorama actual. Y aunque esta vez el miedo puro brilla menos, lo suple con creces una atmósfera enfermiza, incómoda, y absolutamente absorbente. No hay grandes sustos, pero cada plano respira amenaza. Cada esquina es una promesa de algo terrible. Y lo peor (o lo mejor) es que a veces pasa. Otras no. Y cuando pasa, no es lo que esperabas. Es peor.
La incorporación de imágenes de cámaras de seguridad, planos fijos, distorsión visual y una dirección que convierte al espectador en un testigo incómodo (por momentos hasta culpable), hace que Weapons se sienta como una experiencia de visionado única
Fragmentos, piezas y un universo que se expande
Narrativamente, Cregger apuesta por lo mismo que ya vimos en Barbarian: una estructura fragmentada, episodios que se conectan más por el tono que por la lógica, y una ambición que no todos los directores se atreven a explorar. Aquí no se trata de que todo encaje, sino de que cada segmento sume a la experiencia general. Y lo logra. Vaya si lo logra.
Se habla ya de una precuela. Y lo entiendo. Porque más allá de la película, lo que interesa es el universo. Las preguntas que quedan sin responder. Los personajes que apenas se rozan y podrían sostener sus propias historias. No sería descabellado pensar en una antología.
Un reparto que da juego, aunque con altibajos
El reparto es más que solvente: Julia Garner, Josh Brolin, Alden Ehrenreich, Austin Abrams… Y sí, también una irreconocible Amy Madigan que protagoniza los momentos más histriónicos del film, aportando una dosis de comedia negra que, según cómo se mire, puede funcionar o chirriar. Entiendo que haya espectadores a los que les saque de la peli.
Eso sí, lo que sostiene a Weapons no es ni el guion, ni sus giros, ni la lógica interna de la historia. Es la atmósfera. Y ahí es donde la dirección y la fotografía brillan con luz propia. Larkin Seiple hace un trabajo brillante en ese sentido, consiguiendo que incluso los planos más simples generen tensión.
Una metáfora violenta (y dolorosamente evidente)
Weapons no se esconde. No lo intenta siquiera. Esto es una metáfora sobre las víctimas de los tiroteos escolares. Y a ratos es tan evidente que molesta. No ayuda, por ejemplo, esa escena en la que el personaje de Brolin se queda mirando un arma que aparece misteriosamente sobre una casa durante una pesadilla. Demasiado subrayado, demasiado “mírame y entiende lo que quiero decir”. Pero también hay que reconocerle a Cregger que no pretende ir de sutil. Va a la yugular.
Con más de 15.700 muertos por armas de fuego en Estados Unidos solo en 2024, lo que propone esta cinta es una pesadilla que nace de la realidad más cruda. Y ese enfoque, aunque incómodo, es también su gran acierto.
Una experiencia que se vive, no se explica
Más allá de lo temático, Weapons es cine del que se siente en el cuerpo. Es una cinta que se saborea plano a plano, con un crescendo narrativo que culmina en un final inclasificable. Mezcla de comedia negra, horror social y ensayo cinematográfico sobre la violencia como espectáculo.
No es perfecta. No da tanto miedo como prometía. Y en algunos tramos la comedia puede romper el tono. Pero es, sin lugar a dudas, una de las películas más ambiciosas y perturbadoras del género en los últimos años.