Víctima o victimario – Últimas Noticias

Desde una supuesta posición de víctima se puede desarrollar agresiones sumamente violentas. Se posicionan a partir de un ataque moral dirigido a la aniquilación ética del adversario. Deshumanizan a quien pretenden exterminar.
El ejemplo más notorio es el Estado de Israel. Las críticas o desacuerdos con la política de ese país serán catalogadas de “antisemita”. Israel no llama “antisionistas” a sus críticos, un adjetivo que muchos podemos asumir con argumentos y con orgullo. Con base en la condena mundial a los crímenes perpetrados por el fascismo, los sionistas aspiran silenciar como “antisemitas” todas las voces que critican su exterminio fascista y racista contra el pueblo palestino. Pretende descalificar a sus críticos como si fueran agresores.
Contra Venezuela es intensivo el uso de esta estrategia. Nuestro Gobierno es presentado como una fuerza descomunal que vigila, traba y persigue todo intento de acción y hasta de expresión de los factores que están en desacuerdo. En el mundo mucha gente cree que en Venezuela no hay debate ni expresiones políticas distintas a las del Gobierno.
Es una percepción que contrasta abiertamente con el sentimiento de muchos sectores en Venezuela, chavistas y de oposición, que sienten que el Gobierno es permisivo con el abuso en el comercio y hasta en la política. En otros países no logran procesar que en las recientes elecciones haya habido 10 candidatos apoyados por 37 partidos.
En todo caso, la estrategia victimista no está dirigida a solventar las diferencias entre adversarios. Pretende conquistar simpatías y antipatías de terceros. Se ejecuta con misiles que apuntan a destruir moralmente al adversario. Su carga son adjetivos que resultan insoportables para quien es presentado como victimario. Tienen como propósito la paralización moral.
A la supuesta víctima quizá le falte tamaño y argumentos, pero conoce al adversario, sabe lo que no quiere ser, y lo acusa de serlo para maniatarlo en su propio mundo, mientras sueñan bombardeos imperiales que impongan su opción con una invasión militar.
Mucha gente piensa que quien está con la víctima no se equivoca nunca, a pesar de que sabemos que es frecuente que la piel de cordero esconda al lobo.
Vale recordar que la víctima es verdadera cuando está privada de poder. Cuando tiene el respaldo del país más agresivo y peligroso del mundo, ya no es menos que un factor del peor victimario del planeta.