18 octubre, 2025

VI Bienal del Sur emociona al público con obra inmersiva

VI Bienal del Sur emociona al público con obra inmersiva

La palabra y la figura humana son una sola, y corren en un espacio blanco e infinito. De pronto, hay esculturas que se mueven, volviendo a su maleabilidad inicial. Un paisaje se eleva con la plástica. Rostros bellos surgen como brotes de una comunidad. Un gato salta sobre cada espacio, evidenciando varios enigmas.

La descripción corresponde a una parte de la experiencia que ofrece la exposición inmersiva «Honor a quien honor merece», instalada en el Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Rómulo Gallegos (Celarg), en el marco de la VI Bienal del Sur, Pueblos en Resistencia.

Estas escenas en movimiento son intervenciones creadas con tecnología de vanguardia sobre grandes obras venezolanas, concebidas para ser reproducidas en una sala expositiva.

El lema de este evento de artes plásticas y visuales, “El poder de la diversidad”, toma un inmediato sentido cuando vemos las piezas de artistas nacionales e internacionales. Venezuela posee una riqueza estética, y un ejemplo notorio se puede encontrar en la creación de los maestros homenajeados: Juan Calzadilla, Belén Parada, José Antonio Dávila, Antonia Azuaje y Manuel Espinoza.

Mercedes Longobardi es la curadora de esta muestra inmersiva. El movimiento y el sonido logran suscitar un viaje sensible con las obras fundamentales de estos artistas, desde sus inicios hasta su producción actual.

Longobardi manifestó que esta atractiva exposición “es un acto de justicia y admiración hacia cinco pilares fundamentales del arte venezolano. Mi intención fue trascender la simple retrospectiva para ofrecer una inmersión profunda en sus universos creativos. Al transformar sus obras con animación y sonido, el espectador puede experimentar la tensión compositiva y la riqueza matérica de cada artista de una manera inédita”.

Detalló que se capturaron “los paisajes de Manuel, el grafismo de Juan y las realidades de José Antonio, maestros de la expresión, el detalle, el gesto, el color y nuestra identidad. En el caso de Belén, hay una muestra de su escultura y cerámica venezolana, el juego de la materia con la línea y los volúmenes; con Antonia se expone su obra popular, cargada de color, de elementos culturales de nuestra venezolanidad”.

Dávila recorrió la muestra con admiración, detenido ante las imágenes, y expresó su asombro: “le añade más realismo a la obra”. Parada, con una sonrisa en el rostro, compartió su emoción: “estamos acostumbrados a ver la cerámica como algo estático, y aquí está en movimiento digital, interviniendo unas piezas con otras”.

Observamos cómo numerosos visitantes se acercaban con curiosidad a esta sala, luego de recorrer la muestra previa, conformada por obras de artistas venezolanos e internacionales. La propuesta expositiva conjuga el respeto por las formas tangibles del arte tradicional con una audaz incursión en nuevas dimensiones digitales.

“La guía nos ofreció un recorrido y explicó la proyección. Esta sala en particular me dejó sin palabras; nunca había vivido una experiencia semejante”, expresó una espectadora.

La muestra está abierta de martes a domingo, de 10 am a 4 pm. El acceso es gratuito.

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