10 diciembre, 2025
Venezuela da un salto al espacio profundo

Venezuela ha marcado un hito trascendental en su trayectoria científica y tecnológica al anunciar esta semana su incorporación oficial a los estudios del espacio profundo, un proyecto con miras ambiciosas: disponer de una carga útil venezolana para una misión a Marte en el año 2030.

Este significativo avance es resultado de una sólida estrategia de alianzas internacionales, particularmente con potencias espaciales como la República Popular China y la Federación de Rusia, y se enmarca en la visión del Gobierno de impulsar el desarrollo integral del país a través del conocimiento y la innovación.

La incorporación de Venezuela a los estudios del espacio profundo se materializa a través de un proyecto conjunto con la República Popular China, enfocado en una expedición científica a Marte que busca, en una de sus fases, traer muestras de la superficie marciana de regreso a la Tierra. Este esfuerzo colaborativo se distingue por su enfoque en minimizar los errores a 0%, dada la alta complejidad y la inversión que implica.

La meta específica para Venezuela en 2030 es la de desarrollar una “carga útil”. En el contexto espacial, una carga útil se refiere a cualquier dispositivo, instrumento científico, o subsistema que el vehículo espacial transporta con el propósito de cumplir su misión principal (por ejemplo, cámaras, sensores, equipos de comunicación, experimentos científicos, etcétera). Esto implica un proceso nacional de diseño, desarrollo y construcción de un componente tecnológico que será integrado en la misión interplanetaria. Los objetivos científicos de la misión, en la que Venezuela participará indirectamente con el desarrollo de su carga útil, incluyen: estudiar la superficie marciana a niveles geológicos y la recolección de muestras, determinar áreas con mayor posibilidad de vida microbiana, estudiar escape atmosférico de Marte, establecer relaciones entre la actividad solar y la intensidad de los rayos cósmicos.

El proyecto representa un desafío tecnológico y de formación de capital humano para Venezuela, que deberá apalancarse en su Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (Abae) y en su creciente semillero de ingenieros y científicos.

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Reconocimiento

El presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció este hecho como un salto para la nación que debe llenar de orgullo al pueblo venezolano.

Maduro ha destacado consistentemente el semillero científico venezolano como el “gran potencial” y el “arma para el desarrollo del futuro” del país.

En sus palabras, la “bomba atómica de Venezuela es el semillero científico de la generación genial” de jóvenes. El enfoque de Venezuela se centra en el uso pacífico y beneficioso de la tecnología espacial, señalando que la ciencia y la tecnología siempre se pensaron para la mejora de la vida en el planeta y para la paz, y no para inventar guerras o la autodestrucción.

Este proyecto, por lo tanto, se inscribe en una filosofía de cooperación global y de asegurar que el acceso al espacio no sea un privilegio, sino un motor para el bienestar colectivo.
Esta cooperación se traduce en más de 3.000 actividades que abarcan ciencia, formación científica, universidades, parques tecnológicos, intercambio de talentos y estudios en diversas áreas, evidenciando un compromiso integral con el sector.

La ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología y vicepresidenta sectorial, Gabriela Jiménez Ramírez, fue la encargada de dar a conocer más detalles de este plan durante la instalación del 1° Congreso Internacional Espacial, celebrado en el Teatro Teresa Carreño.
Calificó este logro como “una de las grandes noticias para el país”, especialmente para las nuevas generaciones que se forman en ingenierías y en el campo de la inteligencia artificial.

Jiménez ha subrayado que el objetivo es que Venezuela logre disponer de una carga útil para el proyecto a Marte para el año 2030. Este rol participativo se asume desde la Abae y en alianza estratégica con instituciones y gobiernos con una trayectoria consolidada en el sector espacial”, que impulsen el desarrollo colectivo para asegurar que los países del sur global y las economías emergentes tengan su participación.

La participación en una misión tan compleja no solo busca un logro tecnológico tangible, sino que también posiciona a la nación suramericana como un actor relevante en el ámbito espacial, fortaleciendo su soberanía científica y tecnológica y estimulando la formación en áreas de alta innovación como las ingenierías y la inteligencia artificial, áreas claves en el desarrollo científico de cualquier país.

Científicos venezolanos

Venezuela forma una generación nueva de jóvenes científicos venezolanos, ya conectados con la experiencia del desarrollo espacial, que involucra, además, a 65.000 científicos y científicas y más de medio millón de jóvenes semilleros, agrupados en la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación Humberto Fernández-Morán y que están incluidos en proyectos internacionales.

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