3 octubre, 2025

una línea gratuita que pocos conocen

una línea gratuita que pocos conocen


En un Hollywood lleno de agentes agresivos, managers con agendas imposibles y cadenas interminables de correos, un actor decidió ir completamente a contracorriente. Mientras otras estrellas dependen de grandes equipos para gestionar su carrera, Bill Murray optó por algo tan simple como desconcertante: si alguien quiere contratarlo, tiene que llamarle, pero no a su oficina, sino a una línea exclusiva.

Desde hace años circula una historia casi mítica en el mundillo cinematográfico: si un director o productor quiere que Bill Murray forme parte de un proyecto, no hay un agente al que llamar ni un despacho de representación al que enviar un guion. En su lugar, hay un número gratuito 1-800 (oculto, no listado oficialmente) al que supuestamente hay que llamar para hacer una propuesta. Murray mismo ha reconocido su existencia y su uso como filtro personal para todo tipo de ofertas.

La razón detrás de este sistema es tan sencilla como rebelde: Murray se cansó de agentes, llamadas constantes y representantes haciendo de intermediarios. Según ha contado, su teléfono de casa sonaba sin parar, con agentes y productores llamando por él. Llegó un punto en que simplemente «desenchufó» ese teléfono y puso en marcha su propio mecanismo autónomo. Ahora, en lugar de pasar por intermediarios, cualquier persona con un guion (o la idea de uno) debe averiguar ese número y dejar un mensaje de voz.

¿Cómo funciona en la práctica? No está nada claro, precisamente esa ambigüedad es parte de su magia. el número no está públicamente en directorios; se transmite entre la industria por boca a boca. Al llamar, uno se topa con un menú automático o buzón de voz donde grabar una propuesta, normalmente sin que la grabación sea la voz de Murray, es ahí cuando el actor puede escuchar esos mensajes cuando le apetezca, tardando semanas o incluso meses.

«Llamas hasta quedarte sin aliento»

El director Theodore Melfi, que logró contactar con él para la película ‘St. Vincent‘, ha narrado la odisea: dejó decenas de mensajes, no estaba seguro de si Murray escucharía alguno, y al final consiguió contactar también vía el abogado del actor, que le preguntó si había usado ese 1-800.

Pero la experiencia no se detuvo ahí: su abogado sugirió enviar una carta a un apartado de correos en Nueva York, y dos semanas después Murray lo llamó para pedirle que le enviara un guion, nuevamente por correo postal. Melfi afirmó que «en medio de un trabajo comercial suena mi teléfono y me dice: ‘¿Ted? Soy Bill Murray. ¿Te parece bien?’. Me detengo y me dice: ‘Oye, tengo este guion tuyo y no sé quién eres. No busco gente en Google. Háblame de ti'».

Al final, esa línea 1-800 se ha convertido en uno de los mitos más curiosos de Hollywood: ni llamado público ni contacto convencional, solo un número compartido en susurros, un buzón de voz y, si estás dispuesto a insistir, una posibilidad remota de que el propio Bill Murray te regrese la llamada.

Foto de SlashFilm

En Espinof | «No me hice actor para esto»: así fue la vez que Ian McKellen se quebró en mitad del set haciendo uno de sus más emblemáticos personajes

En Espinof | Christopher Nolan sorprendió en las salas con ‘Origen’, pero lo fascinante es la banda sonora que fue compuesta a partir de una popular canción



Source link