22 octubre, 2025
Trump: 100 días de caos desde la Casa Blanca

La versión más radical de un Donald Trump convencido de que puede convertir a “América” (Estados Unidos) en “más grande” (make America great again) hemos podido palparla en sus primeros 100 días de su segundo mandato (cumplidos el miércoles 30), en los cuales, desde la Casa Blanca, ha regado el caos prácticamente por todo el mundo.

Ya podía vislumbrarse con los anuncios de los integrantes de su gabinete, una serie de halcones cuya condición fundamental era, según él mismo se encargó de pregonar, la lealtad, lo cual se traduce en la práctica en no ponerle freno a sus intenciones y pareceres. Esa, también lo ha manifestado varias veces, habría sido una de las principales trabas en su primer mandato.

Recientemente, en una entrevista con The Atlantic (medio al que previamente descalificó tras filtrar los chats sostenidos a través de la plataforma Signal discutiendo los planes de ataque sobre Yemen), aseguró: “Yo dirijo al país y al mundo”.

Estos tres meses y algo más han mostrado que para llevar adelante sus propósitos realmente no se impone límites. Las deportaciones masivas, por las que contraviene sentencias de jueces, desempolva una ley del siglo XVII para justificarlas en muchos casos (especialmente en el caso de los migrantes venezolanos), muestran hasta dónde es capaz de llegar.

El 2 de abril pasado, luego de su propia campaña de marketing con la denominación “Día de la Liberación Nacional”, puso literalmente de cabeza los mercados financieros con la imposición de aranceles a diestra y siniestra, tanto para enemigos como aliados, lo cual desató la caída de las principales bolsas tanto dentro como fuera del país.

A esa guerra comercial en lo interno sumó otra contra las universidades de su país, a las que convirtió en blanco de sus ataques por, supuestamente, apoyar a los palestinos, por lo cual congeló fondos (más de 2.000 millones de dólares en el caso de la emblemática Harvard) tratando de imponerles normas para la admisión de estudiantes, despojando de sus visas a estudiantes extranjeros y hasta tratando de incidir directamente en los pénsums de estudio.

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Esas son apenas algunas pinceladas de estos 110 días

Autocrático. En un trabajo de Juan Carlos López para la cadena CNN, publicado el 31 de marzo, este cita un informe de Variedades de la Democracia del Instituto V-Dem de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, en el cual se afirma que, luego de apenas seis semanas en la presidencia, “la velocidad con la que la democracia estadounidense está siendo debilitada ha tomado a muchos observadores por sorpresa”.

En el informe se expresa algo que muchos tanto dentro como fuera de Estados Unidos han adelantado, que son “estrategias clásicas de los líderes autocráticos”: la expansión del Poder Ejecutivo, los ataques contra las instituciones independientes y la “purga y el desmantelamiento de las instituciones estatales”.

En el estudio se concluye que “el silencio permisivo entre los críticos temerosos de represalias ya es prevalente”.

El senador progresista Bernie Sanders, en un mitin frente a una multitud en Idaho, advirtió: “Estamos lidiando con un presidente que socava nuestra Constitución todos y cada uno de los días, que amenaza nuestra libertad de expresión y reunión, y cuyos agentes, en este preciso momento, están acorralando a personas inocentes en las calles. ¡Lo que este tipo quiere es más y más poder!”.

En cuanto a Latinoamérica, el exdirector del despacho del viceministro para América del Norte por nuestro país, Ricardo Moreno, asegura por su parte que Trump “ha elevado la doctrina Monroe de considerar a América Latina como el patio trasero de los EEUU y la ha colocado como eje central de sus relaciones con los países de nuestra región, por ejemplo, su intento de cambio de nombre del golfo de México a supuesto golfo de América, su afirmación de querer recuperar el control estadounidense sobre el canal de Panamá”, entre otras cosas.

La nueva versión de la guerra contra China

En su muy publicitado “Día de la liberación”, Trump anunció con aires teatrales desde los jardines de la Casa Blanca aranceles para todos los países, que en el caso de China fue de 34%, lo que desató una guerra comercial con el gigante asiático que iría calentándose con el transcurrir de las semanas, hasta el punto de llevarlos a 145%, en tanto su contraparte los elevaba a 125%.

Mientras los mercados bursátiles caían estrepitosamente, el magnate devenido en presidente se burlaba afirmando que muchos países estaban “besándole el trasero” ante sus medidas. Mencionó a algunos, pero ninguno de ellos era el que considera su principal enemigo comercial.

Fiel también a su costumbre de hacer afirmaciones sobre bases falsas, Trump ha aseverado que mantiene conversaciones “diarias” con los chinos, cosa desmentida en numerosas oportunidades por estos.

Su homólogo, Xi Jinping, ha sido comedido y no le ha respondido directamente, simplemente se ha limitado a advertir sobre los peligros de la guerra arancelaria contra el comercio mundial y el multilateralismo.

Este miércoles 30, en un video, la Cancillería china aseguró que su país “no se doblegará” y llamó a no “cederle la mano a un abusador”.

Las agresiones a Venezuela: sanciones y migrantes

Como ocurrió en su primer mandato, el presidente de EEUU no tardó en aplicar su política de máxima presión contra Venezuela, rodeado de nuevo de confesos enemigos de nuestro país, como el secretario de Estado, Marco Rubio.

Así, el 4 de marzo ordenó a la empresa Chevron suspender sus operaciones en territorio venezolano, y le dio un mes de plazo para su salida.

Continuando con las medidas coercitivas unilaterales que había puesto en marcha con ferocidad en su primera estancia en la Casa Blanca, el 25 del mismo mes, a través de su red Truth Social, anunció aranceles adicionales de 25% a los países que compren petróleo o gas a Venezuela.

Ha criminalizado a nuestros migrantes, atribuyéndoles sin pruebas una supuesta pertenencia al ya liquidado Tren de Aragua, para desempolvar la Ley de Enemigos Extranjeros, que data de 1798 y aplicarla ilegalmente para secuestrar y enviar a 252 de nuestros compatriotas al Centro de Confinamiento contra el Terrorismo, campo de concentración a puertas cerradas ofrecido por su nuevo mejor amigo, Nayib Bukele, presidente de El Salvador, a quien hasta meses antes cuestionaba severamente.

Con la misma excusa raptó a la niña Maikelys Espinoza, la alejó de sus padres y la entregó a un hogar “de acogida”. Todas estas ilegalidades han sido denunciadas en distintas instancias internacionales por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro. l

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