21 octubre, 2025
Celebran diversidad cultural en Filven Miranda 2024

Raúl Cazal, viceministro de Fomento para la Economía Cultural y presidente del Centro Nacional del Libro (Cenal), afirmó que, durante los 25 años de Revolución Bolivariana, se han publicado en el país entre 77.000 y 78.000 títulos literarios, un dato muy poderoso para dibujar el mapa vital de la industria del libro en Venezuela.

Varios tópicos, manejados por sectores políticamente interesados, han intentado posicionar la idea de que el proceso bolivariano no solo es improductivo en términos editoriales, sino que el país se ha hundido en una anomia social de tal magnitud que ya, incluso, la gente ni lee. Es decir, somos un no lugar para la literatura, un Estado fallido hasta en eso.

Pues los números no fallan a la hora de la comprobación empírica, y si ese mismo sector niega la credibilidad a las instituciones del estado, queda mudo cuando son los organismos internacionales los que revelan la verdad tras las mediciones. Así como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) anunció en mayo que Venezuela será el país con mayor crecimiento económico en Suramérica en 2024 en términos de Producto Interno Bruto (PIB), en marzo pasado una encuesta de World Atlas reveló que nuestro país lidera el ranking de los países con ciudadanos de hábito lector en América Latina, y el número 13 a escala mundial. Es decir, aquí se lee.

No es de extrañar, por consiguiente, que en la pasada Feria Internacional del Libro de Venezuela 2024, que además ya lleva 20 ediciones, las casas editoriales del estado venezolano presentaran alrededor de 100 novedades, títulos que se pasearon por la novela, el cuento, la poesía, el ensayo, los libros infantiles, temas femeninos, abordajes de temáticas regionales y un largo etcétera.

Solo la oferta de El perro y la rana, llevó a los escenarios de la feria más de 40 libros diversos que abarcan una variedad de géneros que se adentran en temas como el llano venezolano y la influencia de la cultura africana e indígena, entre otros.

Así que cuando alguien le asegure que en Venezuela ni se edita ni se lee, remítalo a las estadísticas.

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