28 octubre, 2025

Transportistas piden aumento del pasaje ante la inminente devaluación de la moneda

Transportistas piden aumento del pasaje ante la inminente devaluación de la moneda

José Luis Trocel, portavoz del Comando Intergremial del Transporte, nuevamente hizo la petición del anclaje al dólar del costo del pasaje, pues a juicio de los trabajadores del volante, el último aumento que se les autorizó hace un mes ya fue devorado por la inflación.

“El sistema de transporte público privado depende de la capacidad de pago de los usuarios, de la estabilidad macroeconómica, de la productividad nacional y de políticas públicas eficientes a nivel municipal, estatal y nacional. Estas variables resultan interdependientes y, en el contexto actual, generan un diagnóstico crítico: el sector enfrenta un paro técnico del 80 % y un riesgo inminente de colapso total”, dijo Trocel a Efecto Cocuyo.

Trocel advierte que las tarifas anteriores, sin ajuste a la dolarización de facto ni a la devaluación del bolívar, fracasaron “por diseño”.}

“La inflación persistente pulveriza los ingresos de los conductores y bloquea el mantenimiento del parque automotor envejecido. Sin tarifas reales, los operadores privados no logran optimizar la operatividad ni modernizar las unidades”, añadió.

Para los usuarios, el 67 % de los venezolanos carece de vehículo propio y percibe ingresos iguales o inferiores a 200 dólares mensuales. Con la inflación actual, esos ingresos impiden pagar pasajes que cubran costos reales y, al mismo tiempo, sostengan la mejora del servicio.

La solución de los transportistas incluye dos medidas complementarias:

Indexación de la tarifa al dólar, con consenso sobre montos y periodicidad.

Bono de transporte de 30 dólares mensuales (un dólar diario) entregado a los usuarios más vulnerables a través del Sistema Patria. Este ingreso adicional incrementa la demanda del servicio y permite a los operadores elevar sus recaudaciones para invertir en mantenimiento y renovación de flota.

Trocel enfatiza que indexar la tarifa constituye un acto de responsabilidad para preservar el servicio. La decisión corresponde a las autoridades nacionales, no a transportistas ni usuarios.

Propone además discutir y consensuar los montos, así como la frecuencia de ajuste. “Construir un sistema de transporte público digno, confiable, seguro, sustentable y cómodo exige el esfuerzo conjunto de todos los sectores por el bienestar común”, cerró.

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