Todos nos hemos olvidado del primer papel de Taylor Swift, pero su papel de muerta en ‘CSI’ ha definido toda su carrera

En el episodio ‘El niño que sabía demasiado’, de la temporada 5 de ‘Los Simpson’, el director Skinner se preguntaba «¿Me habré quedado anticuado? No, el error es de los niños». Han pasado 30 años desde este gag, pero sigue representando a la perfección la actitud de muchísima gente cuando un nuevo fenómeno pop que no entienden salta a la luz. Y el mejor ejemplo, probablemente, es Taylor Swift.
Contenido
If I get burned, at least we were electrified
Para muchos, no importa que Taylor Swift lleve dos décadas siendo la número uno, que haya vendido 348 millones de discos o que su concierto haya sido, de calle, el más taquillero de la historia en cines, además de llenar estadios continuamente. Hay quien se ha empeñado en calificarla como una moda pasajera, como los que en su día calificaban a los Beatles de hippies sin talento. El error es de los niños.
Lo cierto, guste más o menos, es que Swift, que debutó como cantante country en 2006, a los 17 años, es la única capaz de parar un país entero al anunciar su boda y colapsar las listas de ventas con el lanzamiento de su último disco, ‘The life of a showgirl’. Pero, en sus inicios, cuando apenas estaba dando sus primeros pasos en la fama gracias a canciones como ‘Teardrops on my guitar’ o ‘Love story’, pocos recuerdan que hizo su debut audiovisual en ‘CSI’… haciendo de muerta.
Fue en 2009, en el episodio 16 de la temporada 9, ‘Gira, gira, gira’, donde la cantante interpretaba a la víctima de un asesinato a puro cuchillo en el típico motel sucio y desgastado que asociamos inmediatamente con las afueras de Las Vegas. Su personaje, Haley Jones, que llevaba el pelo negro al estilo emo y un piercing en la nariz, era la hija adoptada de los dueños del motel, y poco a poco Nick, el investigador de turno, iba encontrándose con la solución del misterio.
Draw the cat eye, sharp enough to kill a man
No es que se subiera al primer vagón que apareciese ante ella, haciendo un papel con el que cientos de extras y secundarios de Hollywood han pagado las facturas durante décadas, sino que realmente lo ansiaba con todas sus ganas. En la revista Rolling Stone, afirmó en su momento «Llevo tres años diciéndole a todo el mundo que mi serie favorita es ‘CSI’. La persona que lidia con el crimen es Nick Stokes, lo que fue realmente guay porque es mi personaje favorito».


«Todos mis amigos saben que mi sueño es morir en ‘CSI’. Siempre he querido ser uno de los personajes de los que tratan de averiguar qué ha pasado». Su madre, sin embargo, no estaba precisamente emocionada por el papel: «Estaba un poco asustada. Estaba muerta con los ojos abiertos, literalmente tenía que mirar a la nada y no respirar durante los primeros planos«. Lo curioso del episodio, de todas formas, no tiene que ver con cómo se hizo, sino con la imagen que Swift daba al mundo con él.
A lo largo del capítulo, la cantante cambiaba de aspecto varias veces, tratando de encontrar su verdadero yo: cada vez que Nick se la encontraba, por un motivo o por otro, llevaba otro peinado, otro maquillaje, otro estilo completamente distinto. Tal y como en sus discos, donde cada uno representa una «era», su personaje, buscando ser esa persona que su madre pudiese amar, pasaba de friki de la ciencia con pelo castaño a rubia popular, gótica de pelo negro o emo con pinta deprimente. Y no son pocos los que, obsesionados con que toda la carrera de Swift tiene significados ocultos, han analizado qué es lo que realmente quería contar o hasta qué punto estos 40 minutos definirían todo su futuro.
Lo dejo a la imaginación de cada cual, claro. Por si tienes curiosidad por saber el final del episodio y quién mató realmente a Taylor Swift, la respuesta es… Su madre adoptiva. A lo largo del episodio sabemos que sus padres perdieron una hija biológica mientras la canguro estaba a otra cosa, y raptaron a su hija como venganza. Pero claro, no la querían demasiado, lo que provocó la búsqueda de su propia identidad y, al final, sin querer, cuando su madre biológica va a buscarla, la madre adoptiva clava unas tijeras en el pecho a la adolescente, dejándola tirada en el aparcamiento. Cosas que pasan en Estados Unidos.
Han pasado más de 15 años desde su debut en ‘CSI’, y siempre parece que Taylor va a dar un giro a la interpretación, pero nunca se atreve del todo. La hemos visto en ‘Amsterdam’, ‘Cats’ (uf), ‘Historias de San Valentín’ o ‘The Giver’, además de poner la voz en ‘El Lórax’ y hecho cameos en ‘New Girl’ y ‘Ninjago: El renacer de los dragones’. ¿Quién sabe? Con su carrera meteórica no es tan improbable que algún día la veamos recogiendo un Óscar. Y, ya de paso, haciendo un corte de mangas a sus ex y lanzando shade a sus rivales. A su estilo.
En Espinof | Las mejores películas de 2025