7 octubre, 2025
De San Remo a Caracas

Cuando niños teníamos que insistir para poder ver la serie “Rumbo a lo desconocido”, en blanco y negro, la pasaban los domingos después de las nueve de la noche, ya tarde, debíamos ir a la escuela, pero siempre terminábamos viendo el nuevo capítulo que te colocaba en un futuro o en alguna distorsionada, grotesca y sorprendente realidad. Ya ahí la pantalla te atrapaba, te seducía, imaginando por ti y ofreciéndote una hora de emociones y asombro.

Hoy no nos damos cuenta que ya estamos ahí, en una distorsionada, grotesca y sorprendente realidad en donde como en esa serie te dicen sin que lo escuches “Nosotros controlaremos lo horizontal y controlaremos lo vertical, podemos hacer que el enfoque quede borroso o claro como el cristal…controlaremos todo lo que vea y oiga…”

Pero como tendemos a naturalizar todo, no nos damos cuenta en donde estamos actualmente. Estamos más jodidos que Edipo.

Si este fuese un capítulo de esa serie, se vería una calle en donde todos están pegados a un celular, y una voz en off introduciría la imagen de la siguiente forma:

Hoy la gente ya se desmiembra sola en aplicaciones y usos. Por eso es importante que escojas bien tu aplicación o ella te escogerá a ti.

Están los sujetos X, (Twitter) que rondan el área de 25 a 45 años. Preferida, por sus mensajes telegráficos la usan personas orientadas a la actualidad y que participan en debates. Esta red aparentemente esta más centrada en la información que en el entretenimiento, aunque la información también es entretenimiento. Es justamente una expresión de cuando el medio nos convierte en “infomaniacos”.

Luego tenemos los sujetos Facebook, personas de 35-70 años principalmente, buscan mantener alguna conexión con el mundo, con relaciones pasadas y que tratan de compartir contenido personal y familiar, es la aplicación de más intercambio intelectual.

Luego tenemos los Instagram, que van de 18 hasta 35 años con la principal motivación de construir una marca personal, búsqueda de productos y “novedades” entre otras funciones “espectaculares”. Predecesor de lo que es TikTok, presenta sus contenidos encapsulados: imagen y debajo recuadro de texto que separa de la próxima información. Esto marca y modula como la atención inconsciente se mueve.

Y llegamos a los TikTok que mantiene el perfil más joven, de 13 o menos a 30 años en donde aparentemente se busca construir también una marca personal, como en las demás, porque hay que venderse y para eso hay que ser reconocido. Pero TikTok elimina el recuadro inferior como el de Instagram y se presenta como una tira continua de videos. Recordemos que una imagen fija permite una mayor reflexión que un vídeo.

Ahora me gustaría detenerme en TikTok, por las características de esta aplicación. Porque es como una nueva mutación de Alien. Actualmente el tiempo promedio en TikTok es de más de una hora.

Primero que nada, si no te has dado cuenta cuando estás interactuando con cualquiera de las aplicaciones de redes estas en un “estado alterado de consciencia”, en un estado disociativo y no te has dado cuenta, claro porque cuando estás así no te das cuenta.

En nuestra vida diaria, experimentamos sutiles cambios en nuestros estados de conciencia, a menudo sin percatarnos de ello. Estos momentos ocurren naturalmente en situaciones cotidianas: cuando conducimos y de repente nos damos cuenta de que hemos llegado a nuestro destino sin recordar conscientemente cada detalle del camino; cuando nos sumergimos tan profundamente en la lectura de un libro que el mundo exterior parece desvanecerse, o cuando nos quedamos absortos frente al televisor, completamente inmersos en lo que estamos viendo. Estos episodios, son manifestaciones naturales.

Estos estados alterados de consciencia se caracterizan por una concentración intensamente focalizada y una leve disociación con el entorno, diferenciándose significativamente de nuestro estado habitual de vigilia.

Durante este estado, nuestra mente accede a un estado singular de procesamiento mental, donde nuestra atención se enfoca intensamente en un punto específico, y se disocia mientras el resto de estímulos del entorno se desvanecen naturalmente a un segundo plano.

Es precisamente este fenómeno natural el que la hipnosis aprovecha y potencia de manera terapéutica.

Volviendo a lo que nos interesa, todas las aplicaciones a las que nos hemos referido son unas tiras interminables de estímulos (como serpientes míticas) que se adaptan a nosotros para atrapar nuestra atención contabilizándonos en momentos de vida.

No habíamos estado expuestos a esto nunca.

La interacción con la radio no absorbía la percepción visual, dejando espacio a la imaginación, y la lectura en papel es totalmente controlada por ti en cuanto a enganche y desenganche psíquico, además de ejercitar tu imaginación.

Es con la tv que se comienza a atrapar tu atención, inicialmente por media y hasta dos horas, y con el pasar del tiempo fue aumentando ese margen hasta que la tv se volvió “substituto de la niñera y cuenta cuentos”.

Hoy hemos llegado a un tiempo promedio pegados a una pantalla de más de 9 horas diarias.

En este contexto TikTok elimina los anteriores puntos funcionales de atención y pausa (puntuación) de Instagram y se vuelve una infinita tira que atrae continuamente tu atención para mantenerte en un estado alterado de conciencia. Y así convirtiéndose tu experiencia en una recurrente descarga de sustancias ligadas a la sorpresa, la risa, la curiosidad, el rechazo, que se van remplazando entre sí hasta que por fuerza de cosas te despegas, pero generándose un mecanismo inconsciente de deseo de observar “la vida pasar ante ti”, y tarde o temprano te encuentras dándole vuelta a la serpentina.

Ya entras en un estado alterado de conciencia apenas abres la aplicación y tu consciencia es atrapada por un rio de curiosidades, asombros, estímulos y cualquier tipo de videos sumiéndote en un flujo continuo de cantos de sirena que chupan tus momentos de vida.

Pero además absorben tu memoria, la gastan en nada. Está cinta te exige que mires un contenido, e inmediatamente lo olvides para ver el próximo contenido y así sucesivamente hasta que te despegues de ella, si puedes.

La tira de Tik Tok te seduce como las demás, pero más intensamente para atraerte y mantenerte observando e interactuando. ¿Quién es el robot ahora?

A final de cuentas lo que queda es el tiempo consumido de tu vida en mover como hámster la cinta infinita de Tik Tok, interactuando y regalando tu tiempo para que un mecanismo lo contabilice, lo convierta en cifra y luego en capital. Bienvenido a la nueva esclavitud de la era digital.

La entrada TIK TOK: la serpiente hipnótica se publicó primero en Últimas Noticias.

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