13 octubre, 2025
Tenemos patria - Últimas Noticias

El 27 de febrero de 1989 se produjo la última rebelión popular del siglo XX venezolano. Es una afirmación como una lápida y, sin embargo, nada impresionante. Estamos viviendo el siglo XXI. Lo realmente impresionante podría ser que es la primera muestra de rebeldía popular contra el neoliberalismo en el mundo y poco se dice.

El “estallido social” es una de esas frases de las que están repletos los análisis sociohistóricos: el volcán revolucionario, el huracán popular o el torbellino multitudinario. Se les trata como fenómenos naturales, físicos o químicos, no son humanos y no lo son porque la muchedumbre actúa sin ideas, sin plan y sin objetivos. ¡Ja! Como si hiciera falta un pesado manual para reaccionar ante la injusticia o entender lo que es la libertad, la igualdad y la justicia social. Pero la mentalidad conservadora subestima lo popular, sus valores y principios.

Carlos Andrés Pérez dijo que había que apretarse el cinturón, cuando el cinturón ya no tenía más huecos. Miguel Rodríguez con soberbia ignorancia dijo: “Lo que viene es Eneas”, refiriéndose a las medidas económicas que estaba por anunciar, no al rechazo contundente que el pueblo expresaría.

Ante la rebeldía popular se desató una violenta represión del Estado que enlutó los barrios caraqueños. De seguidas los medios de información y opinión arremetieron con su violencia ideológica contra ese pueblo rebelde tratándolo de saqueadores, ladrones acicateados por la ambición y el vicio. No podía ser hambre lo que moviera a ese muchacho a montarse una res, una nevera o una lavadora en el lomo para llevársela a su casa. La tragedia fue calificada por algunos como una gran jodedera de un pueblo sin moral y luces, sin dirigentes virtuosos que en medio de una debacle moral imitaba la conducta de sus dirigentes.

Puede ser, en un país acostumbrado a la impunidad de la corruptela del poder y de una clase dirigente sin patria. Pero la gente, bombardeada por los aparatos de incitación al consumismo, no padece únicamente de hambre de alimento sino de cosas. Mucho más si otros las tienen en abundancia y yo no tengo ni la esperanza de tenerlo. En 25 años no se ha extirpado el consumismo, pero tenemos algo de valor superior: “Ahora tenemos patria”, dijo Chávez. No hay mayor demostración que la resistencia popular frente el ataque más atroz que ha soportado la República en 200 años, debido a las medidas criminales en nuestra contra por parte de los Estados Unidos de Norteamérica.

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