24 octubre, 2025
Solicitados - Últimas Noticias

Desde el inicio del conflicto bélico en Ucrania hasta el término de la administración Biden el papel de sus actores principales del lado occidental podía dar la siguiente falsa impresión: el instigador principal del conflicto y rusófobo mayor era el Tío Sam, mientras que Zelenski y la Unión Europea (UE) tenían un papel secundario como vasallos del imperio que cumplían órdenes y, en tal sentido, hasta podían pasar como una especie de “víctimas” de un conflicto no deseado.

Esta imagen se fortalecía con el hecho real que tanto Ucrania como la UE eran los principales perjudicados del lado occidental de ese conflicto, mientras que Estados Unidos, del otro lado del Atlántico, era el verdadero beneficiario. La UE había perdido la energía barata de Rusia, y una parte de Ucrania era devastada por la guerra y un gran derramamiento de sangre. Entre tanto, Zelenski, expresidente ucraniano, podía aparecer como un títere que cumplía órdenes del Gobierno de EEUU. Su imagen, en el mejor de los casos, era presentada por Occidente como un patriota ucraniano, demócrata y amante de la paz.

Pero, a la velocidad de un relámpago, la imagen anterior quedó hecha trizas y salió a relucir el rostro feo de la verdadera realidad. Ni el señor Zelenski ni la UE jamás han tenido ni un pelo de víctimas en este conflicto. En realidad, siempre han sido rabiosos rusófobos, llenos de un odio irracional y salvaje contra Rusia. Fue el escándalo en la Casa Blanca protagonizado por el siniestro personaje de Zelenski y el presidente Trump el factor determinante para que cayera definitivamente la falsa máscara de este nazifascista ucraniano. Junto con ello y a partir de la política de paz de la nueva administración de EEUU, la actitud histérica de la UE hizo que también cayera su propia máscara.

Hoy a Zelenski ya se lo puede ver como lo que es: un rusófobo criminal y peligroso que ha instaurado una especie de III Reich en Ucrania y capaz de llevar a la humanidad al holocausto nuclear y que en esos empeños es apoyado y alentado por una Unión Europea guerrerista y belicosa infectada por un odio feroz contra Rusia. Se ha dicho que “Zelenski quiere una guerra eterna, una corrupta picadora de carne sin fin”, no son palabras de un funcionario ruso, sino del señor Elon Musk.

La entrada Rusofobia en su máxima expresión se publicó primero en Últimas Noticias.

Ver fuente