12 octubre, 2025
Rusofobia: el cáncer de Europa

Un escándalo recorre al mundo: la pelea insólita en la Casa Blanca entre el títere Zelensky y el presidente Donald Trump el pasado 28 de febrero. Los medios difunden teorías conspirativas: que fue algo calculado, que Zelensky quería confrontar al presidente de EEUU para fortalecer una alianza anti-Trump en Europa, ganar legitimidad, o algo que se salió de control.

Pero tal acontecimiento político no se mide por las intenciones, sino por los resultados. Fue una fallida negociación de suma cero, en la que existen ganadores y perdedores. Entre los actores existe un claro perdedor, el títere Zelensky y un claro ganador, el presidente Trump.

Este último de un solo golpe acaba de obtener éxito en varios propósitos esenciales: cambiar radicalmente la opinión pública en EEUU sobre Zelensky, de héroe a villano, todo lo que la administración Biden durante largo tiempo hizo por fabricar al nefasto títere ucraniano como un patriota y líder demócrata merecedor de la enorme ayuda norteamericana, se acaba de desinflar con una sola estocada mortal de Trump, hasta los congresistas republicanos más fervientes en su apoyo al dictador ucraniano, ahora le piden que se eche a un lado. De este modo si Trump decide cortar la ayuda a Ucrania queda ya como algo legítimo en defensa de los contribuyentes. Coloca al partido demócrata en un difícil dilema si sale a defender la ayuda a Zelensky.

Se fortalece la unidad de los republicanos ante este tema y en apoyo a Trump. Abre el camino para buscar a otro títere ucraniano más dócil. También Trump se quita de encima el “estigma” que le quieren colocar sus opositores de “aliado de Putin” por su plan de paz. En el plano internacional hay también otros ganadores y perdedores.

Queda como perdedora la élite guerrerista de Europa que pierde a EEUU como aliado en ese conflicto, y queda Rusia como el más grande e indiscutible ganador neto. Todas las adorables mentiras de Occidente sobre Zelensky han quedado al descubierto y todas las denuncias de Rusia sobre ese siniestro y peligroso personaje ahora se tornan verdades desde Washington. Es un gran triunfo para Rusia que no cayó del cielo, sino que ha sido posible gracias el heroísmo y sacrificio de los militares rusos en el campo de batalla.

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