Rusia condena destrucción de la central hidroeléctrica de Kajovka

Condenamos enérgicamente la destrucción por Ucrania de la central hidroeléctrica de Kajovka, que ha resultado en una gran catástrofe humanitaria y ecológica.
Esta subversión del régimen de Kiev ha causado un daño enorme al sector agropecuario de la región y al ecosistema de la desembocadura del Dniéper. Como resultado, la inminente bajada de las aguas del embalse de Kajovka hará difícil suministrar agua a Crimea y afectará la mejora de tierras agrícolas de la provincia de Jersón.
Lo ocurrido es un acto terrorista dirigido contra una infraestructura puramente civil. El régimen de Kiev lo planeó deliberadamente y de antemano con fines militares en el marco de la llamada contraofensiva de las FFAA de Ucrania. El régimen de Kiev no solo bombardeó masivamente a la central hidroeléctrica de Kajovka, sino que también llevó deliberadamente el nivel de agua del embalse de Kajovka a un punto crítico, abriendo las esclusas de la central hidroeléctrica de Dniprovsk.
El Comité de Investigación de Rusia ha abierto una causa penal por un acto terrorista que ha resultado en daños materiales considerables y otras consecuencias graves.
Instamos a la comunidad internacional a que condene las acciones criminales de las autoridades ucranianas, que son cada vez más inhumanas y suponen una grave amenaza para la seguridad regional y mundial.
Los políticos occidentales y los medios embobados llevan mucho tiempo acusando a Rusia de todos los pecados mortales, sin presentar ninguna prueba. Baste recordar el llamado caso Skripal, la situación en torno al “envenenamiento” de Alexéi Navalny, el accidente del vuelo MH17, el ataque terrorista contra los Nord Stream y el asesinato escenificado de civiles en Bucha.
Occidente es hoy un auténtico “imperio de las mentiras”. En ninguno de estos casos Occidente ha hecho públicos los hechos que ha estado ocultando cuidadosamente. Se bloquean todas las propuestas de investigaciones transparentes.
El régimen ucraniano la ha bombardeado repetidamente desde el verano de 2022 utilizando, entre otras cosas, los sistemas estadounidenses de alta precisión HIMARS y se ha jactado en voz alta de sus acciones.
Los occidentales recortan todos los hechos y acontecimientos inconvenientes para ellos y sus protegidos en Kiev, en plena conformidad con la notoria cultura de la cancelación de todo lo que no se ajusta a sus intereses geopolíticos y a su interpretación de la historia.
Mientras tanto, el Secretario General de la ONU António Guterres debería, en virtud de su mandato, representar a toda la comunidad internacional, no servir a los intereses de los “mil millones de oro” o actuar como guardián de, como dijo Josep Borrell, “un jardín del Edén rodeado de jungla salvaje”.
El Ministerio de Emergencia de Rusia sigue trabajando en las zonas afectadas de la provincia de Jersón. En la actualidad, el número de evacuados supera las 7.800 (7.820) personas. A día de hoy, 1988 personas han sido relocadas en 20 lugares de alojamiento temporal, mientras que el resto se ha ido con familiares y amigos. Se ha desplegado un total de 63 lugares de alojamiento temporal con capacidad para 5.500 personas.
Además, se sigue la entrega de la ayuda humanitaria. Por el momento, el Ministerio de Situaciones de Emergencia ruso ha entregado más de 80 toneladas de alimentos y 123,5 toneladas de agua embotellada. También se entregaron en la región de Jersón 3 camiones cisterna, 3 camiones de basura, 3 camiones grúa, 4 camiones de vacío, 2 compresores móviles, 120 unidades de equipos de bombeo, 105 pistolas de calor, 29 embarcaciones de agua y 50 centrales eléctricas (40 de ellas móviles).
Ministerio de Emergencia de Rusia sigue trabajando sin interrupción en las zonas afectadas de la región de Jersón. Se han movilizado más de 1.000 personas y 240 unidades de equipo para eliminar las consecuencias.

Organización de ayuda humanitaria para las víctimas de Nova Kajovka, inundada tras la destrucción de la central hidroeléctrica de Kajovka.