Reseña | Sonic Racing: CrossWorlds

Sonic, ese erizo azul con zapatos deportivos creado por Sega, es sin duda un personaje emblemático de la industria y que nunca deja impávido a nadie, siempre se habla de él y todo juego que lleve su nombre tendrá la atención (y exigencia) del público. El personaje es ya un sinónimo de velocidad, tiene el poderío de ser el más rápido en su universo y propiamente en la industria gamer, algo que logra por su cuenta propia gracias a sus habilidades.
Sin embargo, SEGA en su momento vio con buenos ojos poner al erizo al mando de vehículos que ofrecieran esa sensación de velocidad, metiéndolo además en el universo de las carreras arcade, donde además hay obstáculos, pistas dinámicas y objetos regados para sabotear a los rivales.
Fue en 2010 cuando nació esta saga, bajo esa premisa “Sonic Racing” (cuyo nombre fue Sonic & Sega All-Stars Racing), y dando posibilidad de que Sonic y su amplio elenco de personajes se montaran de nuevo en unos vehículos y empezar las frenéticas carreras. Y sí, decimos “de nuevo” porque el concepto ya se exploró en anteriores ocasiones con títulos como los Sonic Drift de los años noventa para Game Gear, o los Sonic Riders que vieron la luz en consolas como Game Cube y Nintendo Wii.


La saga llegó para quedarse, amplió su gameplay, el abanico de personajes, viajó por distintas generaciones de consolas, hasta que en el presente nos trae una nueva entrega que no solamente quiere seguir creciendo en sí misma, también busca golpear la mesa de una competencia donde el concepto de carreras de karts pareciera estar dominado por el mismo nombre de siempre.
Contenido
Velocidad explosiva y caos interdimensional que van de la mano en Sonic Racing: CrossWorlds
Sonic Racing: CrossWorlds está desarrollado por el Sonic Team y distribuido por Sega, que puede jugarse en PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X/S y los dos Nintendo Switch.
El videojuego llega para reafirmar la posición de Sega en el género de carreras de karts. Este título no solo compite con sus rivales, sino que establece su propia identidad a través de una jugabilidad de alta velocidad y una mecánica central que inyecta adrenalina pura: el salto dimensional.
La propuesta es clara: ofrecer una experiencia de carrera caótica, pero con un manejo refinado que recompensa la habilidad. Aderezado con el carisma del elenco de personajes de Sonic, donde veremos amigos, rivales y otros añadidos particulares; todo ambientado en un universo de pistas muy llamativas.
En resumen, el Sonic Team buscaba un arcade racer sobresaliente y con gran carácter, lo ha encontrado.
Un detalle curioso es que durante el desarrollo también contaron con el apoyo de miembros del antiguo equipo de desarrollo de los juegos de Initial D, basados en un manga y anime enfocado en el mundo de las carreras callejeras en Japón, con importante énfasis en el derrape (drift), con máquinas arcade muy populares en el país nipón.
Con tal apoyo que buscó el Sonic Team, nos dio una idea de lo que buscaban con su nuevo título de carreras, un concepto que al verlo plasmado, podemos decir que salió muy interesante.
La magia y satisfacción del derrape perfecto
El concepto en este tipo de juegos sobre el lograr que el kart derrape y que al hacerlo vaya cargando un boost de velocidad, que mejora según la calidad del drift logrado; sabemos que no es para nada nuevo, ni tampoco inventado por Sega.
Sin embargo, el Sonic Team logró que el punto más fuerte de CrossWorlds sea la calidad de su sistema de control. La sensación de velocidad es emocionante y el manejo se siente muy responsivo.
¿Cómo lo logran? Pues el juego está construido sobre un sistema de derrape (drift) excepcionalmente bien ejecutado y esencial para la victoria. Mientras más extiendes el derrape, subirás el nivel de boost que puedes obtener, hasta un máximo de nivel tres, siendo este un importante aumento de velocidad que te hace sentir premiado, ya que no será fácil lograrlo siempre, debido a que la velocidad en este juego es mucho mayor al de otros juegos de la competencia, incluso en el nivel más fácil para principiantes.


Ni por un segundo dejes que te rebasen
En CrossWorlds, la clave para ser rápido, tomar delantera y no perder posiciones en carrera, siempre radica en dominar el impulso (boost), el cual se recarga encadenando derrapes en las curvas, realizando acrobacias en el aire y aprovechando el rebufo. Y así como el juego premia a quien lo logra, penaliza fuertemente a quien no aproveche esta mecánica, algo que se nota con lo fácilmente que se pierde tu posición en la tabla.
Es curioso, porque la fórmula pareciera compleja al momento de explicarla, pero la verdad está hecha de una manera accesible para el nuevo jugador u otros jugadores más casuales. Todos pueden hacer un buen drift, e incluso hay asistencia de manejo (que puedes activar o desactivar siempre antes de cualquier carrera)
Sin embargo, se aplica el viejo dicho de “fácil de aprender, difícil de dominar”.
Igualmente, sigue siendo un título de karts, con sus características muy arcade y de ‘Party Game’. Las pistas están llenas de otros propulsores, objetos de ataque y defensa entregados según la posición de los jugadores y obstáculos o situaciones durante la carrera. Un plato servido para que todos puedan ganar o perder, con mucho caos en pantalla.
El cruce de mundos en plena carrera y su espectáculo visual
La característica más innovadora y distintiva del juego es la mecánica “CrossWorlds”. En una carrera estándar de tres vueltas, la segunda ronda nunca se lleva a cabo en el circuito original. Al completar la primera vuelta, los pilotos son absorbidos por un portal que los transporta a una pista completamente diferente, cuyo destino es seleccionado dinámicamente por el competidor que lidera el grupo, simplemente eligiendo entre los caminos de la izquierda o la derecha.
Esta modificación constante de los escenarios es clave para evitar la monotonía. Un momento estás corriendo en una ciudad futurista y al instante siguiente estás en una zona de jungla o bajo el agua, obligándote a adaptarte al instante a la nueva topografía y condiciones.


Además, al volver a la pista principal para la vuelta final, esta a menudo presenta variaciones, atajos recién abiertos o más peligros, lo que asegura que las tres vueltas de un Gran Premio sean únicas. Esta es una innovación que funciona y que dinamiza completamente las partidas.
Las pistas a su vez tienen cinco monedas rojas que se deben recolectar para luego recibir más recompensas. Algunas están a la vista pero en un punto incómodo de la vía, otras cuesta verlas a simple vista y hay otras que hasta el momento personalmente sigo sin encontrar. Es un añadido que fomenta el sentimiento completista de los jugadores y ofrece más rejugabilidad para revisitar las pistas.
Un dato importante a mencionar: Las monedas no salen en la segunda vuelta donde se aplica la mecánica CrossWorlds.
Un roster llamativo y un contenido que se hace esperar
Al encender tu juego por primera vez y querer entrar a una carrera, encontrarás un repertorio de personajes de 23 a elegir, agregándole cuatro más a la lista otros que son desbloqueables (y evitaremos hacer spoiler, si no es que ya viste un video de Internet)
Asimismo, ocho personajes más están bloqueados por ser contenido DLC, y allí entran las colaboraciones llamativas, como Hatsune Miku, Joker de Persona 5, Steve de Minecraft o incluso Bob Esponja. Estos llegarán durante el último trimestre del año 2025, aunque nosotros ya probamos a Miku y aunque contrasta mucho del resto de personajes, también se juega muy divertido y luce muy bien.


El juego cuenta con una vasta cantidad de contenido al momento del lanzamiento, incluyendo un extenso listado de personajes del universo Sonic y múltiples circuitos. La mayoría de las pistas están excelentemente diseñadas, ofreciendo rutas alternativas, paneles de velocidad y elementos de riesgo-recompensa que son muy satisfactorios.
Personaliza a tu personaje favorito
La personalización es otro pilar que además viene por partida doble. Lo principal son los vehículos, que se definen al igual que los personajes en valores como Velocidad, Potencia, Manejo, etc.
Puedes modificar la parte delantera, trasera y los neumáticos, puedes unir de manera armónica las piezas o puedes poder una de cada estilo y crear tu propio bólido, que además puedes cambiarle otros elementos como la pintura, la bocina y otros efectos visuales.
La otra columna de personalización radica en el sistema de «Gadget Plates» (Placas de Dispositivos). Este es un tablero donde los jugadores equipan habilidades (gadgets) que modifican sutilmente el desempeño del vehículo, permitiendo, por ejemplo, aumentar la probabilidad de conseguir ciertos ítems o ajustar la aceleración. Configurar la placa ideal es un pequeño rompecabezas estratégico que añade una capa de profundidad que va más allá de solo elegir un kart.


Si bien el modo principal en este tipo de juegos es el multijugador (con opción de pantalla dividida local y online); el contenido para un solo jugador aunque carece de modo historia, es amplio en desafíos y objetivos.
De hecho, es tan así, que el juego empieza bastante escueto de vehículos y sus respectivos elementos. Pasarás un buen rato usando personajes que no combinan para nada con el vehículo que están usando, o sentirás también que las placas que mejoran tu personaje no son tan eficientes al principio porque las que se desbloquean después lucen mucho mejor.
Hay mucho que hacer en Sonic Racing: CrossWorlds entre pocas opciones
De principio también hay pocos modos de juego a escoger. Los clásicos Grandes Premios donde tenemos que competir en cuatro carreras, siendo la cuarta un mix de las tres anteriores, y los podremos jugar en distintos niveles de velocidad, destacando el “Super Sonic”, donde encontramos una de las experiencias más veloces en este tipo de juegos de carreras.
Hay luego otro modo más de batallas por equipos que se presta para desafíos distintos a las carreras tradicionales, son momentos cortos y hostiles, pero divertidos, aunque luego entra el modo multijugador que siempre será una parte importante.
Sin embargo, el modo online es compacto y directo, quizá demasiado directo.
Al entrar en el modo en línea, solo tienes dos opciones: Partida Mundial y Partida Amistosa, además de un añadido en la pantalla superior que te permite invitar hasta a tres amigos de tu lista.


Las partidas amistosas podemos crear una lobby o unirnos a una existente creada por otro amigo. También nos da la opción de agregar amigos con los que hayamos jugado en anteriores partidas.
Todo se pone más serio en el modo Mundial, donde entramos a una lobby con otros 11 jugadores, se elige por votación y azar una pista y entramos a correr. Nuestro resultado de la carrera nos sumará puntos, subiendo nuestro ranking y mejorando nuestro puntaje general en el modo online.
Más allá de eso, al momento de la salida del videojuego no hay más que hacer en el modo online, que si bien con lo que tiene cumple y las rankeds nos mantendrán muy activos, se siente un poco vacío el contenido en este apartado.
Colirio para la vista y música para los oídos
Visualmente, Sonic Racing: CrossWorlds es vibrante y respeta la estética de la saga, con escenarios coloridos y llenos de acción. La cantidad de detalles, sucesos, elementos y actividades que ocurren en pantalla, sin de paso verse mal en ningún momento, es impresionante.
El contraste entre pistas con distintas temáticas es alucinante, pero al mismo tiempo todo luce bien en su respectivo estilo, ya sea algo más tradicional como un desierto, o algo más moderno como una pista espacial.
Los personajes lucen excelente y los vehículos tienen mucho carisma, a pesar de que al inicio verás las mismas carrocerías por un largo rato. Es a destacar la iluminación de este juego, que reacciona increíble en los vehículos, en la carretera y en demás elementos.


La banda sonora es inconfundiblemente Sonic: enérgica y altamente memorable. De hecho en el apartado ‘Adicionales’, podemos encontrar la música del juego, que podemos reproducir con libertad e incluso seleccionar nuestras preferidas. Yo lo hice, ya que hay unos verdaderos temazos.
Aunque la música y los efectos de sonido son de alta calidad, un punto menos positivo es el doblaje de los personajes, cuyas líneas de diálogo pueden ser muy limitadas y volverse repetitivas durante el transcurso de una carrera. Eso sí, vienen en distintos idiomas, destacando el japonés e inglés. Y sí, también hay español, pero castellano de España.
El juego corre con la fluidez necesaria para mantener la sensación de velocidad constante, lo cual es fundamental para el ritmo frenético de las carreras. En Xbox Series S jamás vimos ningún problema de rendimiento, de hecho luce siempre asombroso en la pequeña bestia blanca de Microsoft, donde además disponemos de un modo rendimiento y un modo calidad.
Conclusión sobre Sonic Racing: CrossWorlds
Sonic Racing: CrossWorlds se establece como una propuesta muy fuerte en el género. Su jugabilidad central, precisa y de alta velocidad, junto con la brillante mecánica CrossWorlds, le otorgan una identidad muy marcada.
Aunque el descontrol en el uso de los objetos puede ser abrumador en momentos clave, llegando a lo injusto, nunca se pierde el sentido de hacer un buen manejo de los controles y mecánicas del juego, algo que se nota que fue el deseo del Sonic Team.
La experiencia en solitario es más de desafío personal que narrativa, se prioriza en demasía el jugar para desbloquear y coleccionar. El juego quizá tiene suficientes elementos para evitar la monotonía de esa acción, pero sigue siendo una acción monótona en sí.
No vamos a negar que la diversión general que ofrece es enorme y adictiva, hice varias carreras pensando en querer una más.


El núcleo de su multijugador tiene posibilidad de mejora
El modo multijugador online sí se siente falto de vida, a un nivel que preocupa pensando en el mediano y largo plazo. No está mal lo que nos entregaron, lo que hay ya permite disfrutarlo y darle unas importantes horas de dedicación con solo el objetivo de rankear y subir nuestro nivel… Pero esa fórmula no es eterna, y el Sonic Team debe estar pensando más allá de los personajes DLC, en realizar eventos que motiven al online más allá de un simple ranking.
Este es un título indispensable para los seguidores de Sonic y para cualquier persona que busque un kart racer moderno, pulido y con una jugabilidad profunda. Un género que me gustaría decir que es competido, pero sabemos que no ante el gran nombre de otra marca que siempre está en las listas de ventas.
Sin embargo, Sonic Racing: CrossWorlds lo tiene todo para competir de tú a tú con cualquier juego de carreras arcade, y creemos que al ser multiplataforma puede ser una excelente opción para tener en la biblioteca, ya sea para disfrutarlo en solitario, o que sea el próximo protagonista de las reuniones entre amigos.
Esta reseña fue realizada en Xbox Series gracias al código cedido por SEGA Latinoamérica. Sonic Racing: CrossWorlds ya está disponible en PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X/S y los dos Nintendo Switch.