Xi Jinping y la educación
Muy a pesar de Estados Unidos, Japón, algunos socios de la Unión Europea y personajillos como Javier Milei, la República Popular China representa hoy día el polo de atracción de cuantiosas inversiones y el principal motor del desarrollo económico global. Su economía representa aproximadamente 19% del producto interno bruto mundial.
Esta nación, en la que los años de hambruna hicieron tradicional saludar a una persona no con un “buenos días” sino preguntándole si había comido, en 2023 registró un PIB superior a 16 mil millones de euros. Además, logró hace pocos años sacar de la pobreza, tras décadas de planificación y ejecución de políticas públicas, a 800 millones de personas. El ingreso per cápita de este país (2023), que suma más de 1.400 millones de habitantes, se acerca a 11.600 euros.
Sin duda, uno de los factores que explican el despegue de China es la importancia dada a la educación. En 2022, el gasto estadounidense en educación se ubicó en 5,44% del total, mientras que los recursos destinados al sector “defensa” (más bien ataque) representaron 8,32%. Por su parte, Pekín destinó en el período 10,50% a la educación y 4,79% al rubro militar.
“La educación de nuestro país corresponde en general a las condiciones nacionales y se adapta a las necesidades de desarrollo económico y social”, ha dicho el presidente Xi Jinping.
“Es necesario desarrollar una educación que acompañe a las personas durante su vida, convirtiendo el aprendizaje en un hábito y creando un entorno en el que todos tengan acceso al aprendizaje, en cualquier momento y en cualquier lugar.
Debemos dar gran importancia a la formación profesional, promover mecanismos educacionales que integren la producción y la enseñanza, combinen la educación de los valores morales con la mejora de las habilidades, y unan el estudio con el trabajo, a fin de ofrecer continuamente fuerza vital de alta calidad a todos los sectores y profesiones y proporcionar a los graduados de las escuelas vocacionales un vasto espacio para su desarrollo profesional.
Es indispensable establecer políticas preferenciales, flexibles y efectivas, generar un entorno cultural que permita a las empresas asumir la responsabilidad de la formación profesional, y alentar a las escuelas vocacionales, la industria y las empresas a formar una comunidad de destino”, señala acertadamente el mandatario chino.