28 abril, 2024
Tin Tan saltó a la fama de la mano del pachuco

Entre Ciudad de México y Ciudad Juárez, el matrimonio formado por el agente aduanero Rafael Antonio Luis Alfonso Gómez de Valdés y Angellini y la ama de casa Guadalupe Castillo lograron formar una familia numerosa, dando vida a 10 hijos

Con el tiempo, cuatro de ellos lograron abrirse paso en el medio artístico. El primero fue Germán, quien comenzó en la radio y desarrolló su talento como comediante en locales nocturnos antes de saltar a la gran pantalla, para convertirse en figura estelar de la llamada Época de Oro del Cine Mexicano. La historia lo identifica como Germán Valdés o, simplemente, como Tin Tan.

El éxito del actor lo colocó a la altura del venerado Cantinflas. Desde su posición de estrella pudo ofrecer oportunidades a sus hermanos menores, incorporándolos a los elencos de algunas de sus películas como punto de partida de la trayectoria que cada uno desarrollaría por separado.

Así nacieron las carreras histriónicas de Ramón Esteban (1924-1988), el inmortal Don Ramón de “El chavo del 8”; Antonio “Ratón” (1930-2021), el menos conocido de la saga; y Fernando Manuel Alfonso (1931-2020), “El loco Valdés”, padre del cantante Cristian Castro.

A lo largo de una filmografía que abarcó tres décadas, Tin Tan se consolidó como un maestro del humor, dotado además de talento para el canto y el baile. La evidencia es nutrida, a pesar de que su muerte, ocurrida el 29 de junio de 1973, lo sorprendió estando activo.

Contenido

El filón

Cantinflas fue el primer comediante que se incorporó al star system de la Época de Oro del Cine Mexicano, cuya génesis está determinada por el estreno del largometraje “Allá en el rancho grande” (1936). Algunos años después llegó Tin Tan. Más tarde lo harían otros como Adalberto Martínez, el popular Resortes; y Gaspar Henaine, el singular Capulina.

En muchas de las más de 100 películas que rodó desde 1943 hasta 1973, Tin Tan aplicó una fórmula que le facilitó la comunicación con el público. La adaptación de clásicos de la literatura infantil y adulta en clave de risa y el cambio de género de las protagonistas abrieron una brecha que supo aprovechar muy bien.

Algunos de los títulos que ejemplifican ese modelo son: “La marca del Zorrillo”, “Simbad el mareado”, “El bello durmiente”, “El ceniciento”, “El vizconde de Montecristo”, “El gato sin botas”, “Los tres mosqueteros y medio”, “El fantasma de la opereta”, “El violetero” y “Tintansón Crusoe”.

Además de su labor frente a las cámaras, Valdés fue un cotizado actor de doblaje. En esta faceta, se mantiene vigente como la voz del oso Baloo, en la versión Disney de “El libro de la selva”, incluyendo esa canción que dice: “Busca lo más vital, no más. Lo que es necesidad, no más…”.

Miller

En línea con el kilométrico nombre de su progenitor, el comediante fue bautizado como Germán Cipriano Teodoro Gómez Valdés y Castillo, cuando nació, el 19 de septiembre de 1915, en Ciudad de México. El responsable de su apelativo artístico fue Paco Miller, cuando lo incorporó a la compañía que trabajaba en locales nocturnos.

Tin Tan reivindicó la figura del pachuco que, según el diccionario, se refiere a los jóvenes mexicanos que trataron de mantener su identidad en el sur de Estados Unidos.

Registró tres matrimonios con Magdalena Martínez, Micaela Vargas y Rosalía Julián. Tuvo seis hijos. No dejó herencia, porque el cáncer hepático que le causó la muerte consumió sus recursos.



Ver fuente