18 mayo, 2024
Producir más petróleo - Últimas Noticias

Afincarse en los esfuerzos propios y en conseguir y concretar alianzas para incrementar producción y el financiamiento de la compra de equipos y repuestos, son apenas dos de las estrategias sobre las cuales trabaja Pdvsa para elevar el procesamiento y la extracción petrolera y gasífera.

Subir la producción exige tener pozos activos, muchos de los cuales piden para sacar su crudo que le inyecten vapor de agua o gas, lo cual implica tener disponibles plantas de compresión e inyección.

Y para que las plantas y los pozos se mantengan activos deben recibir mantenimientos tanto predictivos, preventivos como correctivos, tarea que exige consumibles, equipos y repuestos, muchos de los cuales deben ser adquiridos en un mercado internacional donde abundan piratas y bucaneros expertos en hacer de las sanciones un negocio con el robo de mercados y la compra venta de mercancías no precisamente de la mejor calidad, para así obtener el mayor beneficio económico posible.

Ni hablar de los taladros disponibles y en condiciones operativas; su número ha caído. De igual manera, un significativo kilometraje de oleoductos y diluenductos tienen baja confiabilidad, por hablar solo de otro de los patrimonios, pues han sido rotos y hasta víctimas de chatarreros y de vándalos, duchos en transformar activos y piezas en picadillos, devastando así el arduo y sudoroso esfuerzo de los trabajadores.

Ante los pocos taladros y escasa disponibilidad de materiales, equipos y consumibles, que afectan su eficiencia y uso, los trabajadores han incrementado la intervención de pozos con el empleo de partes, equipos y materiales recuperados o reciclados.

Una vez hallado el crudo en el yacimiento y llevado a superficie, hay que tratarlo con productos químicos como desmulsificantes, clarificantes, antiincrustantes y otros, cuyas compras deben soslayar lentos pasos administrativos, hoy más dilatados y dificultosos por causa de, una vez más, las sanciones.

La cadena de dificultades pica y se extiende. Toda la industria hace uso continuo de la fuente de energía vital del mundo industrializado: la electricidad, cuyas plantas generadoras propias de Pdvsa también son víctimas de la falta de mantenimiento, repuestos y equipos provocada por las sanciones.

Consecuencia: un factor crítico son los apagones y fallas eléctricas, que afectan de manera sustancial toda la cadena de valor de la industria, y de manera especial, la producción petrolera y gasífera en los pozos.

Hay más tareas operacionales que los trabajadores logran dentro de sus limitaciones soslayar. Todas exigentes de altísima visión estratégica y labores de inteligencia, en virtud de enfrentar a cada paso las medidas coercitivas unilaterales e ilegales impuestas por el gobierno de EEUU. Con esfuerzo propio crean, hacen, desarrollan ideas e inventivas para darle mantenimiento a los generadores eléctricos. Ni hablar de los tanques de almacenamiento.

Contenido

Pero la batalla es ardua

La inventiva de los trabajadores de Pdvsa es permanente. En el actual contexto de anomia internacional, de violación de las normas, reglas y leyes que rigen el comercio mundial, definidas también por los EEUU a través de la Organización Mundial del Comercio, OMC, instrumento de control y dominación mundial de este país en decadencia.

Frente a esta realidad, la industria busca de manera permanente estrategias con empresas productoras y de servicios para apalancar nuevos modelos de negocios que ayuden a simplificar trámites administrativos y así poder cumplir con los planes de producción.

Las sanciones son el negocio del más fuerte

Detrás de cada sanción hay un lobby feliz. Los vacíos creados por cada medida ilegal coercitiva están reservados para las empresas, tipo Chevron, que respondan a los intereses del gobierno que crea y aplica las sanciones.

Basta leer el portal de la Organización Mundial del Comercio para concluir que EEUU echó al basural el trabajo que arrancó durante el imperio romano, 30 años antes de Cristo, para que, al fin, en 1994, en la Ronda de Uruguay, el mundo tuviese una organización internacional encargada de regular el comercio mundial, con una única y principal función de velar por que las corrientes comerciales circulen con la mayor fluidez, previsibilidad y libertad posibles. Estados Unidos es miembro de la OMC.

Ver fuente