27 abril, 2024

Poetas del mundo apuestan por la paz para los pueblos

Poetas del mundo apuestan por la paz para los pueblos

En la sede del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, en Caracas, se desarrollan actividades, con el fin de deliberar sobre diversos temas vinculados a la poesía, la literatura y lo geopolítico, como parte del I Congreso del Movimiento Poético Mundial.

La delegada de Honduras, Melisa Merlot, destacó que el objetivo principal es llegar a un punto de encuentro entre las naciones del mundo. “La idea general y central es llevar la palabra poética al resto del mundo, pero también un abrazo de solidaridad y de construcción de la paz para los pueblos”.

Por su parte, la representante del Movimiento Poético Mundial, Mónica Lucía Suárez, de Colombia detalló que “la palabra puede sanar en vez de destruir, la poesía transforma socialmente, aporta a la paz, la educación con una pedagogía que inicia desde los niños niñas y adolescentes, también la inclusión y la entidad”.

En otra actividad, realizada más temprano en el marco del 17º Festival de poesía de Venezuela, los poetas venezolanos Tarek William Saab, Luis Alberto Crespo y Gustavo Pereira participaron de una ronda de lectura y reflexión.

El poeta Saab hizo una reflexión sobre lo que significa para él la familia y los padres, antes de dar lectura al poema, Oración desde una tumba de madera, al que tachó como una elegía a los padres.

El XVII Festival Mundial de Poesía que también fue inaugurado este lunes en el Teatro Simón Bolívar, de Caracas, cuenta con la participación de siete países, y al que asisten hasta el 23 de julio 70 poetas extranjeros y 200 de Venezuela.

El vicepresidente sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, Freddy Ñáñez, dijo el lunes durante el programa Con Maduro +, destacó la relevancia del Movimiento Poético Mundial que se desarrolló entre Medellín, Colombia, y Caracas, dos ciudades que, opinó, son epicentro de grandes festivales mundiales de poesía.

Indicó que el Congreso le está dando a este movimiento “una organicidad y visibilidad al emplear mecanismos que solo la poesía puede utilizar: el de la diversidad”.

Jiménez Ure: sobre el indiscutible talento poético-jurídico de Saab

A continuación, anexamos unas reflexiones del escritor Alberto Jiménez Ure sobre la obra del poeta Saab:

Aun cuando su presencia sea actualmente (2023) portentosa a causa de su amplísima exposición en lo que defino https://www.academia.edu/26966310/LAS_REDES_DE_DISOCIADOS_(01) y medios de comunicación tradicionales, no discutiré con la sarna y saña fortuita ni adventicia de ciertos individuos que no son cosa distinta a bodrios del porcentaje hipócrita de una intelectualidad en «éxodo de acomodo miedoso» contra el indiscutible talento literario y jurídico de Tarek William Saab, tras pretender conducirlo al patíbulo.

Entre esos falangistas ridículos y cobardes irgue como fusilero montaraz Ibsen Martínez (02), quien alguna vez confesó su tardío e inútil arrepentimiento cuando formaba parte del tropel de locos en un fandango de América. Dice que no es el que fue. Quizá tiene razón: empeoró. He sido un fervoroso polemista y por ello impelo a los más sabios leer sus infortunados testimonios [¿mea culpa?] publicados en el diario español https://elpais.com/elpais/2014/06/05/opinion/1402005107_301578.html. No dudo que babeaba cuando miraba caminar por los pasillos de la Universidad Central de Venezuela al autor de https://omegalfa.es/downloadfile.php?file=libros/in-vino-veritas.pdf.

No me referiré en este ensayo sobre la impactante función de gobierno de Tarek, que sólo es posible calificar in situ con el rigor que merece, sino a su libro En un paisaje Boreal.

La madrugada del año 2022 (Agosto – 2), recuerdo haberle comentado a Tarek mi opinión [desde mi cuenta https://twitter.com/JUREscritor] en redor de su texto Un tren recorre el olvido: «En sus andenes vacíos viajo desde el olvido hacia ninguna parte» -parecía decírmelo exclusivamente, mientras yo lidiaba con mi insomnio de data infante.

Le compartí mi espontáneo y auténtico regusto por esa formulación que ahondó en mi alma. Experimenté discernir ante su mirada despierta en nocturnal y poética plática fenomenológica e imaginariamente no virtual, que «tiene elementos fantásticos y desolación. En el andén nadie espera viajeros, son ilusión de movilidad».

Advierto En un paisaje Boreal elementos lúgubres, pocas veces hastío, ira o pulsión insurreccional [en la I Parte, redactada antes del a. 2.000] pero prevalecen remembranzas y nostalgias:

«Perdido en un eje/que jamás halló/no conoció el precipicio/ni cavó su caía/en los farallones/de Chimire/en los témpanos de Alaska/en las tundras/donde yace rendido Gulliver» (p. 52)

Elige Saab el estilo que tantos otros [incluyéndome] y no necesariamente por una veneración siempre en boga por nuestro magnífico maestro de la prosa-poética José Antonio Ramos Sucre. Semeja sólo porque la poesía ha reinado mediante la narrativa filosófica desde la Antigüedad: La disciplina epistemológica lo sabe:   

«Quiso ir/a orar/en los templos/de Palestina/junto a Espartaco/ resucitado/ganar batallas/y llevar la gloria/a las montañas/de Nilom Bellí/donde un día/enloqueció…» (ob. cit. p. 56)

La épica transmutada hacia registros históricos sobre sus ascendientes dirige al poeta hacia sucesos que ya son de otro mundo, sin dejar de influir con severidad en su inmediatismo existencialista. Cada cual [aspirante] ser reconocido hacedor decide si será poderoso al momento de escribir o declinará para que su preconcebido perfil bajo no incomode a nadie. Sólo a los mediocres produce escozor Tarek William Saab, tanto con su fabulosa poética como quehaceres de índole profesional. No desestimo el oficio de ningún poeta, procuro separar la docta formación que pudieran exhibir quienes son bohemios o amigos de https://es.wiktionary.org/wiki/Baco. Me consta que nuestro analizado escritor nunca fue una persona cerril, pero toleró y departió con quienes lo eran. Los hubo y existen todavía en el mundo, con o sin reconocimientos internacionales. 

Siento especial predilección por gran parte de su poética quiescente, no beligerante, pero igual esa propia del iconoclasta Saab. No fue fácil lo que tuvimos que vivir y padecer los intelectuales y la gente común en el curso del s. XX, plagado de caudillitos que ordenaban conferir distinciones o cargos públicos. 

Comulgamos en placeres musicales, hábitos de gentilhombre, somos nacidos décadas posteriores a la https://en.wikipedia.org/wiki/Beat_Generation, de la cual somos profesos de algunos postulados que no excluyen la irreverencia contra el https://edicionesdellirio.com.mx/index.php/product/el-establishment-estadounidense-y-su-politica-exterior/.

La aberración conocida como https://dle.rae.es/ditirambo logró posicionar a inútiles e impresentables en recintos de la burocracia, mientras en las universidades autónomas -con extraterritorialidad inmerecida- los plutócratas de academia bostezaban o intentaban curar sus resacas [que eran memorables, porque la pereza e irresponsabilidad los estigmatizaba]

Destaco un poema anexo en la Segunda Parte de En un paisaje boreal: 

«A la luz de la luna mi dañado perfil se contempla/un espejismo de turbia laguna/me regresa desdibujado frente a la cerca:/Vengo a pactar mi resurrección en otra parte/El asedio se desmorona ante el alambre y/nada me reúne a esta hora con nadie/Sólo en mi silencio soy lo inatrapable/en lo callado se mueven mis aguas […] (Ibídem., 144-145)

Los hacedores de literatura no tenemos blindajes, sólo una inteligencia privilegiada que puede, antojosa, por cautela o legítima defensa, volverse incisiva. Incluyo individuo con número correspondiente a Tarek en mi humilde proscenia, el mismo de los tiempos cuando gritó a favor de los derechos fundamentales de los estudiantes víctimas de írritas decisiones de autoridades con deficiencias cognitivas. Ambos prorrumpimos fundamentándonos en la https://apriori142894926.files.wordpress.com/2023/07/declaracion-de-los-derechos-del-hombre-y-ciudadano-1789.pdf

El hombre parecer ser la guerra y no ha terminado su devastación: demos una oportunidad a la paz. También estuve fuera de Venezuela durante algún tiempo considerable, pero, desde el exterior no disparé petardos contra nadie. Imposible contra poetas, lo cual es pecado. Me fui y regresé sin odios. Confirmé mi intenso arraigo. 



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