10 septiembre, 2024
Petare merece ser conocida por sus glorias

Un millón de personas o más dicen que serpentean sobre sus laderas. El Prieto, un rapero legendario, la llamó Barrio de Pakistán y la prensa sensacionalista la exhibe en sus crónicas rojas como epicentro del hampa y la ilegalidad al este de la capital. Se le simplifica como el barrio más grande del continente y la recomendación, entre extraños, es que no se internen en sus vericuetos si no es estrictamente necesario.

Víctor Méndez Arteaga (71 años), sociólogo de la UCV, no disimula su indignación. Antes de impugnar cada afirmación malévola, escoge alguna página de su enorme texto Petare: más que una moneda en la rockola para señalar una línea que exprese, con datos fascinantes y un impecable trabajo de filigrana, la épica de una comunidad combativa y llena de glorias.
Se trata de un libro de 410 páginas, editado por la Fundación Colarebo, que presentó en la más reciente edición de la Feria Internacional del Libro de Caracas, espacio que le sirvió de plataforma para lanzar cuatro títulos más donde se bate en duelo por la memoria viva y el registro histórico de una tierra que defiende con pasión: su parroquia.

Es cronista oficial del municipio Sucre del estado Miranda desde hace tres años, cargo que ocupa (afirma) desde la militancia en los lances de la cotidianidad y no solo apoltronado como un sabio oficinesco.

Nos recuerda, primero que nada, que Petare es un fragmento de un conurbado integrado por 1.946 barrios, siendo uno de los más conocidos José Félix Ribas que abarca 66 hectáreas y lo habitan 380 mil almas, considerado, ese sí, el barrio más extenso y poblado del orbe.

“Petare ha sido el centro más importante del Área Metropolitana, después de Caracas propiamente dicha. Fue capital del estado Caracas, del estado Unión, del Bolívar, del Guzmán Blanco y hasta capital del estado Miranda”, enumera.

El Petare actual –y así ha sido siempre– está siendo forzado a ser visto como el detonante de una guerra que pretende imponer el mal. Parte de la campaña de cierto tipo de “influencer” se ha cebado sobre la idea de que no pasa otra cosa que no sean los enfrentamientos de las bandas armadas, una de las cuales es liderada por Wuileisys Acevedo, quien parece ser quien dicta la historia.

Víctor sale al paso y enumera una serie de circunstancias y acontecimientos que hacen portentosa a la gente que habita el municipio. Desde sus monumentos arquitectónicos patrimoniales como el templo Dulce Nombre de Jesús del casco histórico hasta el Museo Bárbaro Rivas. Cuenta en su haber con, por lo menos, 63 orquestas de salsa, algunas legendarias; conjuntos de música tuyera; personajes emblemáticos del boxeo, como Antonio Cermeño y Fulgencio Obelmejías; del béisbol como Luis Sojo y Dámaso Blanco; del básquetbol; por otro lado, de las artes plásticas, como el genio Bárbaro Rivas y el maestro Pablo Livinalli, gente que nació o simplemente decidió asentar allí su hogar.

“Yo te puedo decir que esta población no es merecedora de esos calificativos no solamente injustos, sino interesados, sobre todo por grupos a los que podemos desmentir”. Para Víctor Méndez, el verdadeo relato de Petare lo está haciendo la gente buena.

Crónica

Personajes del canto latinocaribeño escogieron a Petare como su trinchera. Una mezcla entre placer y anonimato que llegó a reunir a Daniel Santos, Alberto Beltrán, Nelson Pineda, Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas, Noel Petro, y tantos otros.

Lo describe Méndez en su libro, donde “el inquieto anacobero”, entre ficción y verdad, acomete una causa comprobable: iniciar en el bar Los Tres Reyes una peregrinación a las 193 taguaras donde siempre reinaba una rockola.

El libro se podrá adquirir en las Librerías del Sur.

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